El coro santafesino dedicado a la música de videojuegos presentará su repertorio, una combinación de banda sonoras clásicas y contemporáneas. Como aperitivo, Camila Marcipar presentará su repertorio de canciones francesas de distintas épocas.
Poligonía, coro santafesino a capella dedicado a la música de videojuegos, presentará su particular propuesta el domingo 12 de mayo desde las 20, en la Asociación Cultural El Puente (1º de Mayo 3349). En la ocasión, la fecha será compartida con el proyecto que Camila Marcipar (también integrante de la agrupación) viene dedicando a la chanson française. Las entradas tienen un valor de una por 3.500 pesos o dos por 6.000, que se pueden solicitar al Instagram @poligonia.sf.
Para adentrarse en la iniciativa, El Litoral conversó con Victoria Albornoz (directora del coro en 2024), Micaela Aguirre (preparadora vocal) y Manuel Ruatta (responsable de gestión).
Encuentros
-El coro viene desde 2016; ha habido idas y vueltas; también una pandemia de por medio. ¿Cómo fue el origen, cómo fue la idea fundacional de hacer una cosa tan específica como un coro sobre música de videojuegos, y cómo se llega a este presente de Poligonía?
Ruatta: -Hay un detalle: quizás hoy en día el 50, 60 por ciento de la gente que forma parte del coro somos estudiantes de música, o estamos relacionados la mayoría de alguna forma con las artes.
-Algunos venían de otros coros.
-Claro, hay gente que cantó en otros coros, hay gente que toca instrumentos. Y bueno, la mayoría o varios jugamos videojuegos, evidentemente (risas): es algo súper común hoy en día. Hay algo en la música de los videojuegos que está re bueno, y dijimos: "¿Y por qué nadie hace nada de esto?". No sé si hay un coro en Argentina estable, funcional, que se sostenga hace tantos años haciendo música de videojuegos. Nosotros podemos.
También es importante decir que la fundadora original, Luciana Cacik, ahora no está con nosotros.
Aguirre: -Nos quiere, está bien, no está en el país nomás (risas).
Ruatta: -Actualmente no está porque se fue de viaje a Japón, por un máximo de un año. Del mismo coro surgió la iniciativa de decir: "Bueno, seguimos sosteniendo este espacio; seguimos dándole una vuelta y llevándolo adelante".
Dinámica
-¿Cómo se trabaja el repertorio para llevarlo a un coro a capella?
Albornoz: -Es un trabajo puntilloso: los arreglos son todos hechos por chicos que han pasado por el coro y que también están actualmente. Entonces es un trabajo muy en conjunto también: ver qué se imaginaron ellos, qué sonidos imaginaron, y poder trabajar en conjunto el resultado musical.
Pero lo a capella específicamente es un trabajo súper del detalle, de cuidar el individuo y cuidar también el grupo, lo colectivo. Mica ya prepara desde el principio todas esas cuestiones.
Aguirre: -Claro: desde lo individual, de cómo preparo mi instrumento y cómo me pongo a favor de lo que voy a interpretar, o de lo que la directora en este caso precisa, quiere para llevar a cabo la obra. Y en eso tratamos siempre de cuidar mucho la vocalidad de cada uno: que esté siempre saludable. Y también escuchar las necesidades. No todos somos estudiantes de música: también hay gente que hace artes visuales, hay gente que nada de nada, solamente le gusta jugar videojuegos: algunos hablan japonés y están acá (risas). Entonces tratamos de dar información. y que puedan utilizar su cuerpo para esto que les gusta también.
-¿Cuánto se elige de lo que se quiere hacer como repertorio en virtud de lo que se puede hacer con voces humanas?
Albornoz: -Depende mucho de cuánta gente tenés. Por ahí los temas de los videojuegos son súper esplendorosos, con mucha instrumentación, muchos coros enormes; nosotros somos 19, y por ahí no se puede trasladar específicamente eso. Pero sí desde la intención, la interpretación.
Aguirre: -Aunque también hay otros videojuegos que tienen pocos soniditos y de repente en el coro se le ponen un poco más de cosas. También hay creación de los arreglistas, eso también es interesante.
Ruatta: -Sí, está permitida la creatividad de decir: "Bueno, me gusta la música de "Mario (Bros)": junto tres canciones en un arreglo y van una atrás de otra". Ninguna capaz es la canción completa: agarrás y unís varios fragmentos. Y ahí es donde después renegamos (risas).
Equilibrio
-Es un rubro que tiene una historia: desde (como vos decís) "Mario", la música de 8 bits de los videojuegos clásicos, hasta "The Last of Us", con lo que se lo tomó como algo serio (porque "si Gustavo Santaolalla lo hace, es algo serio"). ¿Cómo se va armando? ¿Cuánto de videojuegos clásicos, cuánto para gente que ya juega más consolas?
Ruatta: -En eso vamos haciendo un balance. Hay una cuestión de que los arreglos son propios; entonces estamos abiertos a decir: "Vos estás jugando este juego, ¿querés arreglar algo? Mandale, lo revisamos, vemos si se puede hacer, y lo hacemos". A su vez, respondemos un poco a decir: "Si hacemos diez canciones de juegos que no conoce nadie, también sabemos que no funciona". Entonces vamos mediando entre una cosa y otra.
También lo apoyamos con soporte visual; muchas veces en el programa ponemos un breve contexto, porque la música funciona en el contexto del videojuego. Nosotros no te podemos dar el videojuego: te damos la apreciación de la música, pero también es importante no dejar completamente en blanco esa pata.
-¿Qué va a haber en el programa para este concierto?
Albornoz: -Hay "Final Fantasy", "Age of Empires", "Papers, Please"; ya después menos conocidos como "Okami". Hay un arreglo bastante particular del "Tetris", bien ruso, muy bueno. Es esto que dice Manu: vamos mechando cosas que sean conocidas para el público y entrar por otro lado de "bueno, esto también se puede hacer con música de videojuegos".
-Esto lleva un tiempo de elaboración, las presentaciones son espaciadas. ¿Cómo es encontrar un lugar en la grilla para lo que hace Poligonía?
-Somos un coro autogestivo, es todo a pulmón; entonces como que nos encontramos entre "cantamos porque no tiene sentido ensayar y porque es lindo"; decimos: "No nos vamos a juntar ensayar porque sí"; y a la vez ahora nos estamos encontrando con que otros coros quieren compartir con nosotros, porque tenemos un punto a favor que es que tenemos una propuesta distinta. Todos te van a decir que tienen una propuesta distinta, pero esta es la más distinta (risas).
Y también es algo que nos juega a favor el decir que andamos a capella, quizás no es tan usual: es muy complejo, con los riesgos: porque no es todo bueno en cantar a capella.
-No hay tantos coros "full a capella" en Santa Fe.
-Ruatta: -Es algo distintivo, que le da otra impronta al show. Y podemos presentarnos en contexto tan diferentes como una convención de videojuegos o compartir escenario con otro coro más tradicional.