El show en La Florida, un sábado a la noche, marcó un quiebre en el USA Tour 2024. Los fanáticos deliraron con la cumbia en la capital del sol.
MIAMI, Estados Unidos (Enviados Especiales).- Uno es respetuoso con New York, New Jersey o Virginia. Pero este show de Miami, sin dudas, marcó un antes y después para el USA Tour de Los Palmeras, recorriendo varias ciudades americanas. En el corazón de la noche en la capital del sol, Los Palmeras irradiaron magia como nunca con su cumbia. Miles de fanáticos (argentinos radicados, turistas argentos, latinos, norteamericanos) saltaron, cantaron y bailaron como podían la música popular de los santafesinos.
En la zona de Brickell, donde nació “la nueva Miami” de la post pandemia, Los Palmeras hicieron de las suyas. Afuera, con un poco de rap, hip hop y/o reggaetón, desfila una Ferrari, varios modelos de Porsche y coches casi de F1. Adentro, suena fuerte el himno de Los Palmeras. Ya lo dijimos, acá ya son “The Palmers”.
El ritual de la foto o el típico “¿podemos mandarle un video a mi viejo que está en Argentina?” demora la cena. Se fue una jornada larga, que arrancó con el vuelo Virginia-Miami, poco de hotel, probar sonido y cantar. No les importa, les encanta cantar. Son grandes los dos líderes, Marcos y Cacho, pero nunca se quejan de nada. Curtidos de tantas noches en rutas sin luz por los pueblitos de Argentina, hoy disfrutan de las luces de Miami, la capital del sol.
“¿Sabés cuántas Navidades y Noches-Buenas de Fin de Año nos agarró en medio de una ruta estando solos?. El ritual era el mismo, lejos de la familia: parar el micro, abrazarnos y seguir al lugar del show. Hace algunos años, tomamos una decisión: no tocar más en las Fiestas y quedarnos con los afectos”, cuenta cansado pero feliz Marcos en charla con El Litoral. Con los años llegaron hijos y nietos; por lo que la decisión de ese “last dance” en fechas especiales está más que justificado.
“Cacho” dice que, con el respeto a Messi, lo dejó mudo conocer a Di María. Marcos recuerda un show en La Patagonia, frente al mar, “donde todavía está llegando gente”. Y así, en medio de una noche en Miami que nunca tiene final, hay cansancio pero felicidad. Es “deber cumplido” y mucho más. A ellos mismos los superó tanto amor latino (se descuenta el argento) tan lejos de casa.
Por eso, el “The Palmers” en Estados Unidos deja de ser slogan para transformarse en realidad. Y porque Miami lo confirmó: ¡Los Palmeras…de Santa Fe al mundo!. Dale que va.