En la sociedad actual, dominada por los mecanismos del dinero, el arte emerge como uno de los baluartes de la conciencia individual y colectiva, un espacio desde donde el creador va más allá del mercado, para situarse ante su conciencia. Piccione es un destacado artista plástico, un extraordinario pintor y escultor, multipremiado y comprometido con la realidad. Piccione narra un recuerdo que lo sitúa ante un hecho político al relatar sus inicios en la pintura “fué una respuesta a imágenes de un fotoperiodísta corresponsal de guerra en Vietnam. Con total desconocimiento de materiales y procedimientos plasmé pedazos de carne y sangre en un lienzo preparado por mi madre en los 70’s”.
El artista Rubén Echagúe escribió sobre Piccione “su pintura conoció variantes tan dispares como el rigor dibujístico más estricto, la vaguedad de atmósferas luminosas a lo Turner o la homogeneidad de planos de color apenas modificados, sin que esto comprometiera jamás su alto nivel de artisticidad, así también los objetos que conforman Artificios dan cuenta de una calidad plástica encomiable”. Luego sigue: “Pertenece a una generación que emerge en los años ‘80, entre la resistencia cultural a la dictadura y la democracia recuperada, abrazando el renacer global de la pintura y eligiendo como precursor al modernismo del Grupo Litoral. Representa su propia región, mediante lenguajes contemporáneos que traduce a sus experiencias singulares”.
Maestros formadores
Piccione tuvo dos maestros que lo marcaron, “uno por una enseñanza tradicional, y otro por ser una guía sobre lecturas y construcción de la obra, el primero Marcelo Dasso me enseñó sobre veladuras y el oficio guiando la pasión”. Marcelo Dasso era un hábil colorista, y buen conocedor de la figura humana, investigó en diferentes técnicas pictóricas. Meticuloso dibujante y retratista, dominó la técnica del pastel. Fue Tradicional y académico en su concepto artístico. “Mi segundo maestro fue Roberto Ostiz, él me mostró que la libertad expresiva dentro de lo visual es posible”. Roberto Ostiz desarrolla una pintura de tratamiento plano, sitios íntimos sugeridos por un reducido número de indicadores espaciales. Utiliza todos recursos que permite el color empleando pocos tonos. Espacios calmos y vacíos de presencias, un clima metafísico.
Desde tu mirada artística ¿Quiénes estaban en auge en Rosario y la región en la década del ’70 y los 80s?
Eran años muy convulsionados, marcados por la dictadura civico-militar que nos encerró a todos, no sólo dentro de nuestro taller si no en nuestra cabeza comenzando así un largo período de incertidumbre egoísta respecto de la mirada del otro sobre la obra, esto repercutió en talleres de arte pero sobre todo en la facultad donde se pasó de historiar nuestros maestros a considerar a nuestros alumnos quedando mi generación como una generación de artistas desaparecidos sin desaparecer.
Aquellos Bárbaros
En el año 2018, en el Museo Castagnino se llevó a cabo una exposición titulada Aquellos Bárbaros, donde gran cantidad de artistas santafesinos expusieron sus obras en el intersticio entre el último período de la dictadura y el retorno democrático (1983) donde se produjeron importantes cambios en el ámbito de las artes visuales. Muchos artistas optaron por el silencio o la reclusión personal, y en aislamiento intentaron romper la oscuridad canalizando en imágenes sus sentimientos y percepciones. La obra realizada por Eduardo Piccione que se expuso en aquella muestra, se pueden vislumbrar “dos sillas vacías unidas por un hilo con panes colgados (el alimento primordial), donde las pequeñas escaleras (que, en ese juego mental absurdo, irreal y pintoresco conducen a las uniones del asiento) irradian un clima surrealizante. Evocando la pintura metafísica de Giorgio de Chirico en la Italia previa a la primera guerra, estas imágenes traducen distancia y extrañamiento. La exquisita técnica de Piccione nos permite ver, mediante líneas, formas y colores, distintos niveles de alienación y soledad en la naturaleza humana contemporánea”, cierra el catálogo. Piccione cierra: “La obra de arte en su multiplicidad reúne además tres categorías, lo político no puede desprenderse jamás de lo social, y la estética es justamente el resultado visual/sensorial de esa mirada”.
Despintar el blanco
Arnoldo Gualino escribió sobre Piccione “es un riguroso y sobrio pintor figurativo, construye una obra intimista compuesta de escasos elementos y rodeada por atmósferas densas misteriosas y envolventes. A lo largo de su carrera artística ha desarrollado una obra equilibrada, sin sobresaltos ni estridencias o artificios distractivos; alcanzando composiciones pictóricas sobrias. El objeto en la obra es el pretexto del artista. Gozando de amplia y profunda imaginación plástica creativa, no existen trucos ni fórmulas; una manzana, la mesa de noche, un trozo de pan, la botella, el caballete, pueden convertirse, en ángeles flotantes, o ser reabsorbidos por la gravedad del plano horizontal”.
Piccione acerca de su obra dijo: Mi obra ha ido cambiando, como fue cambiando mi visión sobre las cosas, siempre como decía el título del libro de H. Bergson mi obra está delineada por "Materia y memoria", agregando la intuición como elemento disparador. Luego cierra: “El arte no busca la satisfacción propia ni ajena, es un ejercicio que no se puede dejar de hacer, es como "buscar lo perdido sabiendo que nunca lo encontraremos". Algo que no se puede dejar de hacer, imprescindible, que nos marca, salpica, asusta y alegra”. Categórico en sus respuestas, Piccione asevera que si la obra ya está pintada en el lienzo, sólo hay que despintar el blanco para que aparezca. “El arte actual no puede soslayar la crisis política/económica mundial del capitalismo, y a esa confusión de utopías y olvidos, el arte contemporáneo da su respuesta, agrega más confusión pintada de colores”, concluye Piccione.
Salones, muestras y encuentros de pintura
Ha participado varias convocatorias ganando premios, becas y espacios en los medios, “pero lo más importante que he ganado han sido una cantidad increíble de amigos. Que no son inmortales pero renacen en cada obra que veo”, comenta Eduardo. En relación al mercado del arte en Rosario Piccione dijo: “Creo que más que funcionar, disfunciona, la época del coleccionísmo ha terminado (por lo menos en Rosario)”. Luego señala: “las instituciones como el Fondo Nacional de las Artes se convierten en algo sumamente importante para el desarrollo de proyectos artísticos con la diversidad de disciplinas y abarcando todo el país”. El Fondo Nacional de las Artes (FNA) es un organismo autárquico dentro del Ministerio de Cultura de la Nación, con sede en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Creado en el año1958 con el fin de prestar apoyo económico para fomentar actividades artísticas, literarias y culturales.
¿En qué estás trabajando, y cuáles son tus proyectos para el 2024?
Seguir estudiando escultura con pasión, hacer una muestra con obras de gran formato y sobre todo seguir pintando planos más allá de lo anecdótico de las formas.