La investigadora Lauren Rea emprende un meticuloso análisis crítico respecto a las diversas etapas de la publicación. Analiza su impacto en la cultura popular y su articulación con las políticas y los diversos gobiernos de turno.
Para la mayoría de los lectores que han transitado su niñez a lo largo de las décadas del 80 o 90 la sola mención de cosas tales como las figuritas recortables de los próceres, los posters educativos o incluso, las tiras de historietas como “Pelopincho y Cachirula”, remitirán sin lugar a dudas a la extinta revista Billiken.
La publicación se encuentra alojada en el corazón de muchos argentinos quienes la consultaban diariamente para realizar sus tareas escolares. Es un sello distintivo de la cultura nacional y uno de los productos editoriales más importantes e influyentes de América Latina.
La publicación finalizó de forma física en 2020, consiguiendo superar los cien años de antigüedad. El primer número de Billiken, creación de Constancio Cecilio Vigil para la editorial Atlántida, se lanzó oficialmente el 17 de noviembre de 1919. El origen de su nombre aun desvela a muchos. La teoría más fuerte es que Vigil adopto el nombre de una suerte de muñeco de la suerte patentado en 1908, creado por una profesora de dibujo e ilustradora norteamericana llamada Florence Pretz. Sin embargo, para muchos es una “argentinización” del nombre de un periodista, también norteamericano, llamado Billy Kent.
Lo cierto es que la revista si bien contaba a través de sus páginas la historia de nuestra nación, también lo hacía evidenciando el clima político de la época y transmitiendo un mensaje cuanto menos moralizante. No es menor su alcance. La revista se constituyó rápidamente en uno de los pilares fundamentales de los programas educativos colaborando, por ejemplo, para la institucionalización de determinadas fiestas patrias.
Es responsable también de la construcción de un ideario de la niñez en donde lo más importante debían ser la familia y la escuela. Sus mayores detractores señalan su línea editorial como patriarcal y conservadora, y poco representativa de las minorías, así como dueña de un discurso funcional y moldeable, en mayor o menor medida, a los diversos gobiernos de turno.
Muchas de estas aristas son sobre las cuales trabaja Lauren Rea en “La historia de Billiken, Cultura infantil y ciudadanía en la Argentina, 1919-2019” publicada bajo el ala de editorial Sudamericana. La investigadora escapa de la mera nostalgia para emprender un meticuloso análisis crítico respecto de las diversas etapas de la publicación. Analiza luces y sombras, su impacto en la cultura popular y las diversas transformaciones que emprendió frente a la llegada de cada gobierno.
“Este libro explora las complejidades y contradicciones de la emblemática publicación en los contextos en los que debió navegar y sobre los que dejó huella, e intenta develar de qué modo llegó a ocupar una centralidad tan incuestionable en la cultura nacional. Lauren Rea propone un deslumbrante y esclarecedor recorrido por la historia de Billiken -de revista impresa que llegó a vender 500.000 ejemplares por semana a producto digital multiplataforma-, su articulación con las políticas y los gobiernos de turno, y su capacidad de generar un sólido vínculo con sus lectores”, parafrasea Rea en el prólogo.
El libro
“La historia de Billiken, Cultura infantil y ciudadanía en la Argentina, 1919-2019” se ubica como género en el ensayo, presentando un total de 288 páginas en el formato de 23 x 15 cm.
Luego de los reconocimientos, la autora presenta la introducción con el título de “La revista de los niños”. En esta establece algunas de las sentencias que reafirmará a lo largo del libro. Por ejemplo, menciona como la crítica la señala, gracias a su discurso dominante, como “culpable en la construcción de un imaginario homogéneo de lectores blancos y de clase media, reafirmando discursos patriarcales y conservadores” y que “dejaba poco espacio a la diversidad o a la disidencia de las normas establecidas”. En definitiva, instaura que ni siquiera la fuerza de la nostalgia consigue disimular un pasado teñido de grises.
Sin embargo, es preciso detenernos en la emotiva historia de vida que Rea elige retratar en el comienzo, dispuesta con el fin de cumplir con la cuota emocional que seguramente muchos de los lectores deseaban encontrar.
Allí nos cuenta la vida Marco Tulio Valencia Duque, un colombiano nacido en los años 20 en el seno de una familia humilde, de campesinos cafeteros. Dada la región en la que vivía y la pobreza que lo rodeaba su educación formal quedó relegada. Pese a ello cada semana llegaba a su pueblo, en lomo de mula, el semanario argentino, una de las pocas cosas para las que su familia ahorraba.
Billiken se convirtió en su único material pedagógico y en la conexión de Marco con el mundo exterior. “Practicaba la lectura a través de sus cuentos e historietas, aprendía sobre geografía e historia y se inspiraba en las hazañas de los grandes hombres de América Latina. Leía y releía los lemas de pie de página: “Procura descubrir tu vocación”, “Sé para tu madre un motivo de alegría”, “Un hoy vale más que dos mañanas”. El que más le gustaba era “la vida más ocupada es la menos infeliz”.
La autora nos cuenta como Marco adoptó esas enseñanzas, considerándolas los pilares fundamentales de su actual bienestar económico y familiar. El cierre tiene que ver con el viaje de una de sus nietas a Buenos Aires y su acercamiento a la vieja redacción de la revista con la intención de compartir la historia de superación y la importancia que Billiken tuvo en la vida de su abuelo. Un final feliz, de esos por los que abogaba la publicación.
Terminado esto, Laura Rea, abandona la sentimentalidad para volcarse de lleno en la investigación. Esta es minuciosa, cercana a un trabajo académico y verdaderamente muy crítica. La escritora subraya el proyecto conservador y cercano al patriarcalismo de la publicación. Un modelo si se quiere moralizante que reafirmaba conceptos como el de “hombres del bien” y en el que la mujer tenía un rol de escasa relevancia.
Habla de su fuerte discurso político y su protagonismo como fuente principal de consulta de la pedagogía argentina. Sobrevuela una sentencia: Billiken era casi tan usada como leída, de allí el apogeo de las láminas interiores y de las numerosas maquetas y figuritas para recortar.
Rea analiza las diversas transformaciones de la publicación. Examina con ahínco su etapa durante el peronismo, momento en que su estética parecía fundirse con la propuesta por la pareja presidencial. Incluso se llegaron a incorporar contenidos curriculares vinculados al Segundo Plan Quinquenal. No obstante, el capítulo más largo es el dedicado a la complicidad de la Editorial Atlántida con la dictadura militar de 1976 -1983. La autora plasma las distintas herramientas mediante las cuales la redacción de la revista conseguía en ocasiones, posicionarse en la vereda de enfrente.
Dedica un apartado también a los distintos cambios y estrategias de marketing que la revista adoptó ante la salida de su gran competidora “Anteojito”. Entre estos se destacó la aparición, en tiempos de Onganía, de los álbumes de figuritas.
En el tramo final, el estudio describe los últimos años de Billiken en formato papel y su reconversión forzada como plataforma multimedia (fue adquirida por Televisa). Años en los que obligada a adaptarse a la cultura globalizada, perdió parte de su identidad nacional.
“La historia de Billiken, Cultura infantil y ciudadanía en la Argentina, 1919-2019”, es un trabajo qué más allá de su rigurosidad, resulta ágil de leer. El trabajo acaba con el velo de nostalgia e interpela a los lectores enunciando los aspectos incómodos de la revista. Es un trabajo que goza de información valiosa y que está muy bien documentado.
La autora
Lauren Rea nació en Sheffield, Reino Unido, en 1981. Recibió los títulos de doctora en Historia Cultural por King's College London (Universidad de Londres), máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Cambridge, licenciada en Lenguas Modernas (español y portugués) por King's College London y traductora por el Instituto de Lingüistas Colegiados. Es autora de Argentine Serialised Radio Drama in the Infamous Decade (1930-1943) (La radionovela argentina en la década infame) y coautora del libro infantil ilustrado 100 grandes mujeres latinoamericanas, que se publicó en el marco del centenario de la revista Billiken. Es codirectora del proyecto educativo transmedia Grandes Mujeres Latinoamericanas y sus investigaciones en curso giran en torno al tema de la inclusión en la educación.