Las familias han colgado adhesiones en el tejido perimetral del establecimiento educativo con leyendas de apoyo estos dos días de lucha docente, reclamando sueldos dignos.

“Hemos decidido ir a la escuela y apoyar los paros desde allí, debido a los descuentos que nos hacen si no concurrimos. Es por ello que las familias han decidido acompañarnos no enviando sus hijos a clases”, comentó la docente Carolina Cáceres.

La decisión se toma en consonancia con el reclamo que los trabajadores de la educación llevan adelante, no solo por las mejoras salariales sino en defensa integral de la escuela pública y su adecuado financiamiento que, tanto a nivel nacional como provincial, no está a la altura de las necesidades básicas para el funcionamiento de los establecimientos educativos.

“El ejemplo de la sociedad que de esa manera se manifiesta empática, ante la situación que viven quienes educan a sus hijos, es un llamado de atención para que las autoridades correspondientes asuman y reaccionen a tiempo para que el año escolar pueda desarrollarse con los días de clases establecidos y la correspondiente recuperación de saberes”, expresó una de las madres que adhiere a esta tesitura.