La diputada provincial Gabriela Lena es la autora de un proyecto que propone la incorporación del formato digital como opción para las recetas médicas.
“Establecer que la prescripción de medicamentos pueda ser redactada y firmada en una receta electrónica o digital por los profesionales de la salud”, es el texto del primer artículo de un proyecto de ley que presentó en la Cámara baja, la diputada provincial, Gabriela Lena (JxER).
En el texto presentado remarca que con esto se busca “mejorar la calidad del cuidado de los entrerrianos, acrecentar la seguridad del paciente y simplificar los procesos administrativos”.
La iniciativa propone que los servicios de farmacia y establecimientos de salud deben suministrar los medicamentos prescriptos en cualquier formato de receta vigente, ya sea en papel, digital o electrónica.
Determina que la autoridad de aplicación es la Secretaría de Modernización que, “coordinando su accionar con las autoridades competentes, podrá realizar convenios de colaboración y coordinación necesarios con las asociaciones, federaciones o representación médica y colegios o representantes de farmacéuticos a los efectos de hacer ejecutable el objeto previsto esta Ley”.
Asimismo, el proyecto da precisiones sobre la información que deberá constar en la receta y que “los medicamentos deben ser dispensados en cualquier farmacia del territorio provincial”.
A las farmacias “les corresponde llevar los siguientes registros o archivos digitales en forma legible, sin alterar el orden de las recetas despachadas y lo que establezca la autoridad de aplicación, asegurando la inalterabilidad de los registros: recetario; contralor de estupefacientes; contralor de psicotrópicos; solo prescripto por el especialista, inspecciones; y otros registros o archivos digitales que la autoridad competente estime pertinentes”.
Para una mejor adecuación del servicio el profesional de la salud podrá enviar en forma directa o indirecta la receta electrónica y/o digital a la farmacia convenida con el paciente.
La legisladora argumentó que la utilización de este tipo de recetas “nos brinda diferentes beneficios como mayor legibilidad, una validación más segura, la posibilidad de que el médico se comunique directamente con la farmacia y se evite el ir y venir de los pacientes por diferentes razones desde la poca legibilidad hasta la falta de producto, que implica una nueva visita al médico o al menos ir más de dos veces por la misma consulta, en este punto es indispensable poder cuidar a los adultos mayores, que a la hora de realizar este tipo de trámites les cuesta un poco más”.