Hace poco más de un mes faenaron un animal en los corrales de la feria. Ahora fue en un campo a escasos 8 kilómetros del pueblo. En ambos casos, la falta de energía eléctrica favoreció a los delincuentes. Al igual que la precariedad operativa de las fuerzas del orden.
Un nuevo hecho de abigeato puso en vilo a la comunidad rural de Matilde, donde un mes atrás delincuentes carnearon un animal en los corrales de la feria local. Ahora la víctima fue un conocido ingeniero agrónomo y productor, a quien le faenaron dos bovinos en un campo ubicado unos 8 kilómetros al sur oeste del pueblo.
Raúl López relató a Campolitoral que se encontró con la novedad el miércoles 6 de marzo por la mañana, cuando llegaron al establecimiento “La Frida” para iniciar la jornada laboral y hallaron los restos de dos bovinos que fueron prolijamente despostados en uno de los corrales, por lo que sólo quedaron tripas y patas.
Amparados por el aislamiento del lugar, que pese a estar muy próximo al casco urbano no cuenta con energía eléctrica, lo que hace imposible ni la iluminación ni la instalación de dispositivos de seguridad, los delincuentes ingresaron en un vehículo, realizaron la faena y desaparecieron sin dejar más rastros que los despojos de los animales y la infraestructura dañada.
El hecho despertó en López y su familia el temor de que se reedite una situación que sufrió junto a sus vecinos hace un tiempo, cuando en sucesivos hechos de este tipo los cuatreros se llevaron de la zona el equivalente a una jaula de animales. “Hace 10 años tuvimos una seguidilla; todos los meses nos carneaban a nosotros o a los vecinos y nunca agarraron a nadie; eso se cortó de un día para otro hasta ayer, que volvieron al barrio”, resumió.
Con total tranquilidad. Los delincuentes despostaron al detalle los animales, favorecidos por el aislamiento. Foto:Gentileza
El productor explicó que los malvivientes cortaron la cadena de la tranquera, entraron al campo en un vehículo, que ocultaron en un maizal tras cortar un alambrado. Luego juntaron los animales, los llevaron al corral, hicieron “el trabajo” y después “para no tener que pasar la carne por arriba del alambrado, cortaron los 6 hilos dobles, cargaron y se fueron”.