El sector cárnico atraviesa una difícil realidad. Los frigoríficos de Venado Tuerto y Hughes se encuentran trabajando con garantía horaria y en el caso del venadense, sin faena, aunque esperan una reactivación para enero. En el otro extremo, los expertos del sector aseguran que la faltante responde a una cuestión estacional, y remarcan que el aumento de la hacienda responde a un acompañamiento del proceso inflacionario. Estiman el valor del asado entre 8 mil y 10 mil pesos para fines de diciembre.
La realidad de los frigoríficos ubicados en el sur-sur de Santa Fe, en consonancia con el resto del país, es complicada. En General López existen dos plantas dedicadas a la faena de hacienda para consumo y con realidades complicadas, aunque por diferentes motivos.
En Venado Tuerto, la planta de Minerva Foods, (ex Swift), que había experimentado un repunte en los últimos meses gracias a la apertura del mercado de estados Unidos para los cortes Kosher y a la espera del regreso de la misma faena con destino a Israel se encuentra sin actividad y con los empleados en garantía horaria y otros con opciones de vacaciones, y según fuentes confiables, esto se extendería durante lo que resta del mes de diciembre.
La información fue confirmada a Sur24 por el secretario del gremio de la carne con sede en Venado Tuerto, Christian Crudelli, quien además deslizo la posibilidad de que la planta ubicada a la vera de la ruta 33 vuelva a tener actividad desde el 2 de enero y, aunque es lo que plantea la empresa, no existen confirmaciones al respecto.
Según el gremialista, el parate va contra lo que la firma tenía previsto, que era actividad plena durante estos meses y con posibilidad de apertura de otros mercados, pero el 15% de retenciones impuesto por el actual Gobierno Nacional encabezado por Javier Milei y la escalada del precio de la hacienda en pie llevaron a que un cese de la actividad, en sintonía con muchos frigoríficos del país.
Black Bamboo
Otro de los frigoríficos del sur santafesino es el Black Bamboo Enterprises S. A.U., ubicado en la localidad de Hughes que aseguran también está atravesando una complicada realidad, aunque con otros alicientes.
En septiembre, debido a irregularidades detectadas por la Aduana ya que, según los datos trascendidos, la empresa subfacturaba los envíos de carne a China e Israel a través de una triangulación con una firma fantasma con asiento en Estados Unidos, lo que derivó en la suspensión de las actividades por el lapso de un mes y medio.
Si bien ese tiempo de inhabilitación para las actividades quedo atrás y la planta de Hughes volvió a la actividad, aún perduran los rezagos de esa imposibilidad de trabajar y, en la actualidad, se encuentra en una situación apremiante.
“Hoy están faenando muy poco, solamente con usuarios y no se está haciendo exportación”, explicó Crudelli sobre el Black Bamboo, añadiendo que “los empleados están trabajando algunos días por semana, y así venimos desde noviembre para acá. Supuestamente en enero estaría retomando las actividades, pero ahora está el otro aliciente, que lamentablemente está pasando en todas las empresas, y es que hay muchas firmas que están dando vacaciones estos últimos 15, 20 días de diciembre, debido a que supuestamente el animal en pie está subiendo demasiado, por la libertad de precios, y a eso se le suma la disconformidad de todas las cámaras por el incremento del 6% (paso del 9% al 15%), pero no está cerrado”.
La realidad del productor y la faltante estacional de ganado
En contacto con Sur24, el consignatario de hacienda venadense, Esteban Boyle, hizo un repaso por la actualidad del sector, asegurando que para estas fechas, donde se acerca Navidad y Año Nuevo, por una cuestión estacional “siempre hay faltantes, ya que la zafra de los terneros entra a los Feed Loots y sale en los meses de agosto, septiembre y octubre, por lo que el faltante siempre está a fin de año”, remarcando que en este año “está pasando lo mismo, sumado al problema que generó la sequía del año pasado”.
En cuanto al aumento en los precios del ganado en pie, Boyle señaló que “se está actualizando a valores que acompañan a la inflación. Yo, por un estudio hecho que tengo realizado en estadística de precio, a partir de noviembre del 2021 a noviembre del 2023, la hacienda aumentó un 135% y en dos años en este país la inflación fue más del 200% o el 160, el 180, así que acá hay un acomodamiento también en pesos. Por supuesto que encarece un poco la carne, pero yo creo que el mostrador estos días va a responder con menos compra y se va a estacionar en un valor donde el asado a fin de año lo tendremos entre 8 mil pesos y 10 mil pesos”.
Luego, el consignatario lanzo una crítica a quienes especulan con los valores a futuro de la carne vacuna, deslizando que “hay gente que ha salido a tirar números totalmente irresponsables, donde hablan de 25 mil pesos el kilo de carne. Eso es un absurdo total, es mentira. Así que esperemos que sea ese el número entre 8 mil y 10 mil pesos), que es un buen número para el productor y un número que, si hay aumentos de sueldo, se pueda comprar carne”.
En otro tramo, Boyle hizo referencia a lo que demanda la crianza del ganado desde la preñez de la vaquillona al bife en el plato, que “demanda tres años. Lo que tiene que hacer Argentina es recuperar stock, porque hace 40 años que estamos estancados con menos hacienda, no con más hacienda. Hace 40 años teníamos 60 millones de cabezas y hoy tenemos 53 millones. O sea que tenemos que recomponer el stock urgente”.