Los revoltosos atacaron a personal de la fuerza de seguridad con palos y gomeras e hirieron en la cabeza a un efectivo. Los terrenos son baldíos municipales.
Una turba integrada por hombres, mujeres y menores avanzó minutos antes de la medianoche sobre terrenos municipales de Avellaneda, ubicados en el sector noroeste de la ciudad con intención de usurparlos.
En ese punto baldío del barrio Cooperación, en un número estimado en un centenar, estas personas ingresaron al predio con palos y lonas, y se instalaron de manera tal de constituir una toma de tierras.
Se vivieron momentos de tensión en Avellaneda.Foto: Norte24
Al sitio arribó una comisión policial con el fin de impedir la acción reñida con la ley, pero los movilizados hicieron caso omiso a los pedidos de desalojo. Debido a la cantidad y a la actitud hostil, los uniformados se vieron en la necesidad de pedir refuerzos.
Policías de dependencias locales y personal de grupos tácticos liderados por el jefe de la Unidad Regional IX, Julio Lucero, se apostaron entonces frente a los ocupas que volvieron a desobedecer la orden de abandonar el descampado.
El titular policial del departamento General Obligado trató de entablar un diálogo con los usurpadores, aunque sin fortuna. Del medio del grupo, un revoltoso identificado como “Pilo” Sandrigo -de Reconquista- saltó al frente de sus pares y la emprendió a patadas, golpes puño y gritos contra los agentes de seguridad, haciendo las veces de líder. Al intentar aprehenderlo, se escabulló entre los demás y logró darse a la fuga.
Su actuación envalentonó al resto y tanto mujeres como menores y hombres comenzaron a arrojar cascotes y recortados de hierro con gomeras a los numerarios policiales. Uno de estos pegó en la cabeza del oficial Walter Orrego y le provocó una hemorragia importante.
Ante el virulento ataque, los policías efectuaron disparos con cartuchos antitumulto hacia el piso con el objetivo de intimidar y evitar nuevas reacciones. De esa forma, pudieron despejar la zona y apuraron la retirada de los atacantes hasta una plaza ubicada a 150 metros. Aún así, los ánimos siguieron caldeados y se repitieron ataques con piezas de hierro arrojadas con gomeras.
Ya en la madrugada del jueves, se hicieron presentes un grupo táctico de Los Pumas y más policías de la Unidad Regional IX. Posteriormente, la policía consiguió encaminar una negociación. Cuatro referentes de las familias accedieron a mantener una reunión con el secretario municipal de Gobierno, Esteban Zanel, una reunión para la jornada de este jueves con vistas a abordar las demandas habitacionales.