Concordia

Moda circular: segunda oportunidad para la ropa

La industria textil es una de las que más contamina el ambiente con su producción a gran escala. En Concordia introdujeron el concepto de “moda circular” para repensar cómo nos relacionamos con las prendas de vestir.


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 La industria textil ocupa el segundo lugar en contaminación a nivel mundial, según la ONU. Desde el comienzo de la producción y recolección de materiales: tan solo para cultivar el algodón se necesitan grandes cantidades de pesticidas, fertilizantes y agua hasta la terminación de las prendas. Actualmente, tanto en el país como en el mundo comenzó a ganar terreno la “moda circular”, un concepto que pretende que las prendas no tengan un ciclo corto de uso y que el intercambio y la reutilización, así como el reciclaje, permitan reducir el impacto ambiental que genera la producción constante.


UN MODO DISTINTO


María Mangioni es propietaria de “El vestidor, moda circular”. Su local está ubicado en la zona céntrica de Concordia y ella lo define como “mucho más que una feria de ropa usada”. En diálogo con Mirador Entre Ríos, contó por qué decidió sumarse a una actividad que todavía no es del todo popular en su ciudad, aunque está en crecimiento. “Siempre, desde que era muy chica, estuve muy preocupada por el tema de los desechos. Lo que va a la basura y a dónde se tira eso y todo lo que se acumula y demora tanto tiempo en deteriorarse. Con el correr de los años, y de la vida, y a raíz de mudanzas en las que tenía que ir sacando cosas e iba encontrando las que ya no usaba empecé a pensar qué pasa con la ropa que no usamos y que todavía está en perfecto estado para ser usado por otros”, indicó.

–¿Cuál es la diferencia con las ferias americanas?
–La moda circular es un concepto que está basado en la economía circular. Es un modo de combatir el “fast fashion”, que es la producción en grandes cantidades de ropa muy barata y de calidades que tienen un año de vida útil y en realidad no sirve, ya que es ropa que se estira, se mancha, destiñe. La moda circular trata de ir contra esta moda rápida dándole una segunda oportunidad a todas aquellas prendas que son de buena calidad, con buenas confecciones, con buenos géneros. En mi negocio se vende casi toda ropa de marcas conocidas o importadas, no por la marca en sí, sino que justamente en esos casos usan buenos géneros que duran a través del tiempo y pueden ser utilizadas por más de una persona.


DETALLES


–¿Cómo funciona la actividad?
–Nosotros no compramos ropa ni hacemos canje, recibimos todo a consignación. Cada ingreso tiene un registro propio con un código para esa persona y a medida que se va vendiendo tienen una comisión ellos. Actualmente es más la gente que se acerca para dejar ropa que la que compra, aunque claramente la que compra ha aumentado en el último año y medio. Con la idea de no generar más residuos al planeta tampoco compramos bolsas, así que recibimos las bolsas de cualquier tienda o las de tela para reutilizarlas.

–Todavía no es muy común la actividad en Concordia ¿Qué tipo de clientes tienen?
–Concordia está familiarizado hace un tiempo con las ferias americanas, pero costó introducir la moda circular, tuvimos que trabajar mucho durante estos cuatro años. El sector que usa ropa de marca no se animaba siquiera a pensar en comprar ropa usada, y ahora son ellos y todo tipo de clientes los que se acercan. Si bien tenemos envíos a todo el país, generalmente la mayoría de las personas que compran son de Concordia. Tenemos un local en la zona céntrica y allí ofrecemos ropa de niños, niñas, hombres y mujeres, ropa de fiesta, calzados, de todo un poco, y vemos que cada vez más se acerca gente de todo tipo.

–¿Cómo ponen precio a las prendas usadas?
–Generalmente los precios que se colocan son un tercio de lo que cuesta la misma prenda nueva en la tienda oficial de esa marca. En nuestro local no tenemos prendas que estén manchadas, descosidas, deterioradas. Cada prenda se controla, de manera que contemos con un stock de ropa de buena calidad para poder medir ese precio. Si encontramos alguna prenda con alguna mínima mancha o rotura la devolvemos y le damos al dueño la posibilidad de que lo dejen como una donación, ya que llevamos la ropa que nos donan a varios lugares, hacemos una redistribución. Las que están en condiciones de ser donadas se donan, pero también tienen que estar bien.

–¿Qué hacen con aquello que no puede ser donado ni vendido?
–Lo que no podemos vender ni donar lo enviamos para reciclado. Afortunadamente ahora Concordia tiene la recolección de residuos secos los martes, entonces enviamos todo ahí porque sabemos que las telas, las lanas, todo eso puede ser reciclado. Además, estamos trabajando en conjunto con un taller de costura que tiene círculo virtuoso, una asociación de Concordia que utiliza todo lo que ya no sirve como sábanas rotas, remeras que tienen agujeros o cosas así, las utilizan y hacen fundas de almohadones, bolsas reutilizables, todo lo que puedan. Reciclan y aprenden a coser. Todo esto es parte de la economía circular. También trabajamos con Cáritas.


CRECIMIENTO


–¿Cómo te imaginás este negocio en el futuro?
–Es un negocio que no tiene techo. La idea es poder empezar a hacer más ventas a nivel país, que creo que no se está haciendo porque tal vez todavía no lo conocen. Nos hicimos redes sociales y publicamos, hacemos envíos, pero creo que podemos seguir creciendo. También empezamos el proyecto de intervenir algunas prendas que tienen alguna mínima mancha, se le hace algún bordado y se tiene una prenda nueva. Creo que vamos a seguir creciendo porque hay mucho por hacer.


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