Ante la imposibilidad de sembrar maíces tardíos por el riesgo de que reaparezca la chicharrita, los productores lecheros a los de primera, que se sembrarían al mismo tiempo. Este escenario podría generar una sobrecarga de trabajo para los picadores en el pico de cosecha. Las lluvias serán clave para avanzar con las siembras en tiempo y forma.
La incertidumbre domina el panorama de la producción de forrajes conservados en el centro santafesino. Tras los estragos causados por la chicharrita en la campaña pasada, que afectó gravemente a los maíces de segunda, los tamberos no tienen muchas opciones: "Vamos a hacer maíz de primera, porque sin silo no tenemos qué darle de comer a las vacas", explicó Sergio Calussen, picador, ensilador y presidente del Centro Tambero Las Colonias (CeTaCol).
Aunque la superficie destinada al maíz de primera aún no está definida, Calussen anticipó que "se va a hacer mucho en los tambos". A su juicio, los agricultores, en cambio, "no van a hacer ni de primera, y mucho menos de segunda". Este año, consideró, "se van a sentar a ver cómo evoluciona esta plaga".
El aumento en la demanda de sorgo también fue notable, aunque enfrenta limitaciones: "Va a haber mucho sorgo, más que otros años, pero tiene un techo porque no había suficiente cantidad de semilla para la demanda que hubo", indicó el contratista. Asimismo, mencionó que algunos productores están evaluando la posibilidad de ensilar otros tipos de forraje, como cereales de invierno e incluso soja, dado que "como alimento anda muy bien para las lecheras".
Calussen destacó que, según las consultas realizadas con sus clientes, "la realidad es que este año lo vemos venir muy complicado", especialmente porque, cuando lleguen las lluvias, "seguramente esos maíces se van a sembrar todos juntos; y para nosotros los picadores va a ser un rompecabezas en enero, porque no vamos a llegar a cumplir y nos transformamos en los villanos de la película".
El éxito de estas siembras depende, en gran medida, de las precipitaciones: "Con una lluvia antes de los primeros días de septiembre estamos bien para sembrar en tiempo y forma los maíces de primera", afirmó Calussen. Sin embargo, advirtió que si no hay lluvias de septiembre en adelante, "va a ser también un tema", ya que un retraso en la siembra incrementa el riesgo frente a la chicharrita.
Otro factor a tener en cuenta será la coordinación de las siembras en el norte, ya que, si se escalonan como en años anteriores, el problema de la chicharrita podría reeditarse. No obstante, a diferencia del año pasado, Calussen señaló que ahora se está monitoreando más de cerca la presencia de la plaga, por lo que llamó a la calma: "Yo digo: no nos desesperemos".