Osvaldo Martinez y Oscar Scaglia son de El Trébol. Lograron escapar de los torpedos y ser rescatados de altamar. Esta ciudad también tiene un héroe, Daniel Romero, que no pudo salvar su vida y tiene su tumba en el Atlántico Sur.
El 2 de mayo no es un día más en Argentina, pero mucho menos, en la ciudad de El Trébol. Si bien algunos poco memoriosos, se rascan la cabeza pensando que pasó en esa fecha, la historia dirá, que a las 16.02 hs. de un 2 de mayo de 1982, el primer torpedo del submarino británico HMS Conqueror, impactó contra la sala de máquinas del ARA General Belgrano hiriéndolo de muerte.
El segundo torpedo, arrancó la proa del buque, en el que había tres tripulantes de la ciudad de El Trébol: Daniel Romero, Oscar Scaglia y Osvaldo Martinez.
Romero, no sobrevivió a los impactos. Martinez y Scaglia, lograron salir con vida y salvarse en las balsas que el buque tenía para casos de emergencia.
“Esta fecha es la más triste. Perdimos 323 héroes y compañeros y fundamentalmente a un amigo de El Trébol como Daniel Romero. Queremos recordarlos a los caídos y tenemos que seguir contando lo que vivimos”, dice Osvaldo Martinez.
En la ciudad de El Trébol, una plazoleta, en pleno centro de la ciudad, recuerda al héroe de Malvinas local. Se llama Plazoleta Cabo 1º Daniel Romero y en ella, está pintada sobre un muro, la imagen del crucero.
Dolor que persiste
Tras colocar una ofrenda floral a la misma hora que impactó el primer torpedo, un ritual de cada año en El Trébol, Rubén “Cachito” Romero, hermano del desaparecido Daniel, señala: “Hoy es el día que más duele. Me lo dice siempre Cecilia (Kek), la mujer de mi hermano. Ese día trazó mucho nuestra vida, la mía, la de mi papá y la de mi mamá. Ella – Cecilia - me llama siempre por este día. Daniel era feliz en ese navío. El hizo la secundaria en San Jorge y cuando volvió a casa miraba los fines de semana miraba en una tele blanco y negro la propaganda de la Escuela de la armada y decía “ahí quiero ir, papi”.
Daniel, fue militar de vocación. Osvaldo y Oscar, eran conscriptos convocados a la guerra.
Rubén no puede ocultar el dolor de una herida que año a año sangra en esa fecha, que según asegura, duele más que la del 2 de abril. “El 2 de abril se siente, pero el 2 de mayo es terrible”, susurra.
El momento de los torpedos
Por su parte, el otro sobreviviente del hundimiento del buque, Oscar Scaglia, manifiesta: “Recuerdo ese primer impacto a las 4 de la tarde. Estaba por tomar guardia de 4 x 8 El torpedo no pegó a cualquier hora. Fue el horario elegido por el enemigo para atacar, justo en el momento del cambio de guardia donde hay más confusión. Yo estaba en la cubierta por ir a la torre 2, cerca de proa. Me tomó afuera, del lado donde entraron los torpedos. Yo estaba arriba, en cubierta. Si estaba adentro hubiera sido difícil de salir”.
Sobre el instante de las explosiones, Osvaldo Martinez rememora: “Yo dejaba la guardia y nos íbamos al dormitorio. Me agarró en la escalera. Había bajado tres pisos, sentí los dos torpedos en segundos. Me caí, había mucha confusión, estaba a oscuras y con gente arriba mío. A oscuras empezamos a salir, hasta que logré llegar a la cubierta. El barco ya estaba inclinado y con dificultad me fui hasta mi balsa, que era para 20 personas, pero sólo llegamos 14”.
Martinez fue rescatado a las 24 horas, por el ARA Piedrabuena; Scaglia casi a las 48 horas por el Bahía Paraíso, tras dos noches de pesadilla en una balsa de goma en medio de la furia de altamar.
Fueron 323 los muertos en un hundimiento que dictaminó el principio del fin de la guerra de Malvinas.