Los precios logrados en un reciente remate de reproductores bovinos de varias razas en el centro santafesino sorprendieron por haber quedado retrasados respecto del año pasado, a punto tal que al medirlos en kilos de novillo resultaron hasta un 30% inferiores. Para los cabañeros, podría ser un indicio del amesetamiento del negocio de la cría.
El viernes 28 de junio, en la feria de Emilia, la Cámara de Cabañas Santafesina de Ganado subastó en su séptimo remate conjunto, junto a la Cooperativa Guillermo Lehmann, unos 200 ejemplares Hereford, Aberdeen Angus, Brangus, Braford y Limangus de 24 establecimientos socios. A grandes rasgos, los toros promediaron unos $ 2.5 millones, por debajo de los $ 3.5 millones que hubieran valido de mantenerse constantes los precios de la edición 2023.
“Vemos que el precio estuvo bastante por debajo respecto a lo que fue el remate del año pasado, que había tenido un resultado económico extraordinario”, planteó a Campolitoral el vicepresidente de la Cámara y titular de la Cabaña Los Charabones, Berardo Vignatti. Y agregó: “si debiéramos trasladar el promedio del año pasado a este, tendríamos que estar hablando de reproductores entre tres millones y tres millones y medio de pesos; valores que en este remate fueron inferiores”.
Si bien en pesos corrientes los valores mostraron una importante recomposición, al medirlos en la moneda del ganadero, como es el kilo de novillo, los números decepcionaron. Por ejemplo, el promedio de los toros Braford fue $ 2.653.030, muy superior a la media de $ 880.000 del sexto remate, en junio de 2023. Sin embargo, tomando el INMAG (Índice Novillo del Mercado Agroganadero de Cañuelas) el año pasado estos toros valieron 1.884kg de novillo (INMAG junio 2023 7,030), mientras este año se pagaron 1.463kg (INMAG junio 2024 .813,105). O sea 421kg de novillo menos, equivalente a una baja del 22.3%. Para los toros Brangus la merma fue mayor, ya que los .525.000 que promediaron este año equivalieron a 1.392kg INMAG; 586kg o 29.6% menos que los 1.978kg de 2023. Y si, como planteó Vignatti, se trasladaran los kilos pagados el año pasado a este, estos toros hubieran valido .586.321.
“Sabemos que la actividad propia de la cría es una de las más rezagadas. Quizás es la que tiene la recomposición más lenta de los precios; y aunque en estos últimos años ha tenido buenos desempeños en cuanto a sus valores, en el largo plazo el promedio muestra que la cría es -dentro de la actividad- la que siempre va quedando un poco más atrás”, analizó el cabañero. “Para los productores no son valores bajos y generan un costo; y para las cabañas, de forma inversa, son relativamente bajos”, añadió.
De todos modos, planteó que “estos valores van a ir mejorando en el transcurso de los meses”, ya que por lo general es a partir de mediados de julio -cuando se intensifica el calendario de remates- que el mercado “toma otros valores”.
Vignatti aclaró que, en general, el balance de la subasta fue positivo. “Las cabañas que participaron están contentas por el cierre y el resultado, y por cómo se desarrolló la organización y el trabajo junto a la cooperativa de Guillermo Leman”, dijo.