Los profesores y no docentes paran este jueves y lanzaron medidas para la próxima semana pidiendo por los salarios. Los estudiantes refuerzan acciones en reclamo por el presupuesto. La Sindicatura de la Nación define el plan para los primeros controles.
El conflicto universitario no da tregua. Los funcionarios nacionales encabezados por el propio presidente Javier Milei continúan emitiendo fuertes declaraciones contra el sector. Los estudiantes continúan la seguidilla de debates, asambleas, clases públicas y tomas de facultades en todo el país. Y los docentes y no docentes universitarios concretarán una nueva jornada con medidas de fuerza este jueves. En el medio, la Sigen (Sindicatura General de la Nación) define los primeros pasos para avanzar con auditorías sobre las casas de altos estudios.
Los gremios de trabajadores de las Universidades Nacionales llevará a cabo la medida de fuerza anunciada días atrás para este jueves 17 de octubre, lanzada en reclamo por mejoras salariales tras el aval legislativo al veto presidencial. "El Frente Sindical ha resuelto la profundización del plan de lucha con un horizonte de disputa con el gobierno nacional, que nos ha privado de la herramienta de la Ley de Financiamiento Universitario", expresaron en un comunicado.
Asimismo, el Frente Sindical Universitario anunció un nuevo paro con actividades de visibilización para la próxima semana. Tras el Plenario de Secretarías Generales del gremio, realizado este último martes, decidieron profundizar el plan de lucha, exigiendo recomposición salarial y mayor presupuesto.
Este miércoles por la noche hubo una reunión en la puerta del Rectorado de la UNL para consensuar las siguientes acciones de la asamblea.Foto: Manuel Fabatía
La medida de fuerza abarcará del lunes 21 al sábado 26 de octubre e incluirá distintas acciones. “Ratificamos la necesidad de mantener y fortalecer la unidad de los sectores que integran la comunidad universitaria para enfrentar el plan de ajuste y destrucción de la Universidad Pública que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei”, indicaron.
En paralelo, la reacción del movimiento estudiantil se debate entre tomar o no las casas de altos estudios. Los sectores más radicalizados pugnan por radicalizar las medidas, mientras que las agrupaciones moderadas optan por realizar acciones que visibilicen hacia afuera de los claustros los argumentos de la discusión.
Bajo el lema "La universidad se defiende con aulas abiertas", la Federación Universitaria del Litoral (FUL) que representa a las distintas agrupaciones estudiantiles, propuso como medidas de acción una serie de actividades para los próximos días como "clases abiertas y públicas”, “intervenciones visuales en las Unidades Académicas", y otras como un Festival por la Universidad Pública, feria de emprendedores, bandas en vivo, recorridos abiertos a la comunidad y visitas guiadas. Además, convocó a una charla abierta a la comunidad, este jueves 17 a las 19, en el salón de la Asociación del Personal Legislativo de Santa Fe (San Lorenzo 1985) para informar junto a autoridades universitarias sobre las "Problemáticas actuales de la educación".
En tanto, durante la noche de este miércoles, jóvenes de distintas unidades académicas se reunieron en la puerta del Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral para consensuar en una asamblea interestamental los pasos a seguir. Estaba previsto que para este jueves, en ocasión del paro de docentes y no docentes, se realicen en distintos puntos de la ciudad (Bulevar, Av. Alem, la peatonal, Ciudad Universitaria) una serie de manifestaciones públicas para dar a conocer los reclamos como clases públicas, volanteadas, ruidazos, entre otras.
Mientras tanto, el gobierno acelera el plan de auditoría a las universidades públicas, bajo la inspección de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), luego del dictamen del procurador Rodolfo Barra, revirtiendo una decisión del 2022 que dejaba los controles solo en manos de las propias casas de estudios y de la Auditoría General de la Nación, organismo que depende del Congreso.
Miguel Blanco, director de la Sigen, salió a explicar este miércoles cuál es el plan que se encuentra definiendo el Ejecutivo para llevar adelante las auditorías a las universidades nacionales. En diálogo con medios nacionales, el funcionario dijo cuáles serán las primeras casas de estudio y estimó cuándo podrían estar los primeros resultados.
"La Sigen ya había auditado en el pasado hasta el dictamen de 2022. Ahora, estamos rearmando el equipo para retomar esas tareas, enfocándonos principalmente en el control del uso de los fondos públicos que reciben las universidades", dijo Blanco.
El funcionario destacó que, aunque algunas universidades habían solicitado auditorías de manera voluntaria, como la Universidad Nacional de La Matanza, el nuevo programa de auditorías será más abarcador y riguroso.
Blanco señaló que el criterio de prioridad en sus auditorías será empezar por las casas de altos estudios con mayores recursos. “En el caso de la UBA, habrá que comenzar por las facultades que reciben mayores montos de fondos y convenios, dado que cada facultad gestiona su parte del presupuesto de manera independiente”, señaló, anticipando que la magnitud de la Universidad de Buenos Aires requerirá una planificación con mayor detalle.
Dijo además que el control se enfocará en verificar tanto los recursos que provienen del presupuesto nacional como aquellos que surgen de los convenios que las universidades firman con otras reparticiones del Estado: “Ambos tipos de recursos serán auditados, especialmente en lo que refiere a cómo se utilizan y si las universidades subcontratan servicios en lugar de realizarlos con sus propios recursos, algo que ya ha sucedido en algunos casos”.
Asimismo, aventuró que los resultados de las primeras auditorías: "dentro de dos meses podríamos emitir informes parciales", dijo, aunque advirtió que "dependerá del volumen de trabajo y a partir de cuándo podríamos comenzar el trabajo".
