Ubicado en avenida Circunvalación y San Martín, en medio de barrio Las Flores, uno de los más carenciados, sigue intacto a la espera de que las obras se reinicien. Hoy se vislumbra una mega estructura que al ingresar está totalmente vacía.
El ambicioso proyecto del hospital Nodal de Rosario -ubicado en zona sur-, que comenzó la gestión socialista en 2011 y que según aventuró el ex gobernador Miguel Lifschitz en su última recorrida sería “el más grande y moderno del país”, se encuentra a medio camino. Ahora, desde la gestión de Pullaro confirmaron que llevará a cabo un relevamiento para ver dónde están parados y ver con qué obra pueden avanzar.
Ubicado en avenida Circunvalación y San Martín, en medio de barrio Las Flores, uno de los más carenciados, sigue intacto a la espera de que las obras se reinicien. Hoy se vislumbra una mega estructura que al ingresar está totalmente vacía, inclusive con arena en el suelo. Es decir que solamente se montó la fachada.
El ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, indicó a Mirador Provincial que están “evaluando” cómo encarar trabajos en el hospital. “Ahí hay obras que, además del hospital, son de infraestructura, sobre todo de potencia eléctrica que necesita el espacio y obras sanitarias como son de agua y cloacas”.
“Esta obra venía en etapas avanzando muy bien, pero cuando llegó el gobierno de Perotti de forma deliberada la secretaria de Arquitectura y Obras Públicas, Leticia Battaglia, la abandonó y eso generó prejuicio enorme para la obra porque al descuidar la obra el hospital fue vandalizado. Se rompieron vidrios, se llevaron parte de la estructura de cerramiento que es costosísima, lo cual es una gran pérdida de dinero para la Provincia. Además, la desidia de no continuar los trabajos porque era de otro gobierno”, reprochó Enrico.
Por lo tanto, “vamos a relevar el estado en que se encuentra y, luego, haremos una presentación cuando tengamos noción de qué es lo que se debe ejecutar en materia de obras, ya sea en trabajos de infraestructura o en el cerramiento”, añadió.
Apenas asumida la actual gestión peronista se estimó que hacían falta cerca de 4 mil millones de pesos para finalizar y equipar el megaproyecto. Dos años y medio después, y con un promedio inflacionario superior al 50 por ciento anual -en aquel momento-, esa cifra quedó muy lejos de lo que podría ser necesario para concluirlo.
En pleno confinamiento decretado por el presidente Alberto Fernández, la secretaria de Arquitectura y Obras Públicas de la provincia, Leticia Battaglia, había anunciado que en el presupuesto 2021 pensaban en “elaborar alternativas para poder avanzar con el efector; quizás con financiamiento extranjero o algún programa nacional en el que nos podamos incluir, porque es una inversión costosa y hoy no contamos con los recursos para hacerle frente con medios propios”, algo que finalmente no sucedió.
Pero la propia Frana había admitido que la gestión de Perotti no terminaría el hospital, aunque sí lo dejaría con todos los servicios resueltos. Esto tampoco sucedió, aunque sí con ciertos avances en materia cloacal y de seguridad.
Paralelamente a esto, también “se está dialogando con el ministerio de Salud para ir vislumbrando cuál es el horizonte que tiene en cuanto a la utilización del hospital, qué es lo que se reubicaría con respecto a lo existente, ya sea para la ciudad o la zona para cuando esté listo que, hay que aclarar, que no sucederá en esta gestión”, señaló Enrico.
Es que son obras de largo plazo. “Para que nos demos una idea la obra del hospital nodal de Rafaela, que fue una de las que comenzó más lenta, estamos por terminarla nosotros después de cuatro gobiernos. Lo mismo sucederá con el de Rosario”, explicó.
“Pero sin lugar a dudas no podemos tenerla paralizada como hizo el gobierno de Perotti por capricho, por desidia. La verdad es que hemos retrocedido algunos pasos justamente por estas malas decisiones”.
“Pero insisto en que la idea es poder contar con un cálculo presupuestario de las obras de infraestructura y en base a esto ver qué podemos continuar haciendo en el predio donde esta emplazado el nosocomio”, concluyó el ministro.
Cómo se encuentra
El mega proyecto también contempla un centro de investigación y un colegio, que sí se inauguró en 2015 – Escuela Técnica N° 407-. Sin embargo, el hospital, que fue planificado para ser desarrollarlo en cuatro instancias a lo largo de cuatro años, solamente concluyó su segunda etapa –de terminaciones exteriores- hace dos. Se tardaron ocho años en construir solamente la estructura.
Para dimensionar la magnitud del Hospital Regional Rosario Sur, al que se accede desde las calles 5 de Agosto y España, y que integra el proyecto "Ciudad Salud: intervención Rosario Sur", hay que mencionar que se piensa como un efecto de tercer nivel de complejidad que posee más de 38 mil metros cuadrados, contará con más de 200 camas, de las cuales 64 solamente serán para Obstetricia.
No solo eso. El inmueble también está pensado en base a un criterio flexible para dar respuesta a las necesidades específicas de los investigadores que trabajarían allí, con amplios espacios abiertos y vidriados que dan a las áreas verdes del predio, visibles para el público y los pacientes.
Sin dudas que tanto para las zonas aledañas como para el barrio Las Flores, su inauguración sería una gran noticia. No sólo mejoraría el hábitat con más movimiento, más luminarias, seguridad y lo más importante: tener a metros uno de los hospitales más grandes y tecnológicos de la región. Pero del mismo modo que los vecinos siguen reclamando por obras básicas y fundamentales, el hospital también sigue estancando en un mar de anuncios inconclusos.