El tramo entre Vera y Reconquista ya es considerado "zona de baches". La reciente reparación de los cráteres ya presenta roturas. Las banquinas fueron ganadas por las malezas.
Baches de todo tamaño, olas consolidadas y en proceso de formación, ondulaciones permanentes y marcada ausencia de demarcación horizontal configuran un combo que convierte a la traza de la Ruta Nacional 11 en una zona de extrema peligrosidad para la circulación vehicular.
Desde la capital provincial hasta el límite con Chaco se cuentan por decenas los cráteres criminales que persisten en la calzada vial, a pesar de las tareas de bacheo que ocasionalmente realiza Vialidad Nacional o alguna administración municipal en forma solidaria.
Desde la zona urbanizada verense en adelante se observan refulados que no avanzaron en repavimentación hasta el kilómetro 728; de ahí en adelante, la cinta asfáltica se presenta muy comprometida hasta sobrepasar el puente sobre el arroyo El Tigre con baches y sin pintura; la curva que sigue tiene como anfitrión a un pozo que va ganando en dimensiones.
Más adelante, llega uno de las aristas insólitas de esta zaga sin remedio: un cartel tapado por yuyos de casi dos metros con la leyenda “Peligro zona de baches” se erige equidistante entre dos depresiones de la ruta, que ya son viejas conocidas de los transeúntes y que obligan a circular por la mano contraria para evitar roturas y accidentes. La admisión explícita por parte del organismo vial nacional del estado de la vía no es más que el signo evidente de que la actual realidad no cambiará demasiado, por lo menos en el corto plazo.
A la altura del kilómetro 734 -12 kilómetros al norte de Vera- el cuadro se magnifica aún más con una suerte de mezcla de factores: un viejo refulado convive con baches, con la ausencia de señalización horizontal y banquinas que son una selva. Es el preámbulo de la zona de puentes que, otra vez, no cuentan con las líneas laterales ni centrales que marquen los límites de la traza. Ya se dijo, pero vale la pena recordarlo: de noche y en días de lluvia salir airoso del paso por el lugar es cuestión de suerte, cuando no un milagro…
En la zona del Paraje "Las Amintas" un "bidón reflectivo" alerta la presencia de un bache justo en una curva.
Deficiencias
En el ingreso a General Obligado la ruta continúa dinamitada, también adolece de la pintura que encuadra la zona de circulación. Las ondulaciones provocan que deba extremarse el cuidado en el manejo de autos, camionetas y camiones desde antes y pasado el acceso a Malabrigo.
Unos kilómetros hacia el norte, sorprende un hecho que es casi una afrenta: los trabajos de bacheo dieron resultado solo en algunos sectores; paradójicamente, en uno de los pozos de mayor envergadura se aprecia, con pesar, que el asfalto en frío utilizado no tuvo una aplicación uniforme y ahora en ese punto se generó un hoyo de 50 x 50 cms, con sus bordes en forma de canto. Una guillotina para ruedas y llantas…
Todo el paisaje caminero es un collage del tono de los grises producto de reparaciones que vienen de años atrás, que se superponen siempre con el mismo corolario, huelga decirlo. El auto va a los saltos, siempre a menos de 90 k/h. Frente a la localidad de Berna, la falta de mantenimiento de banquinas está produciendo que las malezas impidan detenerse por cualquier causa, y avanza rauda la formación de un monte.
Un bidón
En la curva sobre el Paraje “Las Amintas”, el ingenio popular dio forma a un dispositivo casero para alertar sobre la presencia de otro bache de la misma calaña que sus predecesores: un “bidón reflectivo” fue colocado al costado, con palo con bolsas y un envase de plástico en la parte superior .
Como despedida del tramo, un bache enorme y testimonial mete miedo tres kilómetros antes de la entrada a Reconquista. El paso por la ciudad -la denominada “travesía urbana”- no está exento de los mismos avatares, al punto que en varias oportunidades el Concejo Municipal emplazó a VN para soluciones las áreas con problemas.
En fin, más allá de algunos trabajos puntuales que se llevan a cabo en estos días por parte de alguna empresa contratada para mejorar el nivel transitabilidad queda claro que la problemática vial en cuestión necesita de soluciones más drásticas, de políticas de shock, para revertir tanto abandono.