Lucio Prati, uruguayense de nacimiento, paranaense por adopción e italiano por su doble nacionalidad, decidió dejar atrás su etapa como jugador de rugby. El propio presidente de la Federación Italiana se acercó hasta Padova, donde reside, y le obsequió una casaca expresándole que mereció haber tenido una chance con la “Azzurra”.
A lo largo de su vida, sin lugar a dudas que el rugby fue un punto de inflexión. Una bisagra en la toma de decisiones. Es que esta disciplina lo marcó en un considerable número de momentos. Gran parte de todas sus realizaciones, giraron en torno a este deporte. El amor del entrerriano Lucio Prati con la ovalada fue recíproco.
El uruguayense camada ’85 decidió ponerle punto final a la etapa más linda: la de jugador. En Italia, donde fue condecorado por el propio presidente de la Federación Italiana de Rugby (FIR), Marzio Innocenti, decidió colgar los botines, en una carrera que tuvo de todo.
IDAS Y VUELTAS
Lucio Prati llegó a Paraná procedente de su Concepción del Uruguay natal cuando era muy joven, a poco de cumplir 18 años y con muchísimas ilusiones a cuestas.
Uno de los motivos que lo movilizó hacia la capital de la provincia, o bien la causa principal, tuvo que ver justamente con el rugby. “Lucho”, como lo conocen en el ambiente, derivó sin escalas en el Paraná Rowing Club.
El polifuncional back iniciado en el desaparecido equipo de Zaninetti, que había pasado previamente por los seleccionados juveniles entrerrianos, fue uno de los artífices del primer ascenso a la elite del Torneo Regional del Litoral que lograra el elenco que dirigía por aquel entonces, en 2005, el rosarino Alejandro Nogués.
Tras aquellas primeras temporadas en las que incluso dejara su huella en el Campeonato Argentino de Mayores junto al combinado de la Unión Entrerriana de Rugby, decidió partir hacia Europa. Precisamente, rumbo a Italia, nación de la que provienen sus ancestros. Allí, en Padova, al igual que en Paraná, su figura fue trascendental.
De 2007 a 2017 militó para el Valsugana y para el Roccia Rubano, así como para el seleccionado Azzurro de Beach Rugby. Sin embargo, más allá del éxito deportivo que tuvo y de las satisfacciones familiares que consiguiera con su esposa, Gabriela –con quien en tierras italianas llegaron a ser padres de su primera hija, Maddalena– decidió volver a Paraná. Su estadía en Entre Ríos fue de cuatro años, en los que aprovechó a calzarse nuevamente la casaca albiceleste.
Durante ese lapso, nació Domenico, su hijo menor y adoptaron a su “amada Ciambella” –afirma–, la perrita que acompaña actualmente a los cuatro integrantes de la familia.
No obstante, los avatares de Argentina y el deseo de “ir en búsqueda de una vida mejor”, según él mismo lo expresó, impulsaron otra vez a ‘Lucho’ a volver al Viejo Continente.
PUNTO FINAL
La recta final de su carrera fue intensa y a puro disfrute. Prati se convirtió en un puntal de su club, el Roccia Rubano, en la Serie B. Y, a diferencia de cuando emigró por primera vez, esta vez se fue con la responsabilidad de encabezar una familia, con todo lo que eso implica.
Ya con otro temple, mucho más experimentado, Lucho se convirtió en el alma y conductor de un equipo que depositó suma confianza en él y como era de esperar, lamentó la decisión de su alejamiento de las canchas en el papel de jugador. No obstante, celebró la determinación de continuar ligado, en este caso, en el rol de entrenador.
VA POR MÁS
Días atrás, enterado de que el argentino cesó en la práctica activa del rugby, el mandamás de la FIR se acercó a Padova exclusivamente para saludarlo. Innocenti entrenó a Lucho años atrás y como no pudo estar en su despedida formal, por actividades de la entidad, llegó en el inicio de su etapa como entrenador. Lo hizo ni más ni menos que con un presente muy valioso: la camiseta italiana de la última Copa del Mundo. Con el obsequio, llegó su punto de vista. Le dijo, en un cara a cara que para el uruguayense fue inolvidable, que, para él, tendría que haber vestido esa camiseta pero que la vida no lo puso ahí... Todo lo demás, fueron palabras de aprecio y elogios hacia un jugador respetuoso, solidario y humilde, de esos que hoy día no abundan.
Concluyó de gran modo la era Prati dentro del campo. Lucio hizo historia. Aquí y allá. Ahora, aspira a ir por más como DT.