La idea es vivir la costa del río Gualeguay a través de dos días de paleada tranquila, con campamentos agrestes de comida al fuego, entre otras actividades. Ese es el sentido de la Bajada del Río Gualeguay que se desarrolló por primera vez en 2003.
La Bajada del Río Gualeguay surgió cuando un grupo de palistas de Villaguay y otros amigos que se fueron sumando de distintos lugares de la provincia inauguraron esta convocatoria autosustentable en la que el objetivo es recorrer los 92 km de meandros y arenales (de sus 819 km en total que tiene el Gualeguay), que separan la Balsa San Justo, en cercanías de Villaguay, con el balneario Delio Panizza, en Rosario del Tala.
La práctica del canotaje de recreación cobra impulso en la tierra de los infinitos cursos de agua. Recorrerlos en botes a remo con acampes en porciones de naturaleza agreste constituye una experiencia amigable con el entorno que despierta pasiones. Una de ellas es la travesía en kayaks que cubre un tramo del río Gualeguay –que se organiza anualmente– fue reconocida por Diputados en la última sesión.
La Declaración de Interés fue promovida por los legisladores de Juntos por Entre Ríos y aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados y se fundamenta por “la persistencia en el tiempo, por la sustentabilidad de sus objetivos, por la amplitud de su convocatoria y por la riqueza de su experiencia”. El próximo fin de semana, los organizadores se preparan para una nueva edición.
La singladura propuesta comienza en la balsa a maroma San Justo, en cercanías de la Ruta 18. Allı́ se congregan los palistas en la tarde del primer dı́a, donde el grupo acampará y compartirá el primer fogón con el balsero Abel, quien ya cuenta 35 años de profesión balsero. Las siguientes dos jornadas, desde el alba hasta el atardecer serán de remo y paradas de descanso; a la mitad del recorrido fluvial se da el acampe agreste en alrededores del Raigón.
En el recorrido aparecen diversos arroyos: el Raı́ces (con su barra gigante y hermosa), luego el Altamirano, Obispo y Tala por su margen derecha; el Bergara, Villaguay Chico y Obispito por la margen izquierda.
La modalidad es una bajada en kayaks o piraguas donde cada palista se provee de lo necesario para vivir tres dı́as de agreste rı́o Gualeguay. Aunque es corriente a favor, la extensión del recorrido y ciertos rigores propios de la actividad no hacen de ésta una travesı́a para principiantes en el canotaje; es de intensidad media - alta y la convocatoria suele congregar a palistas con experiencia en lidiar con algunos rigores y falta de comodidades.
Si bien la idea es realizarla una vez por año, esta travesı́a no tiene fecha fija. Sencillamente porque se convoca cuando la vida y, fundamentalmente, cuando las condiciones del río lo permiten. Así lo ha dispuesto el río Gualeguay, espina dorsal entrerriana, cuando reciba a los amigos kayakistas el próximo fin de semana.