Este material fue editado en 2023 y en el mismo se reúnen 10 nuevas canciones compuestas por Marco Kofman e interpretadas por la voz de Noelia García.
El duo García Kofman llega con un nuevo disco, “Exteriores”, la cita será este sábado 31 de agosto en en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, recorrerá en vivo las melodías de este disco. Este material fue editado en 2023 y en el mismo se reúnen 10 nuevas canciones compuestas por Marco Kofman e interpretadas por la voz de Noelia García. “Exteriores” nos ofrenda una obra en la que se representan cantos a la memoria, al amor, al pueblo y a sus mujeres, hombres y niños, abordados desde los diferentes géneros de raíz folclórica argentina.
Con Noelia García en voz y Marco Kofman en guitarra, el ensamble se complementará con Matías Marcipar (vientos), Mariano Sayago (bajo), Alejandro Bluhn (piano y acordeón) y Mauricio Palavecino (percusión). Además, el concierto estará nutrido por las participaciones de Myriam Cubelos, Betiana Charny, Luciano Jazmín, Emiliano Zamora, Juan Trapani y Musgo.
Mirador Provincial mantuvo una charla amena con los músicos para hablar del presente músical y de su mirada a la situacion cultural del país.
La dupla conformada por la cantante y docente Noelia García y por el guitarrista y compositor Marco Kofman lleva casi dos décadas haciendo música juntos, desde la experiencia compartida en la innovadora agrupación rosarina “El Fuego de la Semilla”, grupo con el cual editaron DÍA (2011) y CAE (2015) y que dejó su huella en diferentes escenarios de Argentina, Uruguay, Italia, España y Suiza entre los años 2005 y 2018.
Luego de ese importante camino recorrido se afianzaron en formato de dúo para editar el disco “Exteriores” (2023), que reúne diez canciones propias a partir de una propuesta instrumental que busca potenciar los caminos de la palabra y de la voz.
Sus composiciones, nutridas de las raíces folclóricas de nuestra cultura, retratan vida y memoria de un pueblo que sigue buscando abrir senderos. El material cuenta con la colaboración de otros músicos de la región y el país como Matías Marcipar, Andrés Pilar, Mariano Sayago, Fernando Silva, Alejandro Bluhn, Juan Trapani, Lucas Trosman, entre otros.
Cuna de artistas
"El 31 de agosto para nosotros es una celebración", asegura Marko Kofman.Foto: Gentileza.
-Teniendo en cuenta que en Santa Fe hay un alto desarrollo de la industria musical, ¿cómo ha sido la experiencia de ustedes con la música?
-Nosotros empezamos a tocar desde bastante jóvenes. Con Noe compartimos grupo desde 2005, año en el que formamos el Fuego de la Semilla. Era un contexto diferente, todavía muy incipiente para el proceso que vivieron las industrias culturales, no existían los estímulos o programas que se lanzaron algunos años después. Así que aprendimos a trabajar de forma muy independiente y cooperativa con otros dos o tres grupos que había en la ciudad con los que compartíamos las mismas inquietudes. Tampoco había muchos lugares equipados para tocar en ese entonces, así que la gestión incluía desde contratar un sistema de sonido, conseguir algunas entrevistas, hasta diseñar y fotocopiar los volantes para invitar a los recitales.
El crecimiento de la industria musical después fue muy importante. Los programas de estímulo de la Provincia, de Nación, la creación del INAMU, el Fondo Nacional de las Artes impulsaron a muchos artistas a producir materiales, cada vez mejores, con mejores recursos. El arte fue parte de un proceso virtuoso que vivió el país en materia económica y social, al menos, hasta hace algunos años.
-¿Cuándo empezó el interés de cada uno por la música?
-Los dos amamos la música desde muy niños. En mi caso, siempre hubo guitarra en casa, mi padre y mis hermanos mayores tocaban. En cualquier evento al que íbamos, cumpleaños, almuerzos, siempre llegaba el momento de la guitarreada.
También la música nos acompañaba cuando viajábamos en familia, los casettes en el auto durante horas. Ya en la adolescencia, la música fue parte esencial del vínculo con amigos y amigas. Siempre, diría, la música estuvo dándole algún sentido o cumpliendo un papel importante en las relaciones de afecto.
En el caso de Noe, desde muy chiquita cantaba en su casa las canciones que su padre iba escuchando de la gran colección de discos que siempre tuvo. Después pasó por coros y por otras experiencias de canto grupal. Así que, no sé si el interés, pero sí el amor por la música es algo que viene, en los dos casos, de la forma de relacionarnos con la gente que queremos.
Contexto cultural
-¿Cómo ven la situación actual cultural en el país?
-Es un momento muy difícil para la cultura, pero no sólo por la falta de financiamiento o de apoyo económico, sino también porque hay un ataque permanente a cualquier tipo de expresión o a cualquier reservorio de identidades colectivas que tenga el país. La cultura es parte de una sociedad y de algún modo, siempre refleja lo que está pasando y también, la forma en que esa sociedad se ve a sí misma. Cuando se quiebran los lazos en la sociedad, cuando se fomenta el odio y la violencia, eso también se siente en la forma en que la gente crea y se expresa artísticamente.
-Hablemos del disco Exteriores, ¿cómo fue su pre producción?
-Las canciones de Exteriores fueron escritas casi todas entre 2015 y 2017, así que a la hora de grabar el disco ya tenían un largo camino recorrido, ya nos resultaban cómodas, familiares, a la mayoría ya las veníamos tocando en vivo. Así que fue relativamente fácil saber qué queríamos que suene en el disco y nos dimos el tiempo para hacer los arreglos para la grabación. La idea siempre fue potenciar algunos de los elementos que veníamos sugiriendo en el formato de dúo con el que nos veníamos presentando. Por eso para cada canción nos pudimos dar el gusto de armar una instrumentación diferente y convocar a distintos músicos a participar.
Es un lindo proceso el de preproducción de un disco. Muy disfrutable, de mucha reflexión. Es el proceso a través del cual un puñado de canciones transmuta en una obra en sí misma y el repertorio se convierte en disco, encuentra una unidad, un sentido común.
"El 31 de agosto para nosotros es una celebración", asegura Marko Kofman.Foto: Gentileza.
-¿Comparten la idea de que en nuestra ciudad hay limitaciones para los artistas independientes?
-Creo que esas limitaciones siempre están, siempre estuvieron. Desde recursos económicos, técnicos o espacios que se adapten a nuestras necesidades. Pero me parece que también es cierto, y esto es destacable de la ciudad, que las y los artistas han podido crear instancias colectivas para esquivar esos límites o para diluirlos. Hay encuentros y festivales muy intensos, donde están representados muchísimos estilos o géneros musicales que actualmente se tocan y se crean en la ciudad.
-Si hilamos fino, Exteriores, nos invita a la palabra, a la voz, a los vínculos...¿cómo ven a la sociedad hoy en día con respecto a eso?
-El disco tiene que ver con el territorio común. Ese espacio en el que nos encontramos con otros, con otras y, también, a través de esos otros y otras, con nosotros mismos. Por eso aparecen, en sus canciones, una escuela, una plaza, la avenida, la memoria, el futuro. En definitiva, espacios donde se construye comunidad e identidad.
Vivimos tiempos difíciles en este sentido porque hay una cultura dominante que se mete por todas las hendijas de lo cotidiano y nos pretende reeducar en sentido opuesto. Nos pone en pantalla a alguien exitoso, famoso, millonario, que llora
emocionado porque "llegó". Nos enseña a odiar y a temer al que tenemos al lado. Nos propone renunciar a nuestra identidad, abandonarla, como si fuera un lastre pesado, aburrido. Encumbra, en cambio, el individualismo, el éxito personal.
Es un momento fiero pero, y en este sentido puedo sonar un poco optimista, en momentos difíciles no sé qué elemento que está bien guardado en la memoria de nuestro pueblo, aparece y renace lo mejor que somos. Por eso creo que hay que seguir haciendo y cantando estas canciones, hay que seguir haciendo nuestra música, aunque no nos haga "exitosos" en los términos que la cultura dominante define.
-¿Qué les aporta la música introspectivamente?
-Del amor al enojo, todo. La música a esta altura es, para nosotros, uno de los lentes preferidos con los que mirar y mirarnos. No es sólo un canal de expresión. Es mucho más lo que la música, o el arte en general, nos permite entender del mundo que nos rodea y de nosotros mismos, que lo que nos permite expresar.
-¿Cuánto tiempo les lleva la preparación de las letras, y de la música detrás de las letras?
-Hay canciones que se escriben en un día y hay otras que llevan años. Hay que estar despiertos para reconocer el momento en el que se presenta una idea de una canción, de una letra, o una música. Pero después, esa idea puede tardar muchísimo tiempo en florecer, si es que finalmente deriva en una canción.
También ocurre que algunas canciones en el momento en el que fueron escritas se abandonan, son casi desechadas, y años después, frente a una relectura se revitalizan, se redescubren y después terminan siendo obras importantes del repertorio, mientras que otras canciones siguen el recorrido inverso.
-¿Qué expectativas hay para este 31 de agosto en el Gran Salón de Plataforma Lavardén?
-La verdad es que ya casi que habíamos abandonado la idea de presentar Exteriores en vivo de este modo. Pero cuando surgió la posibilidad, les empezamos a escribir rápido a los músicos amigos, preguntando si querían tocar y fue tan amorosa la respuesta que tuvimos de parte de los colegas que nos entusiasmamos y le dimos para adelante.
Así que el 31 de agosto para nosotros es una celebración. Nos vamos a encontrar a tocar con una docena de músicos y músicas que queremos y admiramos muchísimo.
Vamos a poder compartir un espectáculo muy variado desde lo instrumental, lo melódico, lo rítmico.
Hace 20 años que hacemos música juntos, pero en algún punto, no tengo muy en claro por qué, sentimos que este recital es como una especie de nuevo debut.