Ante la detección de ninfas en cultivos de soja, señal de que el insecto se estaría reproduciendo en el lugar, desde Senasa recomendaron a productores y técnicos prestarle atención cuando monitoreen cultivos en busca de otras plagas.
La detección de ejemplares adultos y ninfas de langosta sudamericana en lotes de soja del Departamento 9 de Julio motivó la reacción de particulares y técnicos en el control del insecto durante los últimos días. Desde Senasa consideraron que no hay elementos para disponer un alerta, pero sí recomendaron que se tenga en cuenta al acridio cuando se monitoreen cultivos en busca de otras plagas.
El miércoles 13, integrantes del Equipo Regional Santa Fe del ente sanitario reportaron algún foco de “complejo de tucuras”, pero no de tucuras quebracheras (Tropidacris collaris), ni de langosta voladora (Schistocerca cancellata), durante el trabajo de monitoreo en campos ganaderos (montes, banquinas y pastizales), lotes de soja y algodón de los distritos de Santa Margarita, Gregoria Pérez de Denis y Gato Colorado. Al día siguiente, ante un aviso en zona Colonia La Avanzada se vistió el lugar y se confirmó la presencia de tucuras (correspondientes al “complejo de tucuras”), así como también de langosta voladora (Schistocerca cancellata) en estadíos adultos (voladoras) y ninfales (N5), algunos incluso más pequeños (N2), “lo cual indicaría que los nacimientos se han producido en el lote y/o cercanías”, indicó el parte.
Marcos Maldonado, técnico de Sensa NO Santa Fe (Villa Minetti y alrededores), indicó a Campolitoral que “efectivamente constatamos en un lote de soja que no sólo había langosta voladora (estado adulto) sino también de estadíos ninfales (inmaduros) en una cantidad que no es para alarmar pero sí para tener en cuenta”.
Al respecto, sostuvo que la existencia de ninfas en un cultivo “indica que hubo nacimientos o en el lote o en cercanías”, por lo que el hecho amerita atención. La población hallada, comparativamente con la “zona acridiógena típica” del norte del país, “no es para alarmar, pero sí tener en cuenta”, remarcó.
Maldonado relató que se hizo una aplicación de control en el lote y se constató la efectividad de la aplicación, con buenos resultados en langosta adulta y ninfas. “Esto no quiere decir que en los demás lotes y en otras zonas no exista”, aclaró, pero eso se sabrá en los próximos recorridos por las rutas de acridios de la región. Así se definirá “si esto fue un foco puntual o que ya hay reproducción zonal de la langosta”.
Por ello, a modo de mensaje para productores, indicó que al haber nacimientos en la zona es pertinente que se tenga en cuenta a la langosta sudamericana cuando se realizan los monitoreos de otras plagas. “Sobre todo por estadíos inmaduros, porque indicaría la presencia de nacimientos locales”.
El técnico explicó que las rutas de acridios surgieron tras las mangas que llegaron a la región desde el norte del país (Formosa y Chaco) y Paraguay en 2017. Son los rumbos que siguieron aquellas poblaciones y sobre ellos se realizan recorridos periódicos en busca de ejemplares remanentes. “Lo que se hace es la vigilancia específica de esta plaga”, dijo, sobre esos caminos donde ya hubo mangas y podrían haber quedado reservorios de reproducción. Se controla “que resurjan o quede un remanente, porque no siempre se puede controlar el 100%”.
Al respecto, explicó que la plaga es muy movediza en estado adulto y la ventana temporal de control es muy chica. “Muchas veces una manga no se puede controlar porque hay poco tiempo para aplicar y si se dan las condiciones levanta vuelo y se desplaza nuevamente”.
El objetivo de transitar periódicamente estas rutas es hacer un seguimiento de los adultos que persisten en la zona y estudiar su evolución. “Se revisan periódicamente, en el 9 de Julio hay una ruta que llega hasta San Cristóbal, y se trabaja con técnicos de Santiago del Estero y Chaco”.