El Centro de orientación y contención en consumos problemáticos “La Casita” realiza una tarea esencial para la comunidad. Con una muestra de trabajos en los talleres, unos mates y una rica torta de cumpleaños compartieron la celebración de un nuevo aniversario.
Fueron momentos muy amenos, divertidos y de reflexión en este sexto aniversario de una idea que surgió de un proyecto presentado por estudiantes de la Escuela Técnica Nº 1 Conrado Etchebarne ante el Concejo Deliberante Juvenil en 2016, y fue aprobado por el HCD el mismo año.
Desde su inauguración por el municipio en 2018, ubicada en Estrada y Elías (ex Estación), La Casita ha brindado un espacio de acceso libre para compartir experiencias y ofrecer contención a familias, sin juzgar y promoviendo nuevas oportunidades a través de este dispositivo.
Al momento de las palabras, la Lic. Anabel Massine. secretaria de Desarrollo Humano del municipio, dijo que “la idea del festejo es compartir una tarde como todas las que tenemos en La Casita con quienes nos encontramos todos los días, algunos cada semana o algunas horas. Este año es uno más que compartimos con profes, los talleristas y Andrea, quien coordina y se banca esta tarea desde hace muchos años y por eso agradecemos a todos los que estamos acá porque somos familia y junto a los familiares y todos los que hacen que este dispositivo pueda seguir funcionando”.
La coordinadora, psicóloga Andrea Quinteros, renovó el agradecimiento y expresó que “es muy importante agasajarlos a ustedes porque son quienes hacen La Casita, son los que vienen con sus intereses, sus ganas y sus responsabilidades, porque nadie los obliga y están acá porque lo quieren así”. Y agregó que “cada año tratamos que esta convocatoria al festejo sea lo más acogedora posible y creo que festejar un cumpleaños dentro de La Casita y de forma muy sencilla, viéndonos las caras y reconociéndonos, es lo más importante. Es nuestro deseo que sigan formando parte de este dispositivo porque son esenciales para que esto sea posible, son los protagonistas de este lugar y queremos que esto se transmita y otras personas puedan saber de qué se trata La Casita a la que todos los años se incorporan nuevas personas”, remarcó.
“La idea es poder escuchar, pensar juntos y encontrarnos en este espacio para compartir un mate, una charla, los talleres o este cumpleaños que es de todos”, finalizó Andrea.
TRABAJO EN RED
Al contar su experiencia, la técnica en Comunicación, Raquel López, recordó su paso brindando talleres de comunicación en La Casita y dijo que siempre está siguiendo las tareas que se realizan. “Me encariñé con ustedes por eso me quedo acá y seguiremos trabajando juntos, de a poquito, pero lo haremos”, expresó convencida del camino emprendido.
La Dra. Luciana Ruth Parravicini, defensora pública, destacó la tarea en red con Anabel Massine y Andrea Quinteros “ante casos de personas que tienen conflictos en materia penal y muchas veces relacionado con el consumo problemático de sustancias y trabajamos en conjunto con este dispositivo donde se da asistencia, contención y acompañamiento a las familias y las personas que tienen problemas, acompañándolos. Lo positivo es que todos encuentran acá un lugar de referencia. Algunos deben hacer tareas comunitarias o algún tratamiento y este es un lugar cálido, con personas amables que no les van decir lo que tienen que hacer de manera tajante sino invitándolos a reflexionar y que ellos mismos puedan pensar otra manera de vivir saludablemente”.
Patricia López, quien dicta el taller tejedor manual comentó. “Trabajamos con los bastidores, telares, macramé y otras ideas que podemos realizar con nuestras manos. Para mí es gratificante estar acá porque lo hago con mucho cariño”.
SIN ESTIGMATIZAR
La Dra. Mercedes Góngora, quien acompañó el proceso desde los inicios, recordó: “Veníamos siempre a La Casita después de realizar nuestra tarea como lugar de encuentro. Se formó con mucho cariño y respeto por las personas brindando orientación y contención desde lo social. La salud es todo lo que dignifica la familia por eso siempre los que trabajamos en la atención primaria tenemos la dificultad que recibimos al paciente por un dolor de garganta y en realidad ese no es el problema central sino el conflicto que tienen dentro de su familia. Este dispositivo sirve como una guía y contención para una problemática muy estigmatizante y a través de este espacio se ha logrado el objetivo sumado a la importancia que tiene porque todos aprendemos del otro”, reflexionó.
Teresa Hein, integrante del equipo de La Casita, señaló que “este es un lugar donde trabajamos con mucha libertad, es muy especial y los chicos son muy buenos compañeros. Realmente es una casita, donde se atiende a las personas, se prepara un mate, se lava un piso, se pasa una escoba. Juntos la pasamos muy bien y en los talleres se viven momentos muy divertidos, por eso agradezco a todos, porque juntos hacemos posible este espacio de ayuda esencial”.
Irma se sumó hace poco tiempo y dijo: “Cuando vine por primera vez a Villaguay me enamoré y el primer lugar que conocí fue la estación. Mi marido me propuso vivirá acá luego de jubilarse y agradecí a Dios porque me cumplió el sueño. Hace poco me avisó que había un taller de tejido, que me encanta y vine al día siguiente, es hermoso ver cómo se trabaja y estoy re feliz”, remarcó.
RESPUESTA DEL ESTADO
Jorge, papá de uno de los chicos que recibió la orientación y contención del dispositivo, manifestó su agradecimiento al trabajo que se realiza. Primero buscó atención en el sector privado para su hijo, sin una respuesta que alcanzara para poder solucionar el grave problema por el que atravesaba. El hombre pronunció palabras muy emotivas al referirse al resultado obtenido por este espacio “donde se revierte algo que generalmente lo tenemos incorporado cuando pagamos los impuestos y es que el Estado no nos brinda lo que la sociedad reclama, sin embargo, La Casita cumple muy bien su función”. Destacó al equipo y en especial a la psicóloga Andrea Quinteros. Agregó que la conoció “por asesoramiento judicial y mi hijo aceptó venir con ella. Regresaba muy contento a casa y ese resultado depende del profesional y la voluntad de él, por eso quiero agradecerles. Al tener un hijo en esa situación uno debe luchar para que salga adelante. Todos los hijos no son iguales, cada uno tiene su tiempo. Por eso quiero agradecer a quienes tuvieron la idea y a las autoridades que la han implementado porque sirve a toda la comunidad”.