Actualmente hay más familias y jóvenes en situación de calle, cuando la población por lo general ha sido la de hombres adultos y adultos mayores, pero gracias a la coordinación entre el Estado local y las organizaciones, se trabaja de forma aceitada casi a tope, a partir de cada llamado de un vecino. El refugio Sol de Noche, a la busca de un nuevo espacio propio.
La ciudad de Rosario cuenta con un dispositivo municipal que funciona en red con muchas organizaciones civiles y religiosas, en pos de resguardar a quienes no tienen un techo por diversos motivos. Se reconoce un aumento de demanda producto de la crisis social y económica, el consumo problemático y la salud mental, pero el sistema responde a la demanda: este invierno son el 92 por ciento los usuarios, de un total de 180 camas.
A pesar de esto, el subsecretario de Abordaje Integral de Desarrollo municipal, Gabriel Pereyra, coincidió con el referente del refugio Sol de Noche, Juan Pablo Locatelli, al ser consultados ambos por Mirador en un diagnóstico que preocupa: en los últimos años perciben un aumento de cantidad de familias enteras en situación de calle y también de jóvenes, cuando la población por lo general ha sido la de hombres adultos y adultos mayores.
La contención es una de las claves en el refugio.Foto: gentileza Refugio Sol de Noche
Pereyra destacó que cada invierno, una tarea clave está en la entrega de viandas que se realiza junto a los ex combatientes de Malvinas, y en ese marco, destacó: “Este año también estamos viendo cada vez mayor demanda de comida de parte de muchos adultos que tienen techo, por la situación económica”.
En su coordinación de todo el abordaje territorial, Pereyra aseguró: “Vemos que, si las personas que se encuentran en situación de calle, asisten a los refugios, a lo largo de su estadía mejoran sus vínculos en la sociedad”.
Es por ello que explicó el enfoque de este trabajo en red: “Lo que intentamos siempre es un trabajo articulado en el ordenamiento del espacio público, pero desde el punto de vista inclusivo, porque antes que nada, aunque buscamos ayudar, primero rige el principio de autonomía. Entonces a veces es fácil que la persona reúna los requisitos, y aun así haya una negativa a ir al refugio”.
En Rosario, casi todos los refugios son de gestión municipal, inclusive el predio que brinda Cáritas a las mujeres con hijos. El único autogestionado es Sol de Noche, y si bien funciona desde hace 17 años de una manera aceitada, ofreciendo 35 camas a hombres mayores de 45 años (solo en temporada invernal), este espacio se encuentra en un momento de cambio y de cierta incertidumbre, ya que en septiembre deberá retirarse del predio donde funciona desde hace más de 10 años, ya que sus propietarios (la Congregación scalabriniana, que lo usufructuaban en comodato) lo utilizarán para inmigrantes refugiados.
El resto de los espacios que brindan camas en la ciudad, son municipales. En Grandoli 3450 se encuentra el predio que lleva el nombre de esa calle, y éste se compone del refugio, el hostal y el hogar de adultos mayores (con diferentes ingresos). El refugio cuenta con 50 plazas de alojamiento para hombres mayores de 18 años, de 19 a 7 de la mañana; el hostal y el hogar son las 24 horas y todo el año.
El Refugio Felipe Moré (Felipe Moré 929) también es para hombres mayores de 18, y tiene dos modalidades: de atención nocturna y como centro de día con talleres de acompañamiento. En tanto que el predio en Cáritas Rosario (Balcarce 1077) es el único alojamiento para mujeres mayores de 18 años con niños con modalidad de atención nocturna.
El llamado “Operativo Invierno” se sostiene cada año por equipos municipales de las secretarías de Desarrollo Humano, Salud, Control y Convivencia, Gobierno y Gestión Ciudadana, junto a las organizaciones de la sociedad civil. Estas son: Universidad Nacional de Rosario, Centro de ex-Soldados Combatientes en Malvinas, Manos Solidarias, Rosario Solidaria, Haciendo Lío, Rosario Health Save, Fuera del Sistema, Fundación Sí, Madre Teresa de Lourdes, Sol de Noche, Centro de Día Noritas, Centro de Día Surge, Integrarte, Bodai, Nidos, Vínculos, María Auxiliadora, Me llaman calle, Movimiento Solidario Rosario, Es posible, MAS, Bakitas y Cáritas.
Juan Pablo Locatelli trabaja desde hace 11 años como voluntario en Sol de Noche, y a partir de su trabajo pudo observar que “cada vez son más familias, más mujeres y niños, así como jóvenes adolescentes los que quedan en la calle, y la demanda es mayor”.
Y el problema cuando una familia queda en la calle es que, por los rasgos del sistema, el padre debe ir a un refugio de varones y el resto a Cáritas. “La situación de calle fue cambiando. Antes en general eran hombres y mayores, mientras que hoy es más variado, muchas mujeres con problemas de adicciones, y muchos jovencitos que fueron echados en conflictos familiares. Son jóvenes que quizás no eran de la calle, el asunto de adicciones antes no lo veíamos de esta manera”.
Este refugio cortará su atención a personas en situación de calle a comienzos de septiembre próximo, para desinstalar y acondicionar todo de cara al 30 de ese mes devolver el predio en condiciones a sus propietarios. La preocupación para este refugio entonces es adónde funcionará de cara al invierno de 2025.
La contención es una de las claves en el refugio.Foto: gentileza Refugio Sol de Noche
Si bien al momento no tienen un espacio ya convenido, Locatelli aseguró que “la decisión es continuar con esta tarea social, que es cada vez más necesaria”, y se mostró con confianza de que el lugar aparecerá, porque “todo cambio es una oportunidad”.
Por su parte, el subsecretario de Abordaje Integral de Desarrollo aseguró que se está colaborando en la búsqueda, “primero encontrar el lugar adecuado, y entonces en ese marco ayudar en las instalaciones”. De esta manera, se está realizando “un mapeo de posibles lugares en la ciudad”.
Entonces Locatelli relató: “Estamos con muchas reuniones con los funcionarios provinciales y municipales, buscando opciones en clubes rosarinos, con el Arzobispado, y también con templos evangélicos”.
La idea de la asociación civil es conseguir un lugar en comodato como fueron todos estos años, donde ellos se encargan de pagar los impuestos y servicios, y del mantenimiento a lo largo de los años. Consultado, afirmó que un alquiler no sería viable por el alto costo que conllevaría: “En términos de alquileres es un costo imposible. Vamos por la gratuidad en comodato. Sé que algo va a aparecer, tengo la providencia”.
Un proyecto de cara al verano es la reapertura de refugios para guarecerlos del calor y la deshidratación. El funcionario Pereyra indicó que “en septiembre finaliza el operativo en torno a asistir en el invierno, pero después ya empezamos con el verano, ya que vienen calores importantes. El mayor problema en invierno es la hipotermia, pero en verano muchas veces las personas en situación de calle corren riesgos de deshidratación”.
Entonces adelantó que “se va a poner en marcha algo similar al operativo de invierno, con una serie de componentes que es donde priorizamos el tema de la salud”.
Se destaca la importancia de que la ciudadanía en general reporte a quienes se encuentren en situación de calle a las autoridades municipales. Esta comunicación puede realizarse de las siguientes formas:
- Línea 147
- Rosario.gob.ar
- Whatsapp al Munibot (341 5 440147)