El reclamo de referentes llevaba más de diez años, ya que operaban en un vacío legal, preocupados luego de sucesivos cierres de unos 40 espacios, en el marco de la crisis económica y tras la pandemia. La normativa sumará herramientas estatales con eximiciones de impuestos, regulaciones y un régimen regulado desde la Secretaría de Cultura.
La sesión del jueves 4 de julio en el Concejo de Rosario terminó de definir la nueva normativa sobre nocturnidad, dejando atrás la que llevaba 23 años y estaba desactualizada a las costumbres actuales y a la convivencia con vecinos. Y en paralelo fue aprobada una nueva ordenanza que creará el “Régimen de preservación y fomento municipal para clubes sociales y culturales”. Un reclamo de este sector que se encontraba invisibilizado por la norma.
Ambas normativas se votaron con una sola abstención y con la presencia de representantes de los espacios culturales en el recinto, que celebraron la aprobación.
En esta nueva ordenanza habrá fomentos para espacios de menos de 100 personas, que serán eximidos de pagos de impuestos, como forma de acompañamiento para su sostenibilidad económica, y se mejoraron los límites de horarios dispuestos. Promoverá convenios de prácticas profesionales en colegios para conseguir habilitaciones y certificaciones legales sin la dificultad de invertir sumas imposibles para este sector.
Con expectativas sobre cuál será el impacto concreto de la ordenanza en su aplicación, los referentes de los que se dieron en llamar a sí mismos Espacios Culturales Independientes (ECI), destacaron que “el reclamo de hace más de 10 años siempre quedaba trunco, y estábamos atados a la discusión de la nocturnidad, cuando nosotros no solo brindamos nocturnidad sino también espacios de talleres y encuentros en horario diurno”.
Este sector dio a conocer su disconformidad el pasado 18 de junio en una asamblea pública del Concejo de Rosario donde hablaron vecinos, comerciantes, gastronómicos y bolicheros. Y la postura de los ECI, a partir de leer la ordenanza que se debatía era que no estaban siendo considerados.
En diálogo con Mirador, la gestora cultural Julia Cadoche recapituló en cómo se llegó al consenso de esta ordenanza parida al calor del reclamo: “Se recuperaron borradores de proyectos de años anteriores de Ciudad Futura y de Fernanda Ghigliani, y del trabajo que habíamos hecho durante 2021 con la Secretaría de Cultura y la Oficina de Habilitaciones para pensar un marco normativo que no se pudo trabajar hasta ahora. Y al escucharnos, esos concejales retomaron sus propuestas, y se sumó un proyecto de Leonardo Caruana que buscaba dar herramientas para nuestra regulación”.
El concejal Caruana consignaba esta semana: “En la audiencia pública escuchamos los requerimientos, y había que construir una ordenanza específica que unificara criterios y facilitara su funcionamiento. Fundamentalmente, buscamos que se contemplen normas de seguridad y convivencia, pero que fundamentalmente genere trabajo a los artistas. Para ello, la idea es que sean registrados en una oficina de la Secretaría de Cultura”.
TRABAJO MANCOMUNDADO
En las últimas semanas lo que realizaron concejales, asesores y referentes de los ECI fue un trabajo de unificación de todos los proyectos. Es por eso que la referente destacó que “no es la idea de una persona, sino de actores que recuperamos el reclamo de otros espacios que fueron cerrando sus puertas, y de quienes persisten. Fue una construcción colectiva muy grande”.
Por la celeridad que querían darle, de aprobación antes del receso de invierno, trabajaron a contrarreloj. “Llevamos un borrador al oficialismo, lo vieron y dieron una contrapropuesta, la incorporamos, y el miércoles pasado nos reunimos con todos los concejales y consensuamos mucho”, recordó Cadoche, quien luego destacó: “Estos consensos implicaron que ninguna de las partes termine del todo conformes, acercando las posiciones con los puntos en común, lo que es ejercer la democracia”.
Conseguido el reconocimiento, ya que los ECI ahora sienten que “salen de la ilegalidad”, la referente consideró que esta ordenanza ahora aprobada “es un reconocimiento histórico para estos espacios que buscan crear comunidad y cultura local, el vínculo con los ciudadanos y ciudadanas, porque reconoce a los trabajadores y trabajadoras de la cultura que se desempeñan en estos espacios”.
Si bien aclaró que “no tiene marco regulatorio en términos laborales al momento”, sí brinda reconocimiento a las particularidades de los espacios, ya que, a la vez, tienen actividades similares a otros en la propuesta musical y gastronómica, pero su principal objetivo es el fomento de la cultura local.
El hecho de que la Secretaría de Cultura sea la autoridad de aplicación, “saca a estos espacios del área de Control y Convivencia, y le da la autoridad a Cultura de comunicación con estos espacios, que son gestionados por grupos de personas de forma cooperativa o de clubes. Eso va a llevar a que el tercer sector (ni privado ni público, la sociedad civil) tenga una entidad, y la actividad sea pensada de otra manera en la ciudad”.
Recordó entonces que varios funcionarios y concejales reconocieron que se trata de “espacios con legitimidad social por la población, que no tienen denuncias de linderos por ruidos molestos, ya que construyen consensos con esos vecinos”.
Esta ordenanza “no deja de ser solo el puntapié de construir más convenios y fomentos para que más espacios generen cultura a lo ancho de la ciudad para recuperar los espacios de encuentro”, estableció.
Y finalmente fue crítica con los empresarios de la noche, que “intentan acaparar la nocturnidad con su modelo que no es excluyente, porque hay ciudadanos con intereses muy diversos, no se compite. Los ECI son propuestas que buscan crear comunidad entre pares, para construir mejor ciudadanía unidos, es nuestro modelo de ciudad”.
De esta manera, los referentes de los espacios culturales sienten haber logrado “haberse hecho un lugar en esta ciudad que abandonó el acompañamiento que tuvo del Estado de cuando gobernó Hermes Binner con la cultura promovida por Chiqui González”.
A futuro, los referentes de los ECI adelantan que buscarán “trabajar el mecenazgo desde una perspectiva integral y complementaria a la que está trabajando la Provincia”, y establecer una relación activa con el Estado municipal con trabajo conjunto y escucha activa, ya que “aunque sea un avance histórico no termina de contemplar las necesidades de un sector que por años fue relegado a la ilegalidad”.
PARÁMETROS DE LA NUEVA LEGALIDAD
La nueva ordenanza de los ECI considera que estos son “espacios multifuncionales donde se realicen manifestaciones artísticas, sociales y/o educativas y cuyo objetivo principal sea la programación, producción, difusión, fomento y desarrollo de dichas actividades con participación real y directa de artistas, educadores y público en general”, reza la nueva norma.
Las actividades que comprenden estos espacios pueden ser números artísticos a cargo de escritores, escultores, pintores, actores, titiriteros, animadores, performers, realizadores audiovisuales, humoristas, músicos solistas y conjuntos de música o de danza, bailarines, varietés, muestras, ferias, presentaciones de libros, proyecciones audiovisuales, radio digital, tertulias, actividades circenses, lecturas, ensayos, seminarios, talleres y clases.
El objetivo de los ECI será la formación, el fomento, difusión y desarrollo de actividades culturales, con la participación de los profesionales de la cultura que correspondan a cada lenguaje artístico.
Además del registro, la cartera de Cultura se encargará de asesoramiento y asistencia técnica en el proceso de inscripción en el registro, difusión de la agenda cultural de los ECI, asistencia técnica y económica, a través de programas vigentes de fomento.
Para ser habilitados, los ECI presentarán un esquema de programación trimestral, que deberá contar como mínimo con 12 actividades culturales al mes que deberán ser en el periodo de marzo a diciembre de las cuales dos deberán ser gratuitas a la comunidad, y que deberán estar distribuidas proporcionalmente con diversidad horaria.
Los requisitos de habilitación, funcionamiento, edilicios, medidas de seguridad, salida de emergencia y sanitarios son varios desglosados en la norma, aunque hay una habilitación transitoria que se puede tramitar mientras se avanza en los requisitos.
Pueden inscribirse como ECI los siguientes sectores: bar, librería, disquería, galería de arte, salón de exposición, salón de conferencias, sala de ensayo, estudio profesional, club de barrio y todo uso asimilable a manifestación de arte y/o cultura.