Reseña

Semana Gráfica: una historia universal de la infamia


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Durante los años 1989 y 1990 el maestro polaco Krzysztof Kieślowski entregó su Dekalog a la televisión polaca, la última obra de su autoría filmada en la tierra que lo vio nacer. La creación consta de diez capítulos de 60 minutos de duración, con historias independientes cuyo ecosistema de desarrollo es un edificio ubicado en Varsovia, la capital y ciudad más poblada de Polonia, en la antesala de lo que era la caída del Muro de Berlín y el nuevo mundo que asomaba. En cada capítulo el cineasta desarrolla desde una mirada agnóstica, una historia que puede vincularse con un mandamiento de la ley de moisés.

Las historias ocurren en el micromundo de un edificio, porque las leyes del hombre se replican en un puñado de metros cuadrados y la historia de la humanidad es la historia de un solo libro, idea acertada que se le puede adjudicar a Borges. Bajo este espíritu de sinceridad existencial podemos enmarcar la obra Semana Gráfica que se presentó el pasado domingo 3 de diciembre en la Sala Lavardén de la ciudad de Rosario, bajo la dirección de María Noelia Romero. Una pieza realizada de forma integral por los alumnos del taller Vení a teatro.

El argumento de Semana Gráfica desnuda la vida en el interior de un conventillo en Rosario a mediados de la década del veinte. En la compleja red de relaciones interhumanas que se entablan, encontramos amores prohibidos, la búsqueda de una identidad colectiva y las consecuencias físicas de una sociedad capitalista en desarrollo que muestra su cara más hostil desde la impunidad de la flexibilidad laboral.

En un Estado ausente, que no regula, la dueña del conventillo es la dueña de la fábrica donde trabajan los inquilinos desde la temprana infancia. Un sistema de deshumanización que todo se lo permite y donde una simple jubilación puede convertirse en título de nobleza dada su escasez: “y es que todo el mundo piensa en jubilación, y eso es lo que hace que el empleado de banco, o todo empleado con jubilación segura, sea el artículo más codiciado por las familias que tienen menores matrimoniales” escribe por aquellos años Roberto Arlt en Aguafuertes Porteñas (para ser más preciso en la Aguafuerte titulada “Aristocracia de barrio”).

Inmigración, mafia, explotación, todo ocurre en el libro del conventillo de Don Carlos (interpretado por Luis Chiesa), quien dignifica el mundo en el constante encuentro con la poesía y el tango que completan la gran ambientación de la escenografía.

Los inescrupulosos valores de una época se sintetizan en el personaje de Filipo (Alejandro Maspoli), hijo de Amanda, dueño y heredero de la fabrica textil, quien trafica niños y armas.

La historia aumenta de pulso hasta el lógico ocaso de un ecosistema que al igual que el universo de Krzysztof Kieślowski todo lo reúne. La obra de Krzysztof Kieślowski nos ubica en la caída de un mundo bipolarizado que se desmorona con el Muro de Berlín. El desarrollo de la vida del conventillo nos traslada al ocaso de una democracia precaria cuya sociedad veía agudizar sus vicios a partir del 6 de septiembre de 1930, de la mano de José Félix Uriburu.

Los participantes y sus roles

Yamila Soria: inmigrante húngara, Agnes.
Cecilia Díaz: Hanna. nieta de la inmigrante húngara, amiga de Berta.
Maria Molina Martínez: periodista.
Luz Morales: Berta. Niña inmigrante italiana enferma, por intoxicación de metales pesados en la fábrica de Filipo. Amiga de Hanna.
Luis Chiesa: Don Carlos. Encargado del conventillo, por ser ex marido de Aurora.
Alicia D Agostino: Amanda, mujer de clase alta, dueña del conventillo. Hermana de Aurora.
Graciela Martínez: Aurora. Mujer de clase alta. Maestra de la época, separada de Carlos para poder ejercer su profesión. Hermana de Amanda. Mamá de Félix.
Luz Milagro Rosales: Ramona. Criada de Amanda.
Lucas García: Félix. Hombre clase alta. Médico, Hijo de Aurora y Carlos.
Alejandro Maspoli: Filipo. Hijo de Amanda. Dueño heredero de la fábrica textil de su padre y madre. Maneja tráfico de armas, niños y explotación infantil en la fábrica de armas.
Gisela Ramos: Josefina. Mujer de clase alta, encerrada en el conventillo por una mentira de embarazo. Esposa de Filipo.
Virginia Alos: Sofía. Amiga incondicional de Josefina. Enamorada de Aldo.
Irene Marín: Tere. Inmigrante de clase baja, trabajadora de la fábrica textil de Filipo.
Pareja de Aldo, anhela fuertemente casarse y formar una familia.
Cristian Bustamante: Aldo. Inmigrante Italiano. Hermano de Berta, prometido de Tere, Enamorado de Sofía.

Sobre Vení a Teatro

Vení a Teatro es un taller que nace en el año 2016. En el espacio sus participantes aprenden teatro mediante la improvisación, el juegos y la técnica teatral. Los grupos de alumnos están conformados por jóvenes y adultos sin ningún límite de edad, con o sin experiencia previa en la actuación. Afirman sus integrantes: “Cultivamos la imaginación, creatividad, fomentamos el trabajo en equipo, compañerismo, y hacemos teatro para aprender a resolver conflictos de nuestra cotidianidad”. Hay grupos en diversos horarios y los talleres son anuales. El espacio está coordinado por María Noelia Romero quien es docente y actriz, egresada de la Escuela Provincial de Teatro y Títeres Nº 5029.

Contacto

Instagram: Veni a Teatro
Youtube: Vení a Teatro Rosario


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