La recesión a escala nacional tiene su eco en esta provincia, fundamentalmente en el sector comercial e industrial. Cuáles son hoy los comportamientos del consumidor y qué preocupa más a los comerciantes.
Los números en baja de las diferentes actividades económicas produjeron que toda la cadena de cobro, ventas y producción en general se vea resentida desde que comenzó este 2024. Si bien hay un mesurado optimismo respecto del comportamiento de los precios en general, la baja demanda preocupa a comerciantes e industriales de todo el territorio santafesino.
Además, otro punto que resaltan es el incremento de los costos logísticos y funcionamiento, como el servicio de energía eléctrica. “Eso ha hecho repensar a muchos comerciantes sobre si conviene seguir con el negocio o abandonar”, dijo a Mirador Provincial el presidente del Centro Comercial e Industrial de San Jorge, Damián Romero.
Respecto de la situación del comercio en este 2024, Romero detalló que “de enero a finales de abril, la situación fue de un receso bastante complicado. Hay muchas empresas que han acortado los horarios de trabajo, le han dado vacaciones a la gente y ha sacado empleados con algún inconveniente en su legajo, llámese aquellos que no cumplían con todas las pautas. Muy a poco, desde mayo la situación está cambiando y empezó a repuntar algo en las ventas de algunos comercios. Pero las industrias, al menos las que tenemos aquí en la zona, están esperando la recuperación de la obra pública”.
Así como en el centro-oeste santafesino, también en el centro-norte están preocupados fundamentalmente “por los altos costos que tienen los comercios, sobre todo los de barrio, para poder abrir sus puertas. Las boletas de la luz que han llegado son muy altas”, según comentó a este medio un empresario del rubro alimenticio radicado en la ciudad de San Cristóbal.
“Los precios se estabilizaron desde hace un tiempito, pero la demanda es diferente. Hoy no te llevan muchos productos iguales, del tipo grandes pedidos, en cambio sí van buscando menos cantidad y segundas marcas”, amplió el comerciante sancristobalense.
La construcción, un punto de quiebre
La obra privada se está reactivando, aunque lentamente -siempre hablando de estas ciudades-. “Pero aquellas industrias que dependían más que nada de la obra pública, son las que están con mayores inconvenientes y tuvieron que hacer recortes en su personal”, aseguró Romero, del Centro Comercial de San Jorge.
“Otras empresas, por la baja de la demanda de estos meses, se han stockeado mucho, compraron mucha mercadería, han elaborado productos y, al caer las ventas, no están pudiendo producir. Estas firmas adelantaron vacaciones a sus empleados o redujeron las jornadas de trabajo a menos días en la semana”, agregó el titular de la cámara, quien seguidamente se refirió a los rubros más golpeados por la baja en el consumo.
-¿Qué rubros del comercio han mostrado una mayor caída?
-En el sector comercial no hubo despidos de personal, al menos en San Jorge. Todos los comercios mantuvieron a sus colaboradores. Los de primera necesidad, como supermercados, almacenes y kioscos, se mantuvieron estables. Los de segundo nivel, como indumentaria, en su gran mayoría no tienen empleados sino que son atendidos por sus dueños. Estos negocios tuvieron un pequeño repunte durante las últimas semanas.
“Los almacenes de barrio están empezando a tener problemas con los incrementos de la energía eléctrica. Eso obliga a hacer una reestructuración porque no se llega a vender para pagar la boleta de luz en algunos casos. Eso es algo que va a pegar en el sector y habrá que ver de qué manera se resuelve o qué vuelta le encuentran como para seguir; si no, van a tener que cerrar”.
Comportamiento de precios
Hubo tres meses que fueron “terribles”, coincidieron los comerciantes. “Quizás se tocaban los precios como para cubrirse, porque no sabían los precios que íbamos a tener. Hoy, muchos mantuvieron los precios y otros los bajaron, porque se vendía muy poco”, advirtió Romero.
Y agregó que “había gente que tenía precios por las nubes. Pero hoy se nota que muchos precios han bajado, sobre todo porque advierten una mínima estabilidad económica”.
Expectativa
“Soy optimista -aclaró Romero, de San Jorge-, pero calculo que si la inflación baja y los precios se mantienen, la gente va a consumir más. Hay desconfianza todavía respecto de saber si lo que estoy pagando es caro o barato. Entonces, si los precios se mantienen, la reactivación del consumo para mí va a volver”.
La financiación también será clave para que la gente se vuelque a comprar. Eso ya está ocurriendo con las tarjetas de los bancos. “A medida que eso ocurra, el consumo se va a reactivar”, concluyó.
Relevamiento de Came
Las ventas minoristas pymes continúan reflejando el impacto de la caída del consumo por la recesión, retrocediendo 7,3% anual en mayo frente al mismo mes del año pasado, a precios constantes, de acuerdo al relevamiento elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Desde la entidad gremial-empresaria aseguraron en su último informe que “la falta de ventas fue el principal reclamo de la mayoría de los comercios relevados”, precisando que “casi 7 de cada 10 negocios lo mencionó como su principal problema”.