Patronato

Dante Molina cumple un año al frente de la Comisión Directiva

El jueves 10 de octubre, Dante Molina cumplirá un año como presidente del Rojinegro, una gestión reprochada por el hincha, con muchos parches, de promesas incumplidas y un presente deportivo paupérrimo de un club saneado y que presentaría superávit.


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Por segundo año consecutivo, una vez más, Patronato termina peleando por sostener la categoría, como lo hizo durante sus siete años en Primera División, donde por culpa de los promedios y de malas campañas, en su mejor año terminó descendiendo. En medio de su presente deportivo, económico distinto, como en lo institucional, se vuelve a repetir la situación, a un año del inicio de la gestión de Dante Molina.

El próximo jueves 10 de octubre se cumplirá un año de la continuidad de Pertenencia y Crecimiento Rojinegro al frente de la entidad de calle Grella, luego de vencer en las urnas a Primero Patronato (Hugo Velásquez) y Patronato Siglo XXI (Osvaldo Tarzia).

Lo primero que debió hacer la nueva Comisión Directiva fue buscar un reemplazo a Rodolfo De Paoli, que, a los dos días posteriores al acto eleccionario, renunció. Se tuvo que comenzar a armar una base de muy pocos futbolistas. En medio, negociar con Boca Juniors por la venta de Luis Vázquez, más los pagos finales de la venta de Juan Guasone, más el dinero que ingresó por Conmebol, más la salida del vicepresidente segundo, Diego Frutos, a los meses de asumir, que renunció por no estar de acuerdo en determinados aspectos, un equipo que no rindió, un DT que no estuvo cómodo, el final de un ciclo, el inicio de otro totalmente distinto, con un club saneado, pero sin promesas cumplidas.


DOCE MESES


Como muchos clubes a nivel nacional, Patronato tuvo que lidiar entre el armado del plantel con la inestabilidad económica de los últimos meses de 2023 y los primeros 2024 con un cambio de gobierno. Walter Perazzo fue el elegido para conducir a un “elenco que debe pelear por ascender”, señalaron el entrenador y el presidente. Pese a que se “contrataron futbolistas de opciones A y B”, el equipo lejos estuvo de pelear, por idea y falta de jerarquía, los primeros lugares. En dos años en la máxima categoría del ascenso, Patrón nunca tocó la zona de ascenso o Reducido. Futbolistas de poco renombre, un presente malo y un DT que se fue reprochando que las cosas no fueron claras.

Lógico, lo deportivo es un reflejo de lo institucional. Un presidente que, como Oscar Lenzi en su momento, pareció caminar en soledad en varios pasajes, con integrantes de una lista que ocuparon lugares y no mucho más. Dato no menor, la creación de Áreas o Departamentos (de Género, Obras, entre otros aspectos), aunque no se terminó nunca de crear lo que tanto se habló, y a las pruebas nos basamos, tan fundamental como un Departamento de Fútbol, Secretaría Técnica o la llegada de un asesor o manager.

Se inauguró la obra más importante en años, la instalación del piso deportivo en el gimnasio cerrado, se retocaron detalles en la pintura tanto en la sede como en el Predio La Capillita, se mejoraron detalles en los vestuarios y, luego, en lo que respecta a la infraestructura, algún que otro avance en el SUM, que aún debe terminarse para el uso completo y total. Luego, continuaron los robos en el Predio La Catedral (softbol) y los reproches, ya agotados, de la disciplina por la falta de atención dada por parte de los que dirigen el club.

Un “banderazo” que terminó siendo una charla entre jóvenes hinchas y el presidente Dante Molina, en la “apertura” que se busca y se intenta darle al socio, aunque no con todos. Las Inferiores lucen nueva pilcha, después de años, aunque no pueden competir y entrenar en terrenos óptimos o como los demanda el profesionalismo.

Diego Pozo terminó tomando las riendas, sin ser el apuntado. Un camino sinuoso, con altas y muchas malas, con lesiones, con los juveniles dando la cara en muchas oportunidades, con un plantel muy irregular y un Grella que festejó poco y nada. Al socio se le dieron beneficios con locales con descuentos, aunque las promesas incumplidas y lo deportivo hace mella, sobre todo en un considerable aumento de la cuota para los últimos meses del año.


PROMESAS


En su campaña electoral, Dante Molina, junto con su Agrupación, dieron a conocer las promesas y objetivos en su gestión. Si bien el panorama socioeconómico no fue el esperado, se cumplió poco y nada de lo propuesto, como, por ejemplo, el desarrollo de la infraestructura del Predio del Túnel, con la construcción de parrillas, quincho y piletas. En los últimos días comenzó el movimiento en el complejo La Catedral. La creación del FPI, un fondo para la inversión en inferiores, compuesto por un porcentaje de las ventas de futbolistas. Un Departamento que sigue en creación, con pocos avances. La idea de gestionar nuevos espacios cercanos a la sede central, para poder brindar más y mejores prestaciones a socios y socias, otra situación a rever.

Otro punto, difícil por lo económico, la adquisición de un nuevo predio de más de 10 hectáreas, para seguir desarrollando y profesionalizando las inferiores. Además de La Capillita, las formativas entrenan en predios alquilados, además de que los días de lluvia, si no son en complejos de Fútbol 5, no entrenan.

Dentro de la propuesta se mencionó la generación de instancias de participación para que el socio y el hincha sumen propuestas a la gestión. Si bien hay detalles a seguir a la hora de tener en cuenta una presentación, muchos socios se han manifestado en total reproche ante la no oportunidad o “escucha”, más allá de que el presidente y otros integrantes de la Comisión Directiva se han reunido con socios e hinchas en algunas oportunidades.


LO HECHO


No todo es malo, también hubo propuestas, que, de alguna manera u otra, se cumplieron, como la creación del registro oficial de Peñas de la provincia y el promover la creación de nuevas.

También el desarrollo de nuevas áreas que se crearon durante la gestión anterior, con más herramientas para los departamentos de Género, Discapacidad y Patronato Solidario. La conformación de una mesa de diálogo para la coordinación de disciplinas y actividad, como también la creación de nuevas categorías de asociación, enfocada en la necesidades y servicios específicos.

En doce meses, Patronato continuó dentro de la inestabilidad, con peleas internas, con un mal presente en lo futbolístico, con el socio y la mayoría de hinchas molestos, con poco por rescatar y muchísimo por hacer y cumplir. En el medio, un club saneado, en el que sus empleados cobran al día, esperando un superávit en el primer año de gestión, en una Asamblea que dará que hablar, en la que, al parecer, podrían pedirse distintas explicaciones.


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