El crespense de 24 años debutó en el arco Rojinegro reemplazando a Salvá, rompió una estadística, marcó un hito, aunque no pudo disfrutarlo: “Se hizo desear defender ese arco, pero en el momento que me tocó fue distinto a lo imaginado”, sentenció quien espera jugar como titular.
El pasado 20 de mayo, mientras transcurría el complemento entre San Martín y Patronato por la Fecha 16 de la Primera Nacional, Julio Salvá sintió una fuerte molestia, pidió el cambio y, de esta manera, ocurrió un hecho especial en la entidad entrerriana. Iván Chaves, con el dorsal número 12, saltó al campo de juego en la Ciudadela y marcó un hito.
El crespense de 24 años se transformó en el primer arquero –desde que se conformaron las divisiones inferiores de AFA en 2013– en debutar de manera profesional en dicho puesto y romper años en los que distintos guardavallas, que no sean de estas tierras, defiendan los tres palos Santos.
Pese a la derrota final, Iván recibió gratos elogios, que continúan motivándolo de cara al futuro: “Son horas lindas, donde mucha gente me demostró su apoyo, ni hablar de mi familia que está muy contenta y eso hace muy bien. Es un momento muy lindo, de motivación”, expresó el entrerriano a Mirador Entre Ríos.
EL DEBUT
Al recordar los sucesos vividos, Chaves fue claro al contar sus sensaciones, tal vez, sin ser las esperadas: “El momento del debut fue complicado, el contexto era difícil, perdiendo en una cancha complicada. Estábamos haciendo un buen partido, pero no nos acompañó el resultado”.
“No lo pude disfrutar y eso fue raro”, soltó el arquero, destacando: “No me sentí disfrutando, fui consciente que estaba debutando, pero no lo pude disfrutar, fue como cumplir. Se hizo esperar mucho el defender el arco de Patronato, pero en el momento que me tocó, fue distinto a lo imaginado. Busqué cumplir con la tarea”.
En la misma línea y tónica, admitió sin tapujos: “Emotivo puede ser jugar en el Estadio Grella como titular o con una alegría, se notó como normal este debut”, haciendo hincapié que durante 2023 defendió en 27 oportunidades el arco de Sansinena en el Torneo Federal A, en su primera experiencia como profesional, en una categoría inferior.
El arquero confesó: “En el momento que me pongo los guantes y estoy por entrar, digo, bueno, a tratar de que no me hagan goles. Intenté hacer siempre las cosas bien, estaba tranquilo y eso me sorprendió, de lo tranquilo que me sentí”.
“Busqué aportar lo mío, lamentablemente no tuve demasiadas acciones, pero cuando llegue el momento demostraré lo que puedo dar”, dijo y resaltó el apoyo recibido por Julio Salvá, el capitán del primer elenco Santo: “Antes de entrar Julio me dijo que esté tranquilo. Tenemos una buena camaradería, es una persona con mucha experiencia, que además de jugar en distintos clubes fue pieza fundamental de varios equipos y siempre nos tira para adelante, nos ayuda cuando puede. Todo el grupo de arqueros empuja y todos estamos en un nivel parejo”.
EL POST PARTIDO
Una vez finalizado, el teléfono explotó de mensajes, y pese al trago amargo, alguna sonrisa pudo sobresalir. Así contó el arquero de Patronato sus vivencias luego de su primer encuentro defendiendo el arco que tanto soñó. “Las horas posteriores intenté mantenerme igual como previo al debut. Sé que no fue como lo soñé, muchas veces las cosas no salen como uno las espera, pero hay que acostumbrarse. Después, estar tranquilo y que toca encarar una semana más, abrí la puerta del debut, ya entré, y puedo decir que atajé en Patronato, pero con el mismo hambre de siempre, nunca con expectativas bajas. Así será todo el año, laburando para mucho más”.
También habló de lo que para él valió esta oportunidad: “El momento significó el esfuerzo y la dedicación de años, el resultado de eso. Esperé que fuera antes, pero a la larga entendí que las cosas se dan de una manera por algo. Estoy tranquilo y contento porque pasó. Hay que mantenerse como uno está, sin dejar de laburar y tratando de tirar para adelante por el objetivo personal y grupal”.
De regreso a Paraná, se anotició de lo que implicó este debut para las formativas, para la entidad y las estadísticas que marcó y rompió. Sobre ello, Iván expresó: “Se rompió esa historia y estoy contento, que un chico de Entre Ríos y del club pueda jugar. El hincha tiene que saber que se labura mucho y bien para que esto suceda y que no los vamos a defraudar”.
“Por algo formamos parte de un plantel y estamos donde estamos, siempre con la idea de ser cada día mejores”, aseguró.
Luego de cumplir un sueño esperado, ante la consulta de Mirador Entre Ríos, Iván se abrió y sinceró con las metas ya trazadas: “Quiero transmitir esta confianza al entrenador y a mis compañeros, demostrar de lo que estoy hecho y dejar algo en el club, ser recordado”.
“Le tengo mucho cariño al club y sería un sueño poder cumplir esto. Quiero tener un lindo paso en todo lo que dure y demostrar mi agradecimiento al club dentro de la cancha”, cerró el entrerriano que pretende escribir páginas doradas en la entidad de Villa Sarmiento.
LA FAMILIA
El padre de Iván ya es un conocido más en La Capillita, durante años lo acompañó en cada entrenamiento y partidos, amable y predispuesto a la hora de hablar de su hijo. Pese a la emoción, no se rompió delante de su heredero.
“Mi viejo no sé si me demostró toda la alegría o emociones que sintió. Lo noté tranquilo y me pareció raro, pero todos están muy contentos, mis abuelos y tíos, todos de alguna forma me ayudaron, estuvieron conmigo compartiendo casas o viajes”, confesó Chaves.
En relación a dónde fue a parar la camiseta número 12 del estreno en el profesionalismo, Iván contó: “La casaca está en mi casa, la tengo guardada en el ropero, ya le buscaré otro lugar especial. Por ahora va a estar ahí”.