Desde noviembre del año pasado hubo cuatro intentos fallidos, pero pudo haber otros exitosos. En dos casos fueron teléfonos y, en otros dos, droga. El ave había llegado a una garita y luego salió hacia una casa lindera a la unidad penitenciaria.
Una vez más, la Unidad Penal 1 de Coronda, departamento San Jerónimo, y palomas, estuvieron relacionadas con insólitos intentos de ingreso de elementos prohibidos a la cárcel de esta ciudad.
Pasadas las 18 de este lunes, el Grupo de Operaciones Tácticas de la Unidad Regional XV de Policía, tercio alfa, realizó un procedimiento de oficio, en momentos en que estaba prestando servicio de patrullaje y control en cercanías del presidio.
Desde el Comando Radioeléctrico se dio aviso de que en unas de las garitas de la penitenciaría había un ave con un envoltorio en sus patas. Luego la paloma salió volando hacia un domicilio cercano, ya que la cárcel está rodeada de viviendas, y al consultar los uniformados con los dueños de esa casa, indicaron que había volado hacia un patio trasero.
Con la autorización correspondiente, personal del GOT ingresó, agarró al ave y tomó como testigo a la misma dueña de casa tras lo cual al ver dos envoltorios, los secuestraron y entregaron las actuaciones a la Policía de Investigaciones Región 1 Coronda San Jerónimo, ante la sospecha de que se trataría de droga.
Efectivamente, luego de los reactivos de rigor se determinó que se trataba de marihuana en una cantidad aproximada a los 50 gramos por lo que se labró el acta correspondiente.
Es la cuarta vez, que se tenga conocimiento público, que intentan ingresar elementos a la cárcel “a bordo” de palomas: el 8 de julio fueron un teléfono sin batería, un chip y un cargador; el 23 de abril de este año habían querido mandar 60 gramos de marihuana, el 8 de noviembre de 2023 consistió en un teléfono y una resistencia aunque no se pudo descubrir al o los autores.
De hecho, las autoridades están preocupadas y analizan que si se descubren estos intentos fallidos, es porque en algunas ocasiones los presos y o familiares, con esta particular artimaña de criar palomas desde crías para “semi domesticarlas” y usarlas como correo, habrían conseguido sus objetivos.