El modesto y reconocido club San Miguel logró el título en Primera B y jugará en la próxima temporada en la elite de la LPF. Se quedó con el ascenso directo. Un duro y largo camino donde el premio fue alcanzar los máximos objetivos. Fabricio Sibulofsky, el DT, brindó sus impresiones y sentimientos.
Y el barrio Paraná XIII se vistió todo de los colores que identifican al gran campeón y festejó hasta altas horas de la noche y con la tradicional visita de los campeones a la Plaza 1° Mayo. Y no era para menos: el esforzado y más que modesto equipo de San Miguel que los representa logró no solamente sumar su primera estrella, sino que también en la próxima temporada de Primera A se codeará con los mejores. El camino no fue para nada sencillo debido que hasta último momento se dudó de su participación en el torneo de ascenso. Pero mucha gente puso el hombro y más y tuvieron una decisión acertada. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y su público –con el correr del certamen se incrementó hasta colmar sus instalaciones– cristalizaron los logros mediante la unión y demostraron que las instituciones barriales están vivas y pueden conseguir grandes cosas.
Fueron muchas las personas involucradas, todas importantes y sería una lista interminable. La humildad y el trabajo silencioso fueron algunos aspectos a destacar. Una clara muestra es el debutante director técnico, el joven Fabricio Sibulofsky.
PARTIDO A PARTIDO
Justamente el entrenador brindó sus primeras impresiones luego de la conquista: “Estamos felices de la vida y más que satisfechos por todo lo que logramos. Es un orgullo salir campeón y lograr el ascenso a la A con un equipo de barrio como lo es San Miguel y por primera vez. Los objetivos los poníamos partido a partido y nunca hablábamos de título ni de ascender. Sabíamos que el torneo de la B iba a estar muy complicado, ya que tiene muy buenos equipos y jugadores. En silencio se armó un grupo maravilloso con la mayoría chicos muy jóvenes y gracias a Dios se dieron los mejores frutos”.
Acerca de los triunfos claves y sumar siempre ante rivales directos, el DT expresó: “La verdad que sí. Con Universitario uno le ganamos y en el otro lo empatamos en la última jugada. Con San Benito lo mismo, ya que triunfamos e igualamos. Ante Instituto, otro de los equipos más difíciles, fue el único partido que perdimos en el torneo, pero luego nos tomamos revancha de visitante. Y con San Benito, quien era nuestro inmediato perseguidor en la tabla, conseguimos los objetivos en casa y con el apoyo de nuestra gente. Era un partido clave donde queríamos tratar de definir el campeonato para no sufrir en la última fecha”.
SENTIDO DE PERTENENCIA
Las claves de la consagración fue otro de los temas que hizo referencia Fabricio Sibulofsky: “Principalmente en trabajar con buenas personas. En base al aspecto individual se conformó un excelente grupo. Está claro que unidos se logran grandes cosas. Todos tiramos para el mismo lado. Tengo la suerte que varios del plantel campeón los dirigí en Sportivo Urquiza y son de la categoría 2002. Me bancaron y siguieron. Y además otros que se sumaron al club y que solamente jugaban campeonatos libres y no Liga. A todos los hicimos sentir cómodos. Teníamos 30 jugadores y todos entrenaban por igual y no hacíamos diferencias y se preparaban para estar siempre en condiciones de jugar. Practicaban mucho y fue muy bueno el sentido de pertenencia que mostraron por el club”.
LO QUE VIENE
El entrenador habló del futuro inmediato: “Tuvieron un día de descanso y enseguida continuamos con los entrenamientos. Tomamos con seriedad y respeto el último partido con Camioneros. Para el próximo Torneo Unidad la idea es seguir trabajando con los mismos chicos. Será muy lindo medirse con rivales que quizás en la actualidad están un escalón más arriba que nosotros en lo que se refiere a preparación. Pero es como siempre digo que en la cancha somos 11 contra 11 y se juega con una pelota. Así que se debe dejar todo”.