El juez de Garantías de Paraná en feria, dispuso este lunes revocar el arresto domiciliario que venía cumpliendo Diego Garcilazo, en el contexto de la investigación que se realizar para determinar qué responsabilidad tuvo en el crimen de Adrián Martínez, que fue ultimado de varios disparos por la espalda en un supuesto ajuste de cuentas por un asalto al negocio del imputado, ocurrido dos meses antes del hecho.
La audiencia que se realizó este lunes fue consecuencia de la que se realizó el domingo 7 de enero, en la que el acusado solicitó que se le cambie el domicilio en el que cumplía el arresto preventivo. El domingo, Garzón, tras escuchar al acusado y a su madre, que se ofreció como nuevo garante de la medida de coerción, decidió citar a la pareja y garante de Garcilazo para escuchar su versión del incumplimiento, puesto que Garcilazo reconoció que discutió con su pareja pero negó haber violado la prohibición de salir del lugar.
La mujer compareció ante el juez y fue determinante: “No lo quiero en mi casa”, dijo angustiada mientras recordaba que el sábado 30 de diciembre de 2023 discutió con Garcilazo, se fue del lugar para luego regresar a dialogar, pero, según sostuvo, el acusado se puso “violento” y la echó de la casa junto a sus hijos. La mujer manifestó que regresó a la casa porque Garcilazo le quitó el celular y no tenía dinero para un colectivo o un remis, por lo que volvió y pidió ayuda a vecinos y llamó al 911. Fuentes judiciales precisaron que Garcilazo, en la audiencia del domingo, reconoció la discusión pero negó haberse retirado de la casa.
Garzón le dio razón a Fiscalía, que estuvo representada por la fiscal, Patricia Yedro, que subrogó a su par, Laureano Dato, que el domingo solicitó la revocación del beneficio. Así, decidió revocarlo y dispuso el alojamiento de Garcilazo en la Unidad Penal Nº1, hasta el 8 de febrero, cuando vence la medida de coerción.
La hipótesis de Fiscalía sostiene que Garcilazo fue quien le disparó a Martínez por la espalda, por un supuesto ajuste de cuentas por el asalto a mano armada al local comercial del imputado, ocurrido el 25 de enero de 2023, de dónde los autores se llevaron entre 10.000 y 15.000 pesos y el celular de la hija del imputado.
Garcilazo cree que Martínez tuvo que ver con el hecho pero niega ser el autor del crimen y sostiene que el robo que se postula como móvil del homicidio, ocurrió dos meses antes del crimen.
