Casi dos décadas en el mundo del libro educan a Enrique Rey en el oficio. A cargo de Paradoxa Libros junto a su compañera Virginia, y a punto de culminar la tesis universitaria, es palabra autorizada para sumergirnos en el inagotable universo de las letras.
Se llama Enrique Rey, pero sus afectos y el mundo literario lo conocen como Quique. Tiene 41 años y desde hace 17 está en el mundo del libro, donde trabajó en distintas librerías hasta tener la propia junto a su compañera Virginia, Paradoxa Libros; un espacio que gracias a la gran variedad de géneros y títulos llegó a transformarse en librería de culto en el ambiente literario rosarino.
El respeto por Quique y su pasión por la lectura ecléctica lo llevan a participar del evento inaugural del ciclo de lecturas "Un lugar limpio y bien iluminado" que se realizará el próximo jueves 14 de marzo. Mirador Provincial mantuvo un diálogo con el librero donde contó el origen de su pasión, la importancia de la Ley del libro y de paso dejó algunas recomendaciones en la radiografía de su mapeo de lecturas actuales.
El origen de una pasión y un proyecto propio
-Desde hace 17 años recomendás libros y en la actualidad atendés tu propia librería, ¿cuándo nace el amor por los libros?
-A muy temprana edad, si bien en mi casa no había libros, tuve una abuela que era docente y me inculcó mucho el hábito de la lectura. En la secundaria, en mis tiempos libres, comencé a tocar los clásicos de la literatura argentina y latinoamericana. Visitaba mucho la biblioteca de la escuela y leía por las noches. Después vino la facultad, Rosario y eso fue una apertura al mundo del libro desde otro lugar.
-¿Hay algún autor bisagra en tu vínculo con la lectura?
-Son varios, sobre todo de filosofía que es un género que me gusta mucho. Nietzsche fue un antes y un después en mis lecturas lo mismo que el psicoanálisis de Freud, después de eso nada tuvo vuelta atrás.
-¿Cómo fueron los orígenes de Paradoxa?
-Surge muy rápido y fue un poco inesperado. Yo llevaba diez años trabajando en librerías y nació la idea de hacer algo nuevo con Virginia, mi compañera. Nos preguntamos en el año 2017: "¿Tenemos un ahorro, qué sabemos hacer?"
Hablamos con amigos y conocidos, lo llevamos adelante. Hoy nos enorgullece de sobremanera.
-Rosario se caracteriza por tener una fuerte movida literaria, tanto en poesía como en narrativa, ¿por qué Paradoxa llega a convertirse en una librería de culto para los rosarinos?
-Creo que es por la variedad, el trabajo de curaduría y catálogos en la selección de títulos y autores, autoras, temáticas. En gran medida nos eligen por eso y por la atención personalizada. Esos son los fuertes de las librerías, Rosario es una ciudad que tiene un variado mercado de librerías y de grandes colegas, entonces para nosotros es un desafío constante sostener la buena atención y el servicio en el mostrador.
-¿Recordás cuál fue el libro más extraño que llegó a la librería?
-Hay varios, cada mes con las novedades entran rarezas que las comentamos con los chicos cuando se les da el alta de stock, no sé si podría acordarme de alguno. Hay uno que se llama "Diario de hábitos atómicos", que supuestamente era el diario de un libro que se vendió mucho, que se llamaba "Hábitos atómicos" y me llamó la atención porque al abrirlo justamente era un cuaderno rallado para que la gente que había leído "Hábitos atómicos" anote sus hábitos en un diario de hojas ralladas.
Un mapeo de lectura
-¿Hay un libro que te arrepentís de haber leído?
-No soy de arrepentirme de las lecturas, me pasa lo mismo con el cine y la música. Hay cosas que te llegan más que otras y todas en alguna manera nos dejan algo. El recorrido siempre resalta los autores y obras que más te llegan, no las que menos. Por ahí me pasa de encarar un libro con ciertas expectativas, pero eso es más cosa mía que lo que el libro tiene para ofrecer.
Creo que cada lectura tiene que ver con una etapa de la vida donde era alguien y después fui otra cosa. Es parte de aceptar ese continúo cambio de las subjetividades que muchas veces está atravesado por las lecturas de distintos momentos.
-¿Qué autores estás leyendo en la actualidad?
-Me encuentro leyendo mucho material para mi tesis de grado, que tiene que ver con guerra política en la modernidad. Estoy trabajando con un autor que me voló la cabeza, Reinhart Koselleck. Es un autor alemán del siglo XX que tiene una lectura de la modernidad a partir de analizar el cambio semántico de los conceptos filosóficos y políticos. También estoy leyendo Elías José Palti, Lévi -Strauss, mucho material sobre la Ilustración que es el contexto de mi tesis, y todo lo referido a lo político, desde Carl Schmitt a Carlo GalIi.
Los clásicos de la teoría política, como Maquiavelo ("El príncipe de la guerra", "Historia de Florencia"), o la sociología de Foucault, Boudier, son grandes autores que me han atravesado.
The Game de Baricco es una especie de crónica de la revolución digital que estamos viviendo, un ensayo que me gustó mucho. La historia de la economía también me apasiona, con autores como Mario Ropoport, al igual que el psicoanálisis y la filosofía. Gilles Deleuze es un autor que me ha marcado con su libro "¿Nietzsche y la filosofía?". Un antes y un después en mí que me ha perseguido durante años. Jacques Derrida y sus lecturas me abrieron el pensamiento junto a los filósofos contemporáneos como Gadamer.
Me gustan mucho las lecturas sobre las historias de las religiones como la obra "Historia de las creencias e ideas religiosas" de Mircea Eliade o Joseph Campbell.
Después mi formación me llevó a leer mucha historia de Argentina, sobre todo la historia relacionada con el siglo XX y el peronismo. Me atrapa el género biografía histórica, como "La biografía de San Martín" de Elsa Beatriz Bragoni. Es un libro interesante, que cuenta el entramado político de Mendoza, el espejo con el Río de La Plata y la etapa de San Martín como gobernador y militar que prepara el proceso hacia los Andes. También la historia mundial y europea, las relaciones internacionales sobre todo contemporáneas, la ilustración y los clásicos de la literatura.
"Ficciones" de Borges es un libro que hay que volver siempre, Leopoldo Marechal y su "Adán Buenosayres" o Manuel Gálvez.
Me gustan los autores polémicos, Sarmiento por ejemplo no se condice con muchas cosas de las que yo pienso, pero es un escritor al que siempre vuelvo.
La literatura norteamericana con los cuentos de Hemingway. De joven leía más literatura, actualmente me fui al ensayo, lo disfruto más.
Kafka, con "El Proceso" y "El Castillo" los he atravesado. El "Ulises" de Joyce es un bodoque interesante. "Viaje hacia el fin de la noche" de Celine me encantó. Celine es un autor políticamente muy incorrecto por su adhesión al nazismo, pero ese libro marco toda una generación en el siglo XX.
En general soy un lector ecléctico, paso de una temática a otra.
Sobre la Ley 25446 del Fomento del Libro y la Lectura
-Mucho se habló en diciembre sobre la derogación de la Ley 25446 del Fomento del Libro y la Lectura, ¿qué impacto tendría la medida en las librerías que no responden a las grandes cadenas?
-Nosotros estamos a favor de la ley del libro y entendemos que la ley lo que hace es cuidar el mercado del libro. En Argentina hay un mercado de mucha variedad y trabajo de pequeñas y medianas editoriales que tienden a descubrir autores y autoras a lo largo y ancho del país. Estas editoriales hacen el laburo de curaduría, edición, trato personalizados y son el escalón inicial que todo autor y autora hace antes de consagrarse y llegar a una editorial grande. Entiendo que de derogarse esa ley, muchas editoriales pequeñas y mediana al igual que librerías pequeñas y medianas podrían peligrar su existencia. Esto llevaría a una concentración de las grandes cadenas que por ahí no les interesa trabajar tantos catálogos en profundidad, sino las novedades y bestsellers que se venden en el momento, satisfacer esa demanda y punto. Esto termina afectando la oferta del libro.
-El próximo jueves 14 de marzo vas a estar en el primer encuentro del ciclo de lecturas "Un lugar limpio y bien iluminado", ¿cuáles son tus expectativas?
-La expectativa es muy buena, nos pareció interesante la propuesta que nos hicieron, los autores, autoras que van a asistir y por sobre todo, la idea de hacer comunidad. Poder encontrarnos en un lugar físico, intercambiar lecturas, ideas, pensamientos. Es un convite al cual no se le puede escapar. No tengo dudas que la vamos a pasar bien.