A la actual residencia en la ciudad española, María Elisa Picio llegó en agosto y anteriormente vivió en Suecia donde competía de lleno, pero no se sentía bien por el frío, la oscuridad y aspectos de la cultura, muy alejada de lo que estaba acostumbrada.
“Recibí una muy buena oferta de Alicante y me quedé. Viajo una o dos veces por mes a otros países a desarrollar clínicas”, contó la joven. “En Orange Padle, club nórdico con sede en España, recibimos una gran cantidad de extranjeros. Aquí me siento muy bien, es hermosa la ciudad, el clima es espectacular, en Torre Vieja llueve muy poco y la vida es mucho más económica que en Suecia”, relató.
La villaguayense obtuvo el título de profesora de Educación Física en el Instituto Superior de Enseñanza Artística de su ciudad natal y atravesó un provechoso aprendizaje y nivel en competencia con el deporte que la cautivó desde niña y decidió que fuese su objetivo en la vida.
“Hace unos días hablaba con mi hermano Andrés, sobre todo lo positivo que ha surgido para mi carrera profesional y me decía que ni pensábamos que eso iba a suceder cuando, en el club Sarmiento, jugaba con mi otro hermano Francisco y los chicos del barrio, algo que siempre recuerdo. Lo hacíamos con paletas de madera fabricadas por nosotros, usando la morsa del galpón en el fondo de la casa de mis padres”, comentó.
María Elisa recordó que, aunque los inicios fueron bastante duros, ya que era la única niña que jugaba pádel, lo hacía siempre con chicos, “eso me ayudó a sacar lo mejor de mí. Aquellos comienzos signaron algo bueno y próspero para mi vocación y profesión, porque nació sin pensar que iba a hacer y lo tomé como algo normal. Aún existen controversias en el ámbito deportivo sobre el tema de la igualdad de género. En mis inicios, a los 16 años me animé junto a mi mamá, que nunca hizo diferencias, y fuimos al club a pedir que me dejen participar de la práctica de ese deporte que por ese tiempo era solo para varones”, recordó. Y comentó que “cuando mi papá recorrió las canchas en Villaguay pidiendo que me dejaran participar de torneos, le decían que era chica y tenían miedo de pegarme con la pelota, aunque puede ser que también estaba escondida la posibilidad que no querían que les gane, porque a esa edad ya tenía mucha energía para llegar a definir pelotas muy difíciles”, dijo con una sonrisa.
“Quiero decir que estoy muy feliz de cómo se fue dando todo y la aceptación que se fue construyendo en mi participación en Villaguay, la provincia y el país. Todo sucedió en base a que me animé, mis padres me ayudaron, también mis compañeros, amigos y los cancheros, quienes se dieron una oportunidad para dejarme jugar y eso debo agradecerlo”, aseguró la deportista.
Con su decisión como pionera padlista en Villaguay agregó que “literalmente vivíamos en el club Sarmiento. Recuerdo que mi mamá nos ponía horarios porque era increíble, practicábamos cualquier deporte siendo niños, si no era fútbol, básquet, bochas y tantos otros, porque esa institución daba la posibilidad, sin dudas es y será el club de mi vida por siempre”, aseguró.
“No sé qué me pasó, me atrajo y gustó tanto el pádel, sin ser conocido para ese entonces, me resultó fácil de jugar, no era como el fútbol que teníamos que conseguir varios jugadores. Con mis hermanos y otra persona se nos facilitaba para practicarlo. Por eso los sueños si uno se esmera y no se rinde, aunque sea frase armada, es la salida para alcanzarlos”.
“Cuando hice el torneo selectivo en San Luis y gané la plaza para Palma de Mallorca, era la primera vez fuera de Argentina y cuando pisé suelo europeo y en especial España, me dije yo necesito estar acá, entonces era 2014, cuando hice el click me propuse hacer todo lo necesario para quedar en este lugar y acá estoy”, contó María Elisa. Y relató que “al momento de comprar el pasaje para Madrid, llegó una oferta desde Mallorca, donde estuve en 2014 formando parte del combinado argentino que disputó un encuentro Internacional con las Islas Baleares y España, conjuntamente con el Mundial de Pádel de ese mismo año; me fue bastante fácil cambiar a la hora de elegir a dónde ir, ya que había quedado totalmente fascinada con la isla”.
En otro momento del diálogo mencionó a su último sponsor argentino: “Lo quiero destacar porque pude hacer los contactos necesarios para llegar donde estoy ahora, a la marca Side Spin, de Emilio Forcher, con prestigio en el mundo del pádel y muchísima trayectoria. En Argentina me pude proclamar dos veces campeona nacional, de Tercera y Segunda categoría y varias veces campeona entrerriana. También pude estar en el puesto Nº17 del Ranking Nacional justo antes de volar a España, disputando muy pocas pruebas. Sin dudas, el poder formar parte del combinado juvenil argentino que vino al Encuentro Internacional llevado a cabo en Mallorca en 2014, fue uno de mis mejores logros”.
Finalmente, destacó la acción de “lo educativo en Villaguay junto a los clubes de barrio y el apoyo de los padres, que espero se continúe haciendo y mejorando día a día para darle el empujón a los deportistas. Desde mi experiencia sé que tuve la ayuda en el momento indicado, por eso hay que seguir invirtiendo en los deportistas. Hay un montón de talentos que se merecen una oportunidad”.