Así lo indicó el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, al referirse a la recaptura del jefe de sicarios del capo narco Esteban Alvarado. También dijo que suponían que planeaba atentar contra el gobernador Maximiliano Pullaro.
El secretario de Seguridad Pública del Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe, Omar Pereira, acompañado por el secretario de Análisis y Gestión de la Información, Esteban Santantino, brindaron este lunes una conferencia de prensa para referirse a la recaptura de Mauricio “Caníbal” Laferrara, el jefe de los sicarios de la banda del narco rosarino Esteban Lindor Alvarado, quien estaba detenido en la cárcel federal de Devoto donde cumplía dos condenas a prisión perpetua, y de donde se fugó en octubre de 2023.
Laferrara, de 28 años, se ocultaba en una vivienda ubicada en la localidad de Andino (departamento Iriondo), donde fue detenido el pasado viernes, procedimiento para el que fue clave la creada área de Inteligencia Criminal en la Provincia, y el trabajo mancomunado con Nación, la Justicia Federal, el Ministerio Público Fiscal de la Nación, el Ministerio Público de la Acusación, y el Poder Judicial.
Durante el encuentro con los periodistas, realizado en las oficinas que el Ministerio de Justicia y Seguridad tiene en la sede de Gobierno en Rosario, Pereira reconoció que esta detención “es un hecho trascendente”, y que “recapturar a esta a esta persona, que había sido detenida en el 2019, era uno de los objetivos importantes. La presencia de esta persona en el territorio nos generaba una una preocupación habida cuenta de su de su peligrosidad, tengan en cuenta que tiene varios homicidios y una participación activa en varios hechos resonantes”.
El funcionario admitió que “sabíamos que Laferrara estaba en la zona de Rosario”, y valoró las herramientas legislativas que permitieron realizar el trabajo para capturarlo, “como la Ley de Inteligencia, la creación de la Subsecretaría de Inteligencia Criminal, la reformulación de la PDI -Policía de Investigaciones-, el trabajo articulado con el MPA -Ministerio Público de la Acusación-, y la articulación con los organismos nacionales, las agencias federales, las fuerzas federales, y el Ministerio de Seguridad de la Nación. Nos llevó un trabajo detallado, paciente y constante”.
Pereira indicó que “no teníamos constancia que desde su fuga Laferrara pudiera haber salido del país o viajado, nosotros nos centramos -y no estábamos errados en ese sentido- en que no había abandonado la zona de Rosario”, y la localidad de Andino “estaba referenciada como uno de los probables lugares donde podía encontrarse. Ahí se trabajó un par de meses, con seguimiento y observación, con la presencia de personal de la Subsecretaría de Inteligencia Criminal”. Asimismo, agregó que “las dos personas que estaban con él al momento de la detención, que son los propietarios de la casa, están a disposición de la fiscalía. En principio están involucrados como «encubridores»”.
Venganza contra Pullaro
En otro tramo de la conferencia de prensa, Pereira admitió que un posible atentado contra el gobernador Maximiliano Pullaro “era una suposición que teníamos”, y recordó que Laferrara fue detenido en 2019, durante la gestión del actual mandatario provincial como ministro de Seguridad. “Tanto (Esteban) Alvarado como Laferrara, supongo que aparte de mantener activos sus negocios ilegales, tienen el objetivo de la venganza, y la venganza máxima acá es seguramente el gobernador Pullaro. Esto es una suposición a partir de los modos en los que siempre se han manejado: todos los homicidios de Laferrara tienen que ver con la venganza”.
Asimismo, el secretario de Seguridad Pública mencionó que “acá hay otro llamado de atención: Laferrara estaba en la cárcel de Devoto, que no es una cárcel de alta seguridad. Todos nos indica que una persona que se fuga con todo este tipo de características, escondido tres días en un tacho de basura, y tratándose de quién era, además de la fuga frustrada de Alvarado, tiene que haberse fugado por algún objetivo muy importante. Entendiendo la lógica de estos delincuentes, que tienen prisión perpetua y ya no tienen nada que perder, y lo único que les queda es mantener sus negocios ilegales vivos, nosotros inferimos que la fuga de un sicario puede tener que ver con una venganza, y que esta pudiera estar dirigida a quien en su momento dispuso y logró su detención”, en referencia al actual gobernador, entonces ministro de Seguridad.