Jorge Carlos Goró, de 39 años, había sido absuelto, pero Casación ordenó un nuevo juicio. Ahora reconoció el hecho y cumplirá una pena de ocho años.
El reconocimiento que Jorge Carlos Goró realizó ante el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, integrado por Gervasio Labriola, Alejandro Cánepa y Mauricio Mayer, llega diez años después del hecho, con la realización en 2017 de un juicio en el que Goro fue absuelto por el beneficio de la duda, pero el fallo fue anulado por la Cámara de Casación de Paraná, que ordenó que se realice un nuevo debate. Éste se iba a realizar el lunes 26 pero terminó realizándose el día siguiente en la modalidad de juicio abreviado.
Jorge Carlos Goró, de 39 años y padre de cinco hijos, reconoció que “el 3 de junio de 2014, entre las 4.45 y las 7.30, en el interior de la celda especial ubicada en el sector de guardia de la Unidad Penal Nº1 de Paraná, luego de agredir a su compañero de celda Joaquín Antonio Duarte, con un objeto duro con extremos afilados, en la zona del cuello, del lado izquierdo, le colocó posteriormente un cable alrededor del cuello mediante tres vueltas próximas entre sí, terminando en un nudo móvil del lado derecho, comprimiéndolo hasta causarle la muerte por asfixia mecánica”.
El fiscal Ignacio Aramberry y la querella particular, en manos de Leonardo Kunzi y José Iparraguirre, por la pareja de Duarte, coincidió con el pedido de pena de ocho años unificada con la que Goró aceptó en abril. La defensa, a cargo del defensor oficial, Juan Carlín, acompañó el pedido de homologación del acuerdo.
Goro cuenta con antecedentes penales computables. El último data del 16 de abril de este año. Celebró un juicio abreviado por unos robos y aceptó cumplir ocho años de prisión, pena que de ser homologado el acuerdo que se presentó el martes, se unificará con los ocho que aceptó cumplir por el crimen de Duarte. En este sentido, el cómputo de la pena que le correspondería cumplir no sufriría un aumento importante.
El caso que lo colocó en la consideración de la opinión pública durante un tiempo fue la fuga que protagonizó el 2 de mayo de 2012 en una salida sanitaria desde la Unidad Penal Nº1 –donde cumplía una condena por robo–, hasta un centro médico en calle La Paz de Paraná. En la cinematográfica fuga, Goró desarmó al penitenciario que lo custodiaba y huyó tras robar un remis. El penitenciario fue juzgado con Goro, pero fue absuelto.
La sentencia por la fuga se leyó el 3 de junio de 2014. Goró estaba alojado en una celda que en la jerga carcelaria se denominaba La Pajarera. Se trataba de una celda de paso donde se alojaba a los reos recién llegados o a los que iban a ser trasladados por diferentes motivos.