La compuso en tiempos de pandemia cuando terminaba de producir su primer álbum. Llegó a sentirse cobarde en esa época, por el miedo a salir y a todo, en general.
Nacho Quirarte nos sorprende con su nuevo sencillo, “Cobarde”, el primer sencillo de su próximo disco. La compuso en tiempos de pandemia cuando terminaba de producir su primer álbum.
“Crees que es la cumbre
y que te libras de los males
bebes la lumbre
que te mordió”
Cobarde es un té negro que termina en licuado de fresa, pero de la roja, dulce y jugosa. Se grabó en Ciudad de México, Puerto Escondido y Buenos Aires.
"La batería la grabó el crack argentino Guille Salort. Trabajaron a distancia, y quedó hermosa. Grabaron guitarras eléctricas Adrián Bosques y Felipe Antonio. En los coros están Nay Stanfield y Aureana. El bajo lo grabó el enorme Ángel Rodríguez. ¡Realmente un Equipazo! En Nueva York grabó un Wurlitzer, un piano acústico y una guitarra acústica. Calurosa y emotiva recepción de Wanatox en uno de esos días fríos y grises que azotaron noviembre pasado".
- ¿Cuándo y cómo nació el interés en la música?
-Se dio de forma muy natural. En casa sonaba música todo el tiempo. Vivía con mi Madre y otros días me quedaba en casa de mi Padre. El tenía una pasión por la música y los aparatos de audio en general. Me llevaba al centro a ver cables Actividad que no soportaba y de la cual hoy soy fanático. Desayunábamos y mi padre ponía Jazz, blues y Beatles. Mientras traducía y nosotros teníamos que estar en silencio ponía música clásica. Mi madre era más fanática del Country y Los Beatles. A los dos les gustaba el rock en general. Así, bajo esos pilares y la influencia de su nutrida música me fue muy natural empezar a gozarla. Siempre hubo dos guitarras acústicas en casa. Eran de Mamá. En 1990 empecé a cocinar hotcakes y a poner LPs yo solo. Tenía 8 añitos. Jugaba con mis hermanas al ritmo de Hello Goodbye de Los Beatles. Luego mi Madre empezó a llegar alguno que otro viernes con discos que se había comprado y que sabía que al final me los quedaría yo. EL primer compact disc que me regaló fue el Please Hammer Don’t Hurt’Em del rapero estadounidense MC Hammer que tenía la exitosísima Can’t tuch this. Después nos trajo el Greatest Hits de Queen. Y así fue sustituyendo la colección en vinilo por los nuevos y flamantes CDs. Otro que recuerdo con mucha emoción fue el Sgt. Pepper’s Lonely Heart’s Club Band de Los Beatles. Con ese librito súper gordo, las letras, fotos. Un universo interminable. Mas tarde, a los 11 año tuve un auge de música pop. Alejandro Sanz, Mijares, Emmanuel. Llegó a mis oídos el Romances de Luis Miguel y me encantó. Esas melodías… No entendía por qué me gustaba Luis Miguel. Años me tomó descubrir que eran canciones viejas y de otros autores. Los llamados Boleros. El primer concierto que fui, gracias a que no dejé de suplicar e insistir llamando a ticket master y esperando un milagro porque los boletos estaban agotados, fue al de Paul McCartney la primera vez que vino a México en 1993. El Foro Sol aún se llamaba Autódromo Hermanos Rodríguez.
Afortunadamente desde muy chico tuve una gran influencia y apertura musical gracias a mis padres.
- ¿Qué te aportó la música en pandemia?
-Mi primer disco solista. Diría que fue al revés; la pandemia aportó. O, más bien, el encierro.
Sin tener a dónde ir me encerré en mi home studio a trabajar en composiciones cortas poniéndome un reto: hacer al menos dos composiciones cortas (de 20 a 60 segundos) al día. Se convirtió en mi trabajo. Después de desayunar me llevaba una taza de café al estudio y arrancaba de cero. Empezaba con alguna batería, algún sintetizador y de ahí partía. Casi todo midi y en mi iPad. Así surgieron varias ideas y lo que se convirtió en En Cuarentena, mi primer disco solista. Recuerdo, por ejemplo, que la intro de En la misma habitación fue un momento muy luminoso. Salió casi sin esfuerzo y como en 1 hora ya lo tenía. Aún no sabía qué iba a hacer con eso, pero sabía que quería ponerle letra y hacerla canción. Así fueron saliendo las siete canciones del álbum. Lo terminé produciendo solo por el puro gusto (y capricho).
Antes de pandemia no tenía planeado hacer un disco solista. O no en ese momento. Así que más allá de que hayan sido tiempos duros al final salí con un disco bajo el brazo. Gracias a eso me decidí a comenzar mi etapa como solista.
- ¿Dónde radica la identidad en Nacho Quirarte?
-En la humildad y el amor.
- ¿Cómo se crean las letras?
-Casi siempre escribo las letras al mismo tiempo que la música. Otras veces tengo la música y luego pongo la letra. Busco mucho el ritmo en la lírica. Que tenga una buena cadencia y, más ahora que antes, que tenga rima, aunque no sea consonante. Igual no me conformo con una buena rima. Escribo y escribo hasta que lo tengo porque la letra no es menos importante. Igual mis letras se leen muy simples, aunque no siempre quieren decir lo que se lee a primera vista. Me gusta mucho la metáfora y coqueteo entre palabras y sus sonidos y acentos. Busco siempre el equilibrio y que sea cantable.
En general escribo sobre mí; lo que siento, lo que temo, lo que vivo. “¿Le canto al amor, le canto al dolor, le canto a las más hermosas y a las más horribles cosas” dice mi canción A qué le tememos? (inédita) que grabé con mi banda Cromo. Creo que en general es un proceso muy personal y ahí sale mucho de nosotros. De lo que somos.