El suboficial, de 41 años, estaba internado en el hospital de emergencias desde el viernes de la semana pasada. Había recibido un disparo en el cráneo, mientras realizaba tareas adicionales, que le provocó pérdida de masa encefálica. Los autores del robo se llevaron millones. Por el momento no hay detenidos.
El policía de 41 años Andrés Farías, que había sido baleado el viernes de la semana pasada en Fisherton durante un asalto comando en el que ladrones se alzaron con millones, murió este jueves 3 de octubre en el hospital de emergencias Clemente Álvarez. Por el caso, por el momento no hay detenidos.
El subinspector Farías se encontraba internado en el área de cuidados intensivos desde hacía casi una semana, con heridas de arma de fuego en el tórax y el cráneo. Desde el hospital habían indicado a comienzos de esta semana que presentaba una lesión neurológica grave causada por el impacto de un proyectil en el cráneo que lesionó zonas importantes del cerebro, que provocaron pérdida de masa encefálica.
Su deceso fue informado en las primeras horas de la tarde. El uniformado era donante de órganos, por lo que intervino el Cudaio para realizar la ablación de órganos.
El hecho en el cual Farías resultó herido se registró alrededor de las 8:45 AM del viernes 27 de septiembre, en inmediaciones de Ambrosetti y Benegas, cuando un empleado de la firma El Emporio de las Golosinas (ubicada en San José de Calasanz y Wilde) circulaba junto al policía en un utilitario Renault Kangoo rumbo a un banco ubicado sobre avenida Presidente Perón, para depositar $ 35 millones de pesos.
Según indicaron en su momento fuentes judiciales y policiales a este diario, el utilitario había salido de la planta de la empresa, tomó calle Wilde y dobló por Benegas. Menos de 50 metros después, y antes de llegar a Ambrosetti, fueron interceptados por al menos 3 personas que llegaron en un Ford Focus. Al menos dos se bajaron armadas, y con sus rostros cubiertos, y amenazaron a los ocupantes del Renault. Uno de los armados efectuó varios disparos contra el parabrisas delantero del utilitario, hacia el lado donde estaba sentado el policía, mientras que el otro se acercó por el lado del acompañante y también disparó en al menos dos ocasiones.
El suboficial Farías recibió al menos dos impactos: uno en el pecho y otro en el cráneo, y quedó dentro del auto, gravemente herido. Mientras que el hombre que iba manejando el utilitario, que pertenece a la empresa de golosinas, salió corriendo y no fue atacado.
Uno de los ladrones tomó un bolso que estaba en la parte posterior del Renault Kangoo, donde había una suma aproximada a los 35 millones de pesos en efectivo, que iban a ser depositados en un banco de la zona. Luego, los asaltantes se subieron al Ford Focus y se dieron a la fuga.
El violento episodio fue denunciado por vecinos al 911 y un rato más tarde llegó al lugar personal policial y médico. Una ambulancia del Sies trasladó al policía hasta el hospital de emergencias, donde quedó internado en el área de cuidados intensivos, en estado crítico.
Mientras que en el lugar donde quedó el utilitario, se recogieron al menos una docena de vainas servidas calibre 9 y 11.25 milímetros.
Minutos después se encontró un automóvil Ford Focus de color gris, que luego se confirmó fue el utilizado por los asaltantes para interceptar al utilitario, a menos de 300 metros, en inmediaciones de González Sabathié y González del Solar. Fuentes policiales indicaron que el Ford Focus tenía pedido de captura activo por robo.
Andrés Farías, padre de dos niñas, prestaba servicio en la subcomisaría ubicada en General Lagos, al norte del departamento Rosario y desde hacía más de una década realizaba tareas adicionales en El Emporio de las Golosinas.
El hecho es investigado por la fiscal de turno en la Unidad de Homicidios Dolosos, María de los Ángeles Granato.