Andrea Vanina Díaz es autora de “Entre la tiza y el clic”, un libro que habla de mitos y verdades en relación con las prácticas docentes. Luego de su presentación en Casa del Bicentenario en la ciudad de San José, donde desarrolla sus tareas profesionales, la villaguayense dialogó con Mirador Entre Ríos.
La joven licenciada en Tecnología Educativa y autora de la obra “Entre la tiza y el clic”, dialogó con Mirador Entre Ríos para dar a conocer sobre el contenido de sus páginas donde se refleja el impacto de los adelantos tecnológicos frente a la educación y el cambio de paradigmas.
Andrea Díaz mencionó que “la idea nace hace varios años para investigar qué percepciones tienen los docentes en torno a las competencias que poseen sus alumnos en el aula, con respecto al uso de la tecnología. A partir de esa iniciativa se comienzan a obtener resultados y evaluar. En el transcurso de la pandemia todo lo percibido quedó más que comprobado en cuanto a los resultados y después decidí plasmarlo en formato libro, editarlo y presentarlo para compartir la información que surge fruto de la mencionada investigación”.
“Existen muchos mitos y en las páginas menciono los más populares; por ejemplo, que los chicos por el solo hecho de utilizar dispositivos o considerar que por ser nativos digitales traen incorporadas determinadas competencias y lo que ocurre es que si bien el niño manipula un celular de manera natural no significa que tenga determinadas habilidades como razonamiento de cálculo, comprensión de textos o información que se le brinde”, remarcó. Y agregó que “en nuestro caso, cuando nacimos teníamos la televisión, la radio o el diario y por naturalidad o curiosidad podíamos manipularlos sin miedo, eso sucede ahora con los chicos con estos nuevos elementos, pero determinadas habilidades debemos brindárselas en la escuela”.
ALFABETIZACIÓN DIGITAL
La docente señaló que “es un gran desafío y cada vez se hace más complejo para quienes realizamos la tarea docente, porque los cambios son más rápidos y a veces no se tiene la dimensión del impacto, por eso debemos pensar cómo lo abordamos en el aula”.
“Entre la tiza y el clic” no sólo es “un título para la venta –aclaró– sino una interpelación, una autoreflexión sin descartar lo que venimos haciendo, sino que debemos sumar lo que nos brindan las nuevas herramientas para la alfabetización digital; no se trata de desechar sino de agregar nuevas alternativas a las prácticas didáctico-pedagógicas, porque lo que llamamos tradicional todavía da buenos resultados, aunque es oportuno decir que debemos ser críticos y creativos en ese sentido”, enfatizó.
El libro tiene una introducción a cargo de la especialista en educación Ruth Harf. “En una serie de seis capítulos se analizan aspectos de la tarea educativa y conclusiones finales, donde se señala que aún con diferentes métodos todos los caminos conducen a enseñar de la mejor manera, animando a generar nuevas estrategias, adaptar, adoptar, innovar y explorar de la mano del clic, en la computadora o en el touch de un dispositivo”, explicó.
EL TEMOR DOCENTE
En otro momento mencionó que “los docentes somos conscientes de la variedad de realidades de los alumnos y esas problemáticas nos llevan a realizar todo lo que esté al alcance y con las herramientas que tengamos para poder brindarles lo mejor. Dentro de esto está la resistencia del docente, porque uno alienta a adoptar las estrategias, pero hay docentes temerosos por quedar en evidencia frente a los alumnos por no saber utilizar un determinado dispositivo. Eso no debe ser así porque la innovación trae aparejada que el docente debe ser el facilitador, el guía, el puente y no quien solamente deposita el conocimiento porque también el alumno es responsable, estas son las diferentes miradas”.
Díaz indicó además que “hay diversas realidades que se marcaron durante la pandemia, con familias que hicieron todo lo posible para continuar y generar vínculos de participación de las tareas de los alumnos en el hogar y en otros casos se profundizó la falta de apoyo, poniendo en evidencia lo que se percibía anteriormente”.
Sobra la IA (Inteligencia Artificial) la profesional consideró que “genera un desafío educativo, si bien todavía está en estudio y han surgido una serie de documentos para su utilización en el aula, se analiza lo positivo y negativo. No podemos negarlo, pero sí buscar la manera de utilizarlo generando una experiencia en los alumnos y cómo implementarlo. Sabemos que no es fácil lograrlo”.
El libro se puede conseguir a través de las redes sociales con el nombre de la autora o de la misma manera en la editorial Tinta libre.
LA AUTORA
Andrea Díaz nació en Villaguay, donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Completó su formación superior en Colón. Se graduó como profesora en Educación Tecnológica. Posteriormente obtuvo el título de licenciada en Tecnología Educativa, en la UTN-FRCU. Vive en San José y dicta su cátedra en escuelas de educación media y de enseñanza superior. Es responsable de la diagramación y el diseño del texto y la tapa del libro El estante y el renglón, y Coplas, limericks y jitanjáforas, de M. M. Lenner de López. Es coescritora del libro “La música: puente tendido para innovar, jugar, aprender y crear”. Autora del capítulo “Docentes innovados tecnológicamente” y del DVD Interactivo que acompaña el mencionado libro. También es coescritora del capítulo XI: “Allá vamos”, del libro Híbrida (2022), de la autora Mariana Maggio.
SINOPSIS
La obra de Díaz anima a enriquecer la enseñanza con nuevos medios de comunicación que permiten transmitir la información de una manera más atractiva, renovando los estilos pedagógicos, asumiendo un rol activo. “Entre la tiza y el clic” tiene como propósito contribuir con los docentes para que generen innovaciones en sus prácticas y para que sean capaces de aprender a aprender, sin temor a equivocarse, con el fin de hacer de la clase un momento en donde las tecnologías no sólo sean un medio para generar puentes, sino a la vez el camino que lleve a vincularse con los alumnos.