La misión fue llevada a cabo por más de 30 jóvenes de la Comunidad Misionera San Francisco Javier de Santa Fe. Hubo visitas domiciliarias y actividades con la comunidad local.
El último fin de semana, San Javier se convirtió en el escenario de una significativa misión llevada a cabo por más de 30 jóvenes de la Comunidad Misionera San Francisco Javier (CmSFJ) de Santa Fe. Durante su visita, los misioneros realizaron visitas domiciliarias y organizaron una serie de actividades en el barrio San Antonio, fortaleciendo los lazos con la comunidad local.
Los jóvenes misioneros, que formaron el grupo en 2014, llevaron a cabo una misión enfocada en la integración y el servicio comunitario. En el transcurso de su estancia, interactuaron con numerosas familias que los recibieron con calidez y apertura.
El grupo, compuesto por alrededor de 90 personas, está organizado en áreas específicas: Niños, Jóvenes, Adultos, Economía y Espiritualidad. Cada área se encarga de diferentes aspectos de la misión, desde la organización de talleres hasta la logística y el apoyo espiritual.
El grupo no tiene objetivos preestablecidos, sino que se enfoca en escuchar a la comunidad, animar sus proyectos y sugerir iniciativas.Foto: Mirador Provincial
En una entrevista con este medio, uno de los coordinadores del grupo explicó que el lema de la comunidad, “Ser fuegos que enciendan otros fuegos”, refleja su objetivo de compartir la fe y apoyar a las comunidades en las que trabajan. El grupo no tiene objetivos preestablecidos, sino que se enfoca en escuchar a la comunidad, animar sus proyectos y sugerir iniciativas que puedan ser de interés.
Desde su formación, la CmSFJ ha realizado misiones anuales en San José del Boquerón y Alto Verde, así como en Puerto Gaboto y, más recientemente, en Esperanza y San Javier. Estas experiencias requieren de un considerable esfuerzo económico, que el grupo cubre mediante eventos y beneficios organizados por ellos mismos.
En San Javier, los misioneros conocieron un nuevo barrio, San Antonio. La experiencia allí fue descrita como muy gratificante. Durante las visitas domiciliarias, los jóvenes compartieron momentos significativos con las familias, quienes los recibieron con mate y tortas fritas, y compartieron sus historias y deseos. Las tardes estuvieron dedicadas a actividades en la capilla, donde se celebró la misa del sábado y se llevaron a cabo talleres para niños, jóvenes y adultos.
Para los más pequeños, se organizaron animaciones, actividades sobre la vida de Jesús y una merienda con juegos y bailes. Los jóvenes participaron en charlas y oraciones en conjunto, y los adultos disfrutaron de oraciones grupales, historias de santos, canciones y conversaciones sobre diversos temas, siempre acompañados de mate y pan.
Desde el grupo expresaron su agradecimiento a la comunidad de San Javier por su hospitalidad y apoyo, y destacó lo enriquecedor que fue el encuentro con una comunidad tan activa y generosa. Esta experiencia reafirma el compromiso de los jóvenes misioneros con su labor y les brinda nuevas motivaciones para continuar llevando la palabra de Dios a diferentes lugares.
La visita a San Javier representa la cuarta misión en la región y dejó una impresión duradera en los participantes. Los misioneros volvieron a Santa Fe con el corazón lleno de gratitud y el deseo renovado de seguir encendiendo el fuego de la fe en las comunidades que visitan.