El evento de Cayastá volvió a reivindicar aquella gesta que fue la génesis de la Argentina de hoy. Postales de un pasado que sigue más vivo que nunca.
Mirador Provincial dialogó con Carlos Kaufmann para saber un poco más acerca de un evento con pasado, presente y mucho futuro. "Cada vez viene más público. Es cierto que la estamos haciendo desde hace unos años en forma gratuita a esta Fiesta Provincial de la Yerra, de alguna manera para cumplir ese mandato que nos llegó Agustín Zapata Gollán a mi padre y tantos otros que trabajaron por este evento y por las tradiciones en general", destaca el presidente de la Asociación Conmemorativa de la Primera Yerra.
Según expresó, la idea es que cada vez más gente conozca como se hacían los trabajos de campo en aquel entonces y cómo se siguen haciendo en muchos casos aún hoy. "Porque no se puede querer lo que no se conoce. Entonces la idea es que muchas familias puedan conocer esto, de manera tal de seguir traspasando de generación en generación este amor, y esta pasión por las tradiciones", agrega.
Una multitud. El evento convoca un público cada vez mayor.Foto: Gentileza Micaela Ordinas
Un poco de historia
Rememorando junto al entrevistado los orígenes del evento, tenemos que retrotraernos a la primera Yerra del Río de la Plata, que se hizo en 1576. E indagando un poco más sobre ese contexto, vale la pena destacar aquella gesta fundacional sin precedentes. Juan de Garay primero fundó Santa Fe (La Vieja) y de allí siguió a Buenos Aires para "abrir puertas a la tierra" fundando este puerto intermedio, y desde allí fundar el puerto de salida de la producción granaria y ganadera al océano.
Tradición y cultura. Las danzas tradicionalistas dicen presente en Cayastá. Foto: Gentileza Micaela Ordinas
"Casi 450 años después de esa primera gesta nos damos cuenta de que el país sigue siendo el mismo: la Hidrovía por un Río Paraná que sigue teniendo la importancia que tenía entonces; el campo, que sigue produciendo la riqueza y la producción ganadera, que sigue siendo de suma importancia para el país. Así que más allá de las cosas que han cambiado con la tecnología, hay cosas que siguen igual", dice.
Kaufmann insiste con que aquellos conquistadores tenían una mirada estratégica de la que a veces hoy se carece. Y que también es una lucha continua de muchísimos años por el verdadero federalismo "que muchas veces se declama pero no se practica, porque también nos sirve para recordar que el país se hizo desde el interior hacia el puerto, y no al revés".
Es más, en ese sentido expresa que actualmente muchas veces termina siendo mucho más importante la intermediación que la producción misma. "Y el nacimiento de cómo se dio la génesis del país nos tiene que recordar que en realidad es más importante la producción y no la intermediación".
El gaucho es de Santa Fe
Don Bernardo Alemán diferenciaba entre el gaucho y el campero (aquel que conoce el manejo del lazo, o del caballo, nada más). "Pero gaucho es una expresión que lo excede. El gaucho que viene a ser la versión símil del caballero inglés: es un tipo derecho, recto, generoso. Por eso nosotros actualmente siempre seguimos diciendo 'me hizo una gauchada' cuando mencionamos a que alguien nos hizo un favor sin ningún interés. Bueno, esta es más bien una postura frente a la vida: se puede ser gaucho y a lo mejor no tener hacienda, pero se sigue teniendo ese alma de gaucho".
Puro coraje. La jineteada es uno de los puntos más convocantes de la Fiesta.Foto: Gentileza Micaela Ordinas
Pero además, en Cayastá no solo surgió el gaucho, sino la expresión de Argentina. "El poeta del Barco Centenera cuando llega y ve la audacia con que montaban a caballo y trabajaban con los animales estos mancebos de Juan de Garay; estos criollos que los nombró como esos 'bravos argentinos' en una poesía. Y es el primero que usa el vocablo argentino, en Santa Fe la Vieja, así que el nombre de argentino surge de acá también".
Destrezas de siempre
En la Fiesta de la Yerra se recrean actividades del trabajo cotidiano en el ámbito ganadero. El juego de riendas, que son destrezas de a caballo esquivando tambores. Las pialadas, que implican enlazar un ternero o un novillo para curarlo, caparlo y marcarlo. Y después, la jineteada, que es la tradicional forma de amansar los potros. "Si bien ahora hay otras formas también, esa es la forma que tradicionalmente los españoles los conquistadores y en lo sucesivo los criollos, encontraron para amansar sus caballos".
Destrezas equinas. La competencia del tambor desafía al jinete y a su montado por igual. Foto: Gentileza Micaela Ordinas
Trabajo institucional
A la hora de resaltar el trabajo de las entidades por mantener vivo este tesoro, nos cuenta que se crearon instituciones a este fin: uno es el Parque Arqueológico de las ruinas de Santa Fe La Vieja, y en el caso de la Asociación Conmemorativa de la Primera Yerra, se hizo con el objetivo de mantener viva las tradiciones.
Uno más. El gobernador de la Provincia, Maximiliano Pullaro, no se quiso perder esta edición de la Fiesta.Foto: Gentileza Micaela Ordinas
"Nosotros estamos tratando de cumplir ese mandato, y es muy importante lo que hacen ustedes (la prensa) que comparten toda la información que tiene que ver con la producción y con el campo. Porque de esa manera nosotros podemos transmitir también las tradiciones". La Asociación está encargada de hacer dos fiestas anuales: la Fiesta de la Yerra y la Fiesta Provincial de la Doma que se hace en noviembre, alrededor de la fecha fundacional de Santa Fe, y que clasifica los jinetes campeones en las tres categorías al certamen nacional de Jesús María.
Semillero picante
La Fiesta viene en crecimiento y Kaufmann ve un reverdecer de las tradiciones sobre todo en los más niños y en los jóvenes, que cada vez concurren en mayor cantidad. En las agrupaciones gauchas y en la misma gente de la ciudad que se sumó para conocerla. "Así que evidentemente eso nos hace ver que la llama de las tradiciones no se va a extinguir o por lo menos, por lo pronto".
Hay futuro. Chicos y jóvenes se suman cada año para vivir desde adentro este legado de tradición.Foto: Gentileza Micaela Ordinas
En cada gesto de camaradería, en cada "gauchada" que se hace sin esperar nada a cambio, la esencia de la Fiesta de la Yerra perdura. Es más que un evento; es un puente entre generaciones, un recordatorio de que las historias que contamos hoy tienen sus raíces en gestas de valor y coraje de ayer.