La familia del trabajador ratificó que César Roldán no estaba involucrado en hechos ilícitos. Se sospecha que la víctima fue elegida al azar. El ataque tiene similitudes con el de “Jimy” Altamirano, perpetrado en febrero pasado frente a las instalaciones de Newell’s Old Boys. Gran acompañamiento de choferes de colectivo en el velorio.
Familiares y un gran número de colectiveros movilizados en sus unidades despidieron este lunes los restos de César Roldán, el chofer asesinado en la tarde del sábado pasado en Rosario. El hombre de 43 años deja una esposa y dos hijos de 8 y 12 años. El velorio se realizó en una conocida casa funeraria en calle Córdoba al 2900, en Rosario.
Foto: Marcelo Manera.
Los trabajadores cortaron el tránsito en esa cuadra desde muy temprano. Se congregaron en un gran número con sus camisas celestes distintivas de sus puestos de trabajo. También se hicieron presentes familiares y amigos de Roldán. Sus dos hijos varones y su esposa estuvieron allí.
Al mediodía, el cortejo fúnebre comenzó con dirección al cementerio de la ciudad de Granadero Baigorria, localidad pegada a Rosario. César era chofer de este ramal cuando fue sorprendido por dos personas armadas en la esquina de Eva Perón (ex Córdoba) y Cullen. Aparentemente, al negarle Roldán el ingreso a la unidad, recibió tres balazos que terminaron con su vida.
Familiares del trabajador remarcaron a los medios de comunicación la calidad humana de César Roldán. Él había cambiado el turno el sábado pasado para poder llevar a uno de sus hijos a jugar al fútbol al día siguiente. Aseguraron que el trabajador no tenía ninguna vinculación con hechos delictivos.
Según declaraciones del ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, no había ningún hecho que permita identificar al chofer en alguna cuestión ilícita. Según fuentes policiales, los atacantes dejaron una nota que decía: “Valen, dejá de hacerte cuidar por la policía, gato. Atentamente Los Personajes”. Se presume que este crimen guarda similitudes con el de Lorenzo “Jimi” Altamirano, asesinado en febrero pasado frente al Club Atlético Newell’s Old Boys. Altamirano fue elegido en forma azarosa en una esquina, raptado a punto de pistola y ultimado al lado de la zona de los parrilleros de la entidad rojinegra.
La causa quedó en manos del fiscal Ademar Bianchini. En tanto, la investigación corre a cargo de la Unidad de Homicidios Dolosos de la Segunda Circunscripción de Rosario. Bianchini dio detalles de la pesquisa a la prensa: “El hecho ocurrió a las 3 y media, 4 de la tarde. Una persona de unos 22, 23 años le efectúa un primer disparo al frente del colectivo”. “Roldán, presuntamente con alguna herida, se levanta como para guarecerse yéndose a la parte de atrás del micro”, agregó el fiscal. El abogado afirmó también que el tirador efectuó otros siete disparos desde afuera y de frente al colectivo. Confirmó que una nota fue dejada por debajo de la puerta del vehículo. Ademar Bianchini aseguró que ésta no está dirigida ni al chofer, ni a la empresa Movi, ni al gremio de la UTA. “Tendría que ver con algún conflicto entre personas vinculadas a la criminalidad”, agregó. El grupo atacante habría sido formado por dos personas que se movilizaban en moto.
Más de 30 colectivos marcharon hacia la sala velatoria y luego a Baigorria como parte del cortejo. De la misma línea 116 y también de otros ramales se movilizaron haciendo tocar sus bocinas y al grito de “¡justicia!”. Los familiares más cercanos de César Roldán realizaron el recorrido en una unidad de esta línea.
Foto: Marcelo Manera.
En tanto, el gremio de los colectiveros siguió con su paro iniciado inmediatamente después de conocida la triste noticia. Se aguarda el levantamiento de la huelga para las últimas horas de este lunes o a las 0 de este martes 5.
La palabra de la esposa
Por su parte, Belén, esposa del trabajador fallecido, habló con los medios de comunicación en la puerta de la sala velatoria. “Mataron a la persona más maravillosa del mundo. La persona más buena que conocí en mi vida. El mejor papá del mundo. Educado, ejemplar”, dijo frente a los micrófonos. “Me falta un pedazo mío”, sostuvo la mujer. “Todos me hablaron bien de él”.