La agrupación esgrime públicamente que trabaja en una medida cautelar para poder insertarse en la ciudad. La postura oficial: “No deja de ser llamativa la insistencia para desafiar a las autoridades y hacerse del control de la calle”.
Desde hace unas semanas que llegó la noticia a Rosario de que el Sindicato de Trabajadores de la Vía Pública quiere hacer pie en la ciudad, pese a que desde el Ejecutivo afirmaron que no se producirá el desembarco. En este contexto, el secretario adjunto del gremio anunció que presentaría un amparo, pero que antes les gustaría reunirse con la Intendencia, algo que, según confirmó a Mirador Provincial el secretario de Gobierno, Sebastián Chale, descartó por completo.
“Nosotros como municipio presentamos ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia y la Secretaría de Trabajo de la Nación para que no haya reconocimiento de ese Sindicato, porque no existe actividad laboral a representar a través de organización gremial. Esto lo sostenemos”, señaló.
“Y con relación a la actividad nosotros estamos actuando diariamente e intensificando los fines de semana junto a la policía y las áreas de control. Creemos que es lo que hay que hacer. Nada cambia con esta novedad, pero no deja de ser llamativa la insistencia para desafiar a las autoridades y hacerse del control de la calle, pero no es nada a lo que estemos acostumbrados también”, concluyó.
Lejos de frenar su intento de la llegada a Rosario, el sindicato redobla la apuesta y esgrime públicamente que el Departamento de Legal y Técnica del Sindicato está trabajando en una medida cautelar no solo ante la Municipalidad de Rosario, sino también para las comunas que intenten impedir un mandamiento de la Constitución, como es el 14 Bis.
Según trascendió, el gremio pretende instalarse en la provincia de Santa Fe empezando por Rosario.
“El sindicato pretende instalarse en la provincia. Empezamos por Rosario porque es una ciudad emblemática. Esta semana teníamos pensado hacer la asamblea constitutiva, pero decidimos postergarla para tratar de llegar a un diálogo con las autoridades municipales”, remarcó Valdés.
Cómo se llegó hasta acá
En la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, se creó el primer sindicato de trapitos del país con el liderazgo de un ex barrabrava de Estudiantes. Ante este hecho, el secretario general de la Municipalidad, Miguel Angel Tessandori, advirtió su temor de que ese agrupamiento intente hacer pie en Rosario.
En este contexto, la Municipalidad de Rosario comenzó a arbitrar “los medios necesarios” para impedir dicha iniciativa en la ciudad, algo que está generando preocupación en el círculo chico del gobierno local.
Anunciaron públicamente que Rosario notificará su posicionamiento a los ministerios de Trabajo de Nación y Provincia, así como al Ministerio Público de la Acusación y el Ministerio de Seguridad provincial, para evitar cualquier tipo de reconocimiento.
Según informó en redes sociales el secretario de Gobierno, Sebastián Chale, enviará distintas misivas a otras áreas gubernamentales, para prevenir y dejar en claro el posicionamiento de la ciudad en relación con el tema. “No se puede sindicalizar una actividad que está ligada con el delito”, expresó.
En la misiva que se envía a Nación se da cuenta de que: “Le solicitamos que -a todo evento- se abstenga de intervenir en cualquier solicitud o acto impulsado por este autodenominado Sindicato de Trabajadores de la Vía Pública”. Este documento será enviado luego al Ministerio Público de la Acusación (MPA) en caso de que dicha acción persista.
El municipio está aplicando todas las armas con las que cuenta para evitar el arribo de este sindicato. “Tenemos un Código de Convivencia que no permite esta actividad y mucho menos colegiada. Entendemos el momento difícil en el que estamos, pero no se puede sindicalizar una actividad vinculada con la extorsión y violencia”, había remarcado Tessandori.