No será sencilla la tarea del DT. Es que el club del Parque Independencia tuvo un año por debajo de las expectativas y todo terminó con la salida de Gabriel Heinze, un proyecto inconcluso y afuera de toda competencia internacional. Para colmo de males, Central tuvo un año soñado y eso obligará aún más a los rojinegros a pelear por algo importante en la próxima temporada.

Larriera deberá definir cuanto antes el grupo de futbolistas con los que contará, aunque ya tiene que desactivar dos focos de conflicto: Armando Méndez y Gustavo Velázquez. Tanto el lateral uruguayo como el zaguero paraguayo son del agrado del entrenador que pensaba contar con ambos, pero problemas económicos podrían ser una piedra en el zapato.

El primero que encendió las alarmas fue Velázquez que, sin tapujos, afirmó en Deportes Uno, Radio Uno de Paraguay que la Lepra mantiene una importante deuda y de no solucionarse, dejará de vestir los colores rojinegros pese a tener contrato hasta 2025: “Tengo problema con el tema del pago, me deben dinero por la renovación, estoy cómodo en el club, pero si no se resuelve veo difícil seguir”.

El propio defensor confió que hoy se presentará a entrenar, pero antes quiere reunirse con el presidente Ignacio Astore y con el propio Larriera. De no llegar a buen puerto, su nuevo equipo sería Cerro Porteño.

Méndez está en la misma situación que su compañero y también hay clubes que pretenden quedarse con sus servicios. El ex Nacional no hizo declaraciones por el momento y habrá que ver si hoy tiene algún acercamiento con los dirigentes leprosos. Estudiantes de La Plata, sabiendo que muy posiblemente Leonardo Godoy sea vendido al exterior, es uno de los equipos que está atento a la resolución final.

Uno que ya hizo las valijas fue Facundo Mansilla, quien fue cedido a préstamo a Sport Boys de Perú que dirige el Negro Fernando Gamboa. Antes de esto, el juvenil firmó un nuevo contrato con la Lepra hasta 2025.

Además, el flamante cuerpo técnico sabe que la institución tiene que vender por lo menos un jugador y hay tres nombres en la “vidriera”: Ramiro Sordo, Brian Aguirre y Juan Sforza. Por el primero, Belgrano picó en punta y Newell’s vendería el 70% de su ficha deportiva, aunque también existen clubes del exterior que podrían estar interesados en el extremo oriundo de Las Rosas.

Aguirre, en tanto, no tuvo un buen campeonato y eso hizo que baje el número de consultas por sus servicios futbolísticos, aunque hubo sondeos de instituciones de Francia e Italia, sin oferta formal.

Por último, Sforza, otro de los que bajó mucho el nivel con Heinze, también podría cambiar de aire, aunque en este caso es más personal que deportivo. El jugador y su familia fueron blanco de muchas críticas por redes sociales y llegaron a amenazar a una de sus hermanas por los resultados que obtuvo la Lepra en el último tiempo.

Finalmente, dos históricos del plantel como Pablo Pérez y Lionel Vangioni correrían suerte dispar con el nuevo DT. A ambos futbolistas se les termina el contrato a fin de mes, pero Pérez no será tenido en cuenta y no le renovarán el contrato, mientras al Piri le ofrecieron la extensión del vínculo hasta diciembre de 2024. Si esto se concreta, la intención de Pérez es seguir jugando y estaría escuchando algunas ofertas del exterior como una de Estados Unidos y otra de Chile.

A todo esto, tanto Larriera como el nuevo director deportivo Ariel Michaloutsos deberán acelerar en la contratación de refuerzos para ir dándole forma a un plantel que ya arranca diezmado y pueden ser muchas más las bajas que las incorporaciones.

Newell’s inicia una nueva era. Con mucho menos brillo y optimismo que cuando llegó Heinze, con menos margen y más obligaciones. Habrá que ver si el club y sus protagonistas están preparados para asumir semejante desafío.