Esta localidad del departamento La Paz se prepara para festejar sus 88 años el 11 de febrero, con un evento con entrada gratuita.
Colonia Avigdor celebrará su 88° aniversario con un gran evento cultural y gastronómico. El próximo domingo 11 de febrero, la localidad fundada por inmigrantes judíos en 1936 abrirá sus puertas a todos los visitantes que quieran conocer su historia, su cultura y sus sabores. La entrada será libre y gratuita.
El acto oficial se realizará a las 19, cuando se rendirá homenaje a los pioneros que llegaron desde Europa huyendo de la persecución nazi. Luego, se podrá recorrer la feria de emprendedores y gastronomía, donde se ofrecerán productos regionales, artesanías, comidas típicas y dulces caseros.
También habrá shows en vivo en el escenario principal, con la participación de artistas locales y de la zona. Los Hermanos Gotte, La Caravana, Pasión Campera, Ángel Khun, Elvira Pérez y Cocomoncho serán los encargados de ponerle música y alegría al evento.
La Comuna informó que se encuentra abierta la convocatoria para emprendedores/as y feriantes que quieran participar del festejo aniversario. Los emprendedores/as y artesanos/as interesados en participar de esta propuesta deberán comunicarse al 3438 40-5733.
HISTORIA
Avigdor cuenta con un patrimonio valioso y relevante, cuya peculiaridad está relacionada con la no pertenencia a la primera fase de la colonización establecida por el Barón Hirsch, mayormente desarrollada entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Testimonio de una segunda fase, Avigdor se fundó para cobijar principalmente a ciudadanos alemanes perseguidos por el régimen nazi, no solamente durante los aciagos años 1935 y 1936.
La Jewish Colonization Association C.A. (empresa fundada por el Barón Hirsch), ya poseía las tierras compradas en 1932 para pastoreo. Ante la necesidad de brindar refugio a los exiliados perseguidos, las tierras fueron loteadas para su colonización.
La histórica sinagoga, epicentro religioso de la comunidad, comenzó a construirse en 1937, y se encuentra emplazada en un predio que comparte con el “Centro Unión Israelita”. Entre ambas construcciones, se ubica un monolito con placas indicativas y conmemorativas. Las dos manzanas que ocupan en el centro del pueblo, constituyen el corazón espiritual de la comunidad de origen, que hoy convive con practicantes de otras religiones.
Fuente: La Sexta