Andrés Olgiatti Antolín es músico, poeta y dibujante. Desde 2008 forma parte del sello discográfico LAPTRA de la ciudad de La Plata con el cual editó diversos álbumes. “En cierta época me sentí testigo y un poco partícipe de cierta efervescencia cultural de la ciudad de La Plata que años después fue llamada Indie”, dice Antolín sobre su paso por la escena platense. Su paleta de hobbies es bien variada “Poemas, guiones de cómics y letras de canciones vienen de la misma fuente, el mismo cuaderno de notas, que va nutriendo un poco a todo”. Con casi dos décadas girando con su música dice “Técnicamente hay una evolución enorme y eso se debe más que nada al trabajo de Ezequiel Rivero, que produjo todos los temas, de todos modos, no me siento alejado del sonido low-fi del primer disco”.

Condenado Al Siglo XX

El disco, según Antolín está enmarcado en el Siglo XX, porque “marcó el paradigma que estructura nuestras vidas actualmente, y quizás nos lleve más décadas comenzar a vislumbrar nuevas formas de ver el mundo”. Luego agrega; “Es una oda a la juventud como forma de eternidad, y que metafóricamente se cierra en la forma geométrica del cubo, la habitación (el dibujo de la tapa), como metáfora de algo terminado, un siglo cerrado pero que sigue siendo un hogar para muchos, cultural e ideológicamente, y también una cárcel que nos limita, una estructura de la cual es difícil de escapar”.

Respecto a las letras, “hubo un deseo de dejarme llevar por los caminos que me interesa recorrer, que tienen que ver siempre con temas que ya venía trabajando en mis discos anteriores, como el paso del tiempo, la soledad y la idea de desierto como página en blanco de los sueños de la humanidad” comenta al músico. Después dice “mudarme a Neuquén hace algunos años influenció en cierta medida el enfoque de algunos temas. Se volvió todo menos "pop" en cuanto a la poética, y nació un interés por retratar la vida en relación a la presencia de elementos naturales y paisajísticos. El vacío fue ganando lugar”.

Videojuego

El interés surge al comenzar a trabajar el arte de tapa a partir de una investigación sobre la estética de las primeras aventuras gráficas de los años 80s. Siempre tuve un interés por los videojuegos pero nunca había ido tan atrás en sus orígenes y me sorprendió esos primeros intentos, entre poéticos y rudimentarios, con esos dibujos a 3 colores y fondo negro, programada para las primeras computadoras hogareñas. Me interesa lo que se puede hacer con tan pocos recursos, generalmente encuentro poesía ahí. La influencia mayor surge principalmente de los juegos Mistery House y Serenia, creados por Roberta y Ken Williams de Sierra Games. A partir de esa tapa surge la posibilidad de hacer un videojuego muy simple, que finalmente se fue complejizando con la ayuda de la programación de Ezequiel Rivero, también productor del disco.

-Repasando tu carrera,  publicaste libros de poesía y cómics. ¿Qué temáticas abordas en ellos? ¿Cómo se integran con tus letras de canciones?

-Digamos que tanto poemas, guiones de cómics y letras de canciones vienen de la misma fuente, el mismo cuaderno de notas, que va nutriendo un poco a todo. Así que no es difícil encontrar frases de canciones en algunos libros y, al revés, fragmentos de poemas en algunas letras de canciones. Siguen un mismo camino, aunque varíe la forma, pero yo lo veo siempre como partes de un todo que se complementan entre sí.

-En muchas de tus letras hablás de la nostalgia, de la juventud, de la añoranza, belleza de la quietud. ¿Qué te atrae de esos tópicos?

-Me interesa en general una temática emparentada con el Romanticismo en relación a cierta subjetividad, la experiencia individual y el inconformismo frente a la realidad, la nostalgia como reflejo de un quiebre interior, el pasado como algo que siempre está vivo y va cambiando. La quietud en el sentido en que se opone al caos de la época, la aceleración de todo. Y a la vez la quietud en la naturaleza también sugiere caos y rebelión, me interesa ese contraste.

-¿Te sentís parte de la tradición del indie Platense? (Valentín y los volcanes, 107 Faunos, El Mato, Mostruo, Sr. Tomate, etc)

-En cierta época me sentí testigo y un poco partícipe de cierta efervescencia cultural de la ciudad de La Plata que años después fue llamada Indie. Fue un momento importante de mi vida y el más creativo para mí, me ayudó a destrabar ciertos aspectos y ganar confianza para por fin concretar mis proyectos. De repente me encontré rodeado de personas con grandes impulsos creativos y un modo colectivo de actuar. Aprender de la comunión de las bandas fue algo importantísimo, a pesar de que siempre seguí un camino solitario, pero ese intercambio fue fundamental para poder quitarme el velo en varios sentidos y sobretodo no tenerle miedo al "hacer" y creer en el trabajo colaborativo.

-De tu primer disco Buen Finde al último Condenado al Siglo XX ¿Qué aspectos has mejorado (composición, letra, mezcla, arreglos, etc)

-Técnicamente hay una evolución enorme y eso se debe más que nada al trabajo de Ezequiel Rivero, que produjo todos los temas, los instrumentó y encontró la mejor forma de representarlos. De todos modos, no me siento alejado del sonido low-fi del primer disco, si no que cada vez valoro más haber conseguido un sonido así con tan poco, y eso se debió mucho al trabajo de Reno González, productor de ese primer disco. En cuanto a la composición, veo más audacia y descaro en las canciones de Buen Finde, que le daban también cierta frescura a pesar de tener cosas de más o de menos, partes "rotas" o sin terminar. Quizás los nuevos temas tienen un cuidado y maduración mayor, pero restan tal vez en esa desfachatez propia de la juventud que puede llegar a lugares más locos o insólitos.

-¿Las tapas de los discos son todos dibujos tuyos? ¿Qué aspectos del dibujo te atraen a la hora de diseñar?

-Sí, la mayoría de las tapas son de mi autoría. Las primeras son un poco impulsivas, las hice sin pensar demasiado, son como bocetos inacabados, como las canciones. En las últimas tienen más trabajo y maduración, cada línea debe representar algo concreto. Casi todas tienen cierto elemento humorístico. En muchas usé referencias, ya sea de películas o videojuegos (como es el caso del primero y el último disco que comparten una referencia a dos juegos de video). En general siento que tienen que tener algo divertido, y por lo general relaciono esa diversión a representaciones figurativas pero que rozan también una abstracción caricaturesca.

-¿Planes para salir a tocar en Santa Fe?

-Hay algunos proyectos para tocar en Córdoba este año, y siempre está la idea de Rosario y Santa Fe que son ciudades con las que me siento muy cómodo y con las que tengo un vínculo directo con muchos artistas locales. También está la idea de presentar el disco en Buenos Aires primero. Ya veremos.

Biografía

Antolín es el proyecto solista de Andrés Olgiatti, músico, poeta y dibujante. Desde 2008 forma parte del sello discográfico LAPTRA de la ciudad de La Plata con el cual editó diversos álbumes como “Diarios íntimos del futuro” (2009), “El susurro de las estrellas” (2013), “Cajas de cereales abiertas sin premio” (2014) y “Paraíso cancelado” (2018), entre otros. Su último lanzamiento es “Ladrón de almuerzos” (2022), sencillo adelanto de su próximo disco. Participó recientemente del compilado homenaje al músico Daniel Melero “Toxo es hermoso” producido por el sello Arkonte Records y de “Prom Fest 2020” compilado del sello español Jeanne d’Arc. Desde 2018 lo acompañan en vivo la agrupación de músicos Las Maestras suplentes conformados por: Ezequiel Rivero, Patricio Jones, Andrea Guzmán, Raquel Luco y Gastón Olmos. Actualmente Antolín vive en la ciudad de Neuquén desde donde desarrolla diferentes proyectos multidisciplinarios.

Contacto

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