Señales

Bullying: claves para prevenir una problemática social

La ONG santafesina “Hablemos de Bullying” disertó para referentes institucionales de la ciudad de Sastre. Tareas preventivas, trabajo de adultos y atención a comportamientos básicos de niños y adolescentes fueron el centro de la escena para comenzar a erradicar el hostigamiento escolar.


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En el marco del Día Internacional de Lucha contra el Acoso Escolar, celebrado el pasado 2 de mayo, la ONG Hablemos de Bulliyng de la ciudad de Santa Fe llegó a Sastre, cabecera del departamento San Martín, para desarrollar una actividad junto a todas las instituciones de la localidad.

“Hemos aprendido a naturalizar muchas situaciones que tienen que ver con el estilo de crianza. Los adultos no vemos cómo educamos a nuestros hijos. Un niño hostigador no se da cuenta el daño que hace porque está acostumbrado a relacionarse de esa manera, y no lo decimos desde los golpes, sino a través de una amenaza o el miedo. Y lamentablemente ellos aprenden por modelo”, le dijo a este medio la presidente de la organización, Florencia Pedemonte.

La ONG Hablemos de Bulliyng de la ciudad de Santa Fe llegó a Sastre para desarrollar una actividad junto a todas las instituciones.Foto: Mirador Provincial


Con el objetivo de trabajar, prevenir y detectar situaciones de bullying entre niños y adolescentes, la organización puso su piedra fundacional al no encontrar, muchas veces, las herramientas correctas para combatir este tipo de situaciones violentas.

 

Por eso, recomendaron, como primer punto, prestar atención a estados básicos de comportamiento que emergen como señales de que algo sucede. “Debemos estar atentos a cómo descansan, cómo se relacionan y cómo se alimentan”, explicaron.

Así, graficaron que al desencadenarse cambios bruscos en alguno de estos tres comportamientos es necesario focalizarse en el tema. “Si de repente un joven empieza a comer mucho o deja de hacerlo, si duerme mucho o está demasiadas horas en su habitación, o bien a la noche le cuesta conciliar el sueño y, sobre todo, de repente deja de disfrutar de espacios donde anteriormente les gustaba recurrir como el club, a cumpleaños o reuniones con amiguitos, estamos ante signos de los cuales nos debemos ocupar”, especificaron desde la ONG.

Así, explicaron que es fundamental detectar en qué situaciones estamos ante hechos de bullying. La presidente de la organización aclaró que no todo hecho se realza como tal y es crucial comprenderlo para saber la manera de proceder correctamente. “Los sucesos violentos deben ser entre pares de aproximadamente la misma edad o una relación simétrica. Además, tienen que mantenerse sostenidos en el tiempo. Entonces los adultos debemos estar atentos a eso, porque un conflicto no es bullying. Es ahí, cuando un problema se desencadena, donde debemos intervenir para que no se termine transformando en violencia”.

A la hora de hablar de denuncias, en la ONG dejaron en claro que se trata de un contexto complejo por considerar que actualmente cuesta identificar cuándo existen situaciones de bullying. Sin embargo, indicaron que son cada vez más y reiterados los llamados que llegan para pedir ayuda. “El aumento de personas que se acerca encuentra dos razones. Puede ser porque se comenzó a hablar más del tema y la gente se anima a hablar, o tiene que ver porque realmente se incrementan los casos”, graficaron.

En la misma línea, Pedemonte se refirió al ciberacoso, situación que se ha complejizado con la explosión de la virtualidad. Mediante las pantallas, el escenario se ha vuelto más vulnerable para quienes lo sufren. “Estos hechos, en la era digital, se dan 24/7 porque uno se acuesta a dormir y sigue recibiendo hostigamiento. Además, no sabe quién está del otro lado. Entonces el momento de angustia es mayor. Es muy complicado y debemos atenderlo. Uno no sabe hasta dónde va a llegar el ciberbullying”, expuso y aconsejó: “Como adultos debemos estar atentos en qué redes se mueven nuestros niños, dónde están y qué tipos de mensajes reciben”.

A su vez, la presidente de la ONG puntualizó la franja etaria en donde las situaciones de violencia se presentan con mayor frecuencia. Explicó que las principales denuncias ocurren en jóvenes pre adolescentes (12 y 13 años), aunque actualmente comenzaron a notar un adelantamiento en pequeños de entre 9 y 10. “Observamos como principal factor el de la exclusión. Si nos pensamos como adultos, de jóvenes siempre teníamos algún compañero que quedaba de lado en la escuela o en el club. Y nuestra respuesta era que no se integraba, lo normalizábamos. La realidad marca que la exclusión es el primer escalón en la escalera del bullying”, indicó.

En la misma línea, consideró que los mayores deben tomar cartas en el asunto ante hechos de dicha índole, teniendo en cuenta que se trata de bulliyng por omisión. “El niño o niña que queda solo es foco de atención porque se muestra vulnerable y es más receptivo a estos hechos de violencia”.


Trabajar para prevenir

Pedemonte remarcó la necesidad de promover constantemente tareas preventivas para adelantarse a hechos conflictivos. “Hablemos de Bulliyng” se encarga de desarrollar trabajos con personas adultas y no con niños o adolescentes sabiendo que al momento en que una situación intolerable sucede deja huellas no sólo en el hostigado y hostigador, sino en todo el contexto. “Este tipo de sucesos deja su marca a largo plazo. Entonces decimos que nadie debería pasar por hechos de este tipo. Por eso es muy importante trabajar en la prevención”.

El encuentro, que se desarrolló en el Centro Cultural Municipal en la tarde del martes, estuvo direccionado a referentes institucionales de la ciudad como, por ejemplo, entidades educativas y recreativas, considerando que el bullying no sólo se da en escuelas, sino en edad escolar y en cualquier espacio.

 


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