El Director Provincial de Lechería reconoció la situación de zozobra de toda la cadena, aunque rescató la oportunidad que sería normalizar la macroeconomía para el sector.
La caída en el número de unidades productivas no es un fenómeno local, sino que reviste características mundiales. Inclusive, en Argentina, la merma es menor a la media mundial, aunque no escapa al proceso de concentración global. "De la misma manera que la cantidad de tambos disminuye, la producción por unidad productiva se incrementa y es lo que sostiene la producción de leche", aseguró un reciente informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
En nuestro país, el proceso obedece mayormente a la sequía que atravesaron las diferentes regiones en 2023, "sumado a la desfavorable situación económica (inflación-devaluación), y a los problemas financieros generados por la necesidad de comprar alimentación para el rodeo fuera de los establecimientos por encima de lo normal, muchos tambos cerraron, y ello generó una tasa de éxodo muy por encima de la tendencia habitual (-4,5%)", asegura el organismo.
OCLA destaca que muchos tambos que continuaron en la actividad, debido a la baja producción de alimentos en cantidad y calidad, a los efectos económicos y financieros y que coincidieron con un valor razonable para la venta de vacas, lo cual llevó a la venta de vacas muy por encima del descarte normal, produciendo una tasa de caída del 6,5% en el rodeo total de los tambos. El gobierno anterior no se quedó atrás, y la implementación de los sucesivos Programas de Incremento Exportador (PIE) o "Dólar Soja", fue un golpe de gracias para muchos tamberos.
¿Hay luz al final del túnel?
En el marco de la "Todo Láctea" de San Francisco, Campolitoral entrevistó a Carlos De Lorenzi, Director Provincial de Lechería, quien reconoció que "la situación es muy complicada y compleja, una de las más difíciles de la historia". El funcionario detalló que el clima, la macro; la chicharrita; el calor de marzo, conformaron "una situación en la que entiendo y espero que sea un piso de producción como así también de cierre de tambos, un tema muy preocupante, ya que estamos hablando del 10 % del cierre de tambos, así que sabemos que la situación es muy compleja".
Sin embargo, se entusiasmó con los créditos anunciados en el marco del evento lechero. "Uno es parte de este sector, y por eso cuando aparecen estas noticias ilusionan, porque este sector viene pasando una de las peores crisis de su historia, es una realidad".
En ese sentido, detalló que sacaron una línea de financiamiento de 1.000 millones de pesos con un cupo de 100 millones para cada establecimiento productivo, con una tasa en la que el gobierno pone 45 puntos, hasta el 10% a 36 meses con 6 de gracia, para la compra de productos santafesinos. "Invitamos a todos que se acerquen y puedan aprovechar esta herramienta. Para realizar las inversiones que le permitan mejorar la productividad del sector. Estimo que se van a aprovechar rápidamente como sucedió con la línea anterior que anunciamos oportunamente", sostuvo.
Lo que viene
Según De Lorenzi, más allá del difícil momento, se avizoran mejoras. "Las proyecciones son muy interesantes, siempre que las condiciones macroeconómicas se estabilicen, y eso se planteó en la presentación. El productor quiere condiciones claras, porque si tiene condiciones claras invierte, y ni hablar el tambero, que todo lo que tiene lo vuelca en inversión, eso está demostrado, que invierte y no despilfarra".
Para el funcionario, el precio internacional es interesante, y el local también, "pero la caída productiva está agregando una dificultad extra a toda la cadena y a las fábricas que necesitan la leche para industrializar y cumplir con sus compromisos internos y con el comercio exterior".
Finalmente, apeló al sector. "Las expectativas son buenas: hay que apostar, porque si les damos estabilidad, y este tipo de herramientas de financiamiento para que los productores puedan invertir, está comprobado que los productores invierten".