Mayco Mansilla y José Jáuregui relatan su rica experiencia en la exposición que tuvo lugar del 7 al 9 de mayo en San Francisco (Córdoba).
La edición 2024 de “Todo Láctea”, exposición integral de la cadena láctea argentina, reunió a unos 15.000 productores, más de 200 empresas exhibiendo sus productos y servicios y alrededor de 115 disertantes nacionales e internacionales. Conversamos con dos docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL que participaron del encuentro y nos dejaron su balance e impresiones.
“Hay un clima de mucha expectativa”
José Martín Jáuregui es ingeniero agrónomo y doctor en Agronomía. Docente de la Cátedra de Forrajes e investigador en el Departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL. Graduado en Ciencia Aplicada en la Universidad de Lincoln en Nueva Zelanda y especialista en eco-fisiología de pasturas y desarrollo de sistemas ganaderos sustentables.
- ¿Cuál es tu balance de lo que pudiste ver en Todo Láctea?
- Fue muy interesante la propuesta de este año. Para el contexto económico general y de la lechería en particular, hubo mucha gente. Muchos stands de todos los sectores: maquinaria agrícola, semillas, tecnología de semen e inseminación. También hubo una propuesta amplia de charlas, abarcando cuestiones como tecnologías de siembra, tambos regenerativos o la presencia de mujeres en la ruralidad. Todo muy completo.
- ¿En qué instancias puntuales te tocó participar?
- Yo fui invitado para disertar sobre resiliencia de los sistemas lecheros. Traté de poner en foco las estrategias que se pueden desarrollar para mejorar la producción en los tambos pastoriles, que son los tambos promedio en Argentina, apuntando a simplificar procesos y atraer o retener talentos. Después se sumó Martín Rostagno, que es egresado de nuestra casa de estudios y expuso sobre el uso de tecnologías en los tambos, a partir de su experiencia en Australia y Nueva Zelanda.
- ¿Por qué es importante para los docentes de la Facultad la presencia en Todo Láctea?
- Porque muchos de los temas que se tocaron tienen estrecha relación con la oferta académica de la FCA y con las incumbencias profesionales del ingeniero agrónomo, tanto en lo referido a maquinaria de siembra, semillas, cultivos, pasturas perennes y todo el abanico de opciones de la lechería. Las charlas y conferencias iban de aspectos muy técnicos quizás, hasta cuestiones más prácticas. En resumen, para mí la muestra fue un éxito, porque reflejó todo el espectro de la lechería. Así como yo fui a hablar de sistemas pastoriles, también hubo ciclos de tambos confinados y sistemas regenerativos más novedosos, que proponen otra manera de mirar la producción.
¿Que espíritu percibiste en los productores y expositores que participaron de la muestra en cuanto al momento actual de la lechería?
- Percibí un clima de mucha expectativa. En general, todo el ambiente del agro observa y espera una mejor proyección para este año con respecto a temporadas anteriores, donde estuvimos muy castigados por la sequía y eventos climáticos complejos.
“Innovar ya no es una opción, es una necesidad”
- Por su parte, Mayco Mansilla es otro de los docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL que participó en “Todo Láctea”. Es integrante de la cátedra de Bioeconomía, Magíster en Negocios Agroalimentarios (primer egresado de esta propuesta de posgrado) y además, socio fundador de Innventure (Fondo de Inversión para potenciar la agroindustria y la innovación).
- ¿En qué consistió tu participación?
- “La expo superó las expectativas. El año pasado cuando se organizó en Esperanza sucedió lo mismo. No solamente por convocatoria sino por la calidad de la propuesta, que abordó la parte de negocios y producción en sí, pero también aspectos como los recursos humanos, la tecnología y el ambiente. Hubo actividades para todo tipo de público: productores, empresas y profesionales. Y espacios especialmente destinados a jóvenes y mujeres. En lo personal me gustó muchísimo. Conozco a los organizadores y sé que trabajan para que la propuesta sea cada vez mejor”.
- El tema de la lechería eficiente atravesó casi todas las instancias de capacitación. ¿Cómo se logra ese objetivo?
- Hay mucha tecnología que ayuda a la eficiencia. Pero eso no sirve de mucho si no hacemos las cosas bien en la producción de pasturas, la nutrición y la sanidad. Es interesante lo que pasa con un tambo robot pero es necesario abarcar todo lo otro. Hoy el negocio lechero es un commodity. Entonces es fundamental ser competitivo en costos y aprovechar de la mejor manera cada recurso. Sabemos que hay vaivenes de precios, por eso es importante estar lo más diversificados e integrados posible.
- ¿Hay un cambio cultural en el campo argentino? ¿Cómo se explica el gran crecimiento que están teniendo en nuestro país las empresas de tecnología para el agro?
- Efectivamente, en los últimos 7 años han aparecido 400 empresas que desarrollan tecnología para la cadena agroalimentaria y muchísimas otras que prestan servicios. Son desarrollos escalables que están en mercados dolarizados y ya tenemos empresas que están exportando a diferentes países y continentes.
- ¿Innovar ya no es una opción, es una necesidad?
- Así es. Cuando uno se pone a observar los diferentes sectores de la economía, es difícil encontrar uno que no haya cambiado en los últimos diez años. Con el avance de las tecnologías y la democratización del conocimiento, este proceso se va a acelerar. La pandemia fue un gran ejemplo de eso. De repente todo el mundo empezó a usar herramientas digitales. Hoy las empresas más valiosas del mundo son de base tecnológica. Y eso no pasa sólo en EEUU o Europa. Está pasando también en Brasil y Argentina. Hoy las dos o tres empresas de tecnología del país valen más que todas las demás empresas juntas. Desde el punto de vista del agro, esto es clave para ser competitivos. Los que no incorporen tecnología corren muchísimo riesgo de quedar afuera del mercado. Esto debe ir acompañado de cambios organizacionales en las empresas y de la incorporación de jóvenes profesionales de muchas disciplinas que están ayudando a hacer esta gran transformación.
- Por último, el potencial que refleja una muestra como “Todo Láctea”, ¿es una inyección de optimismo de cara al futuro?
- Creo que sí. Porque el mundo necesita lo que Argentina tiene: no sólo alimentos, energía y productos de alto valor, sino también el papel importante que puede jugar nuestro país en la seguridad alimentaria y en la mitigación de los efectos del cambio climático. En la medida que mejor respondamos a esas demandas globales, más posibilidades vamos a tener de inserción, crecimiento y desarrollo como país, con oportunidades y mejor calidad de vida para todos.