Hay más de 600 policías dispuestos para este domingo, desde las 19.45, cuando Rosario vuelva a vivir su máxima expresión pasional en un nuevo enfrentamiento de “leprosos” y “canallas”.
Como en cada clásico rosarino, en una ciudad que en los últimos años fue y es noticia por los hechos policiales, la seguridad es un tema muy importante. Y más en este caso, después de lo que ocurrió tras el triunfo de Central el año pasado, cuando Ivana, una chica que regresaba del estadio de Central a su casa, recibió un piedrazo en la cabeza y falleció. Se destinarán 645 policías para los traslados de los planteles, de los dirigentes y para las inmediaciones del estadio. Además, se dispondrá de un refuerzo en determinadas zonas de la ciudad para el post partido.
Es un domingo de clásico rosarino y hay poco para agregar. Todo el fútbol argentino ya está enterado de que se trata de un enfrentamiento pasional, sanguíneo, efervescente, volcánico. La ciudad se paraliza, los cardiólogos se preparan para hacer horas extras y el ambiente previo se pone tan tenso, que se torna casi irrespirable. Esta vez, el escenario del choque será el “Coloso Marcelo Bielsa”, en el Parque Independencia de Rosario. Y que sea allí, le pone un condimento especial a este nuevo derby. Los “leprosos” están obligados a ganar, después de casi 16 años sin poder festejar una victoria clásica en casa, sin contar por supuesto los tres años que Central estuvo en la segunda categoría. Precisamente a partir de esa desgracia deportiva que vivió el club de barrio Arroyito en 2010 y de su vuelta a primera tres años después, nació la impresionante racha de clásicos ganados y el invicto en territorio enemigo. Y encima Central llega a este encuentro con el título de último campeón del fútbol nacional, lo que le agrega más presión al universo “leproso”.
En cuanto a la actualidad de los equipos, el gran ausente será Ever Banega, el estratega de Newell’s que fue expulsado en la fecha anterior. En Central, preocupan los flojos números del conjunto de Miguel Russo jugando de visitante. En resumen, los dos entrenadores juegan al misterio y no confirmarán alineaciones hasta minutos antes del inicio del pleito. El árbitro de la contienda será Hernán Mastrángelo, debutante en el historial de este partido. La seguridad en la cancha y en las calles, después de lo que pasó tras el último clásico, es todo un tema a tener en cuenta.
PRESIÓN ALTA EN LA “LEPRA”
Newell’s está obligado a ganar, no hay eufemismos en este sentido. El equipo “rojinegro” necesita un desahogo grande en el historial de este duelo, una celebración ruidosa que tenga como epicentro el “Coloso” y que se disemine por toda la ciudad. La racha en contra, sobre todo jugando en el Parque, ya es demasiado pesada. La última vez que la “Lepra” tuvo un festejo así fue en diciembre de 2008, casi en la prehistoria del linaje del clásico rosarino. En Arroyito metió un par de piñas fuertes, como aquella del gol de Maxi Rodríguez en el minuto 93, pero en casa fueron más los besos a la lona que las paradas en el centro del ring.
Newell’s y el espectáculo tienen al gran ausente de este clásico. Ever Banega, el hombre de mayor jerarquía que llegó al fútbol argentino en el mercado de verano, se pierde de manera insólita este partido por la expulsión que sufrió en la fecha pasada, ante Estudiantes en La Plata. A partir de ese momento, se tejieron cientos de especulaciones sobre la mejor manera de reemplazar al ex mediocampista de Atlético Madrid y la selección argentina.
Ese misterio todavía no está develado. El técnico uruguayo Mauricio Larriera, debutante en el clásico rosarino, tratará de utilizar este percance a su favor, manteniendo la incógnita del once titular hasta último momento. El DT maneja varias opciones y algunas de estas implican un cambio de esquema táctico o una modificación estratégica.
El posible equipo “leproso” para el clásico sería: Ramiro Macagno; Armando Méndez, Gustavo Velázquez, Ian Glavinovich, Ángelo Martino; Rodrigo Fernández Cedres, Franco Díaz, Vangioni o Julián Fernández o Balzi o May; Francisco González, Brian Aguirre, Juan Ignacio Ramírez.
LAS DOS RACHAS “CANALLAS”
Rosario Central ha logrado en la última década algo que causa envidia en el fútbol argentino: sentirse cómodo en el enfrentamiento con el rival de toda la vida. Llegando bien, mal o regular, el conjunto de Arroyito, de 2013 para acá, siempre se muestra competitivo en este duelo, casi nunca es dominado en el trámite y casi siempre sale victorioso o se lleva algo del derby de la ciudad. Y ese estado de gracia, se debe en gran parte a la obra del director técnico que Central tendrá otra vez sentado en el banco: Miguel Ángel Russo.
El experimentado DT fue el que inició la impresionante racha a favor que registra Central en el duelo con Newell’s, a partir de aquel partido que su equipo le ganó al dirigido por Alfredo Berti, en 2013, cuando la “Lepra” venía de una época gloriosa de la mano del “Tata” Martino y amenazaba con prolongarla. A pura estrategia, Russo neutralizó a aquel equipo “rojinegro” exuberante y le ganó 2 a 1 en el “Gigante” de Arroyito. Después, Central fue al Parque y todos suponían que la “Lepra” iba a vengarse, pero el “Canalla” dio el golpe con aquella corrida y definición perfecta de Franco Niell ante el “Patón” Guzmán. Ahí nació la prepotencia “canalla” y el martirio “leproso” en los clásicos.
Russo, el que nunca perdió un clásico rosarino, otra vez es el encargado de delinear el mejor plan para evitar la alegría “rojinegra”. Como ocurre casi siempre, sobre todo cuando juega de visitante o cuando las cosas están parejas, primero diseñará una fórmula para neutralizar a Newell’s y después, con paciencia, irá viendo de qué manera puede lastimar y dar el golpe.
El equipo “canalla” que saldrá al césped del “Coloso”, con más de 40 mil personas gritando en su contra, tampoco está definido. El más probable es: Jorge Broun; Damián Martínez, Facundo Mallo, Carlos Quintana, Agustín Sández; Mauricio Martínez, Jonathan Gómez, Kevin Ortiz, Ignacio Malcorra; Maximiliano Lovera; Tobías Cervera. El colombiano Jaminton Campaz, gran figura en el Central campeón de la Copa de la Liga, sería la carta que Russo guardará en el banco.