La cámara está en el hombro de un hombre que ama la música, que le apasiona el cine, que camina las calles percibiendo todo a través de las imágenes.
Mirador Provincial charló con el realizador audiovisual Sergio “Cucho” Costantino, quien indaga las calles a través de una mirada investigadora, se posa en historias de vida que buscan la libertad a través de la música, a través de las palabras.
Costantino nació en 1965, en la provincia de Mendoza, Argentina. Comenzó a trabajar en cine en 1986, en el área de producción. Trabajó en largometrajes en diferentes áreas, hasta llegar a producir ejecutivamente y dirigir documentales.
Participó durante 15 años en varios programas de TV en Argentina y otros países, donde produjo y creó diversos formatos de televisión. Desde hace más de 10 años que combina la dirección y producción de documentales, cine y televisión. En el 2006 fundó la productora Buen Día Films, con la cual trabaja hasta la actualidad.
-¿Qué hay en la memoria de un cineasta como Sergio “Cucho” Costantino?
-Qué pregunta… Considero que soy la construcción de todo un pasado, me gusta pensar mucho en el hoy voy muy poco para atrás, sin embargo, mi vida es la edificación de este pasado, que está lleno de vidas, no creo que la vida sea una sola y menos que sea corta, la verdad siento que tuve una vida larguísima y no solo una, sino varias.
“Siempre viví situaciones muy fuertes, entonces siento que cuando pienso así en la memoria o me hablan de la memoria o hablamos de este tema yo tengo una imagen, porque como cineasta siempre voy a ver imágenes y concibo que mi cabeza es como un puerto donde recurro a esas cosas para para poder crear. Tengo esta posibilidad de poder crear, a veces casi sin límites, entonces me veo como la construcción de un pasado lleno de poemas, de canciones, de películas, de vidas, de hijos de amigos, de miles de noches, de excesos de recesos todo eso ahí en mi memoria”.
-¿Cómo enfocás lo que querés transmitir a través de la cámara?
-Si bien tiene bastante de surrealismo, lo interesante para mí es tratar de que la película sea real y que vos te creas lo que está pasando por más de que esté lleno de pequeños trucos cinematográficos, cuando ves una peli mía en ningún momento vas a dudar de que es realidad, pero cada corte, cada elipsis, cada situación, cada música interviene el ambiente y es una amable mentira, no es temeraria y cada película me propone a mí una estética.
“Por ejemplo, la película de imágenes paganas a mí Federico Bou ya de por sí me proponía una estética moderna visual. Él era un tipo que le daba mucha importancia a lo visual, entonces claramente tenía que ver con eso. Entonces la estética de cada artista que yo reflejo o cada historia le propone una estética y tiene que ir en sincronía con la imagen”.
“Tengo una forma de contar que me gusta y es mediante que las cosas se cuenten, no dejarlo tan librado al azar, porque el documental tiene justamente el hecho de descubrir historias y yo no puedo dejar librado la imaginación. Cada película a mí me propone una estética y la respeto y pienso mucho en los planos. Pienso mucho en la música, en las palabras que se dicen y en las canciones que pongo a mis películas, sin dudas la música para mí es la tercera pata de cada película”.
-Sin dudas lo 90 fue para las bandas de rock un momento de participación con el público, la igualdad entre artista y espectador fue parte de esa época, el país estaba viviendo un vacío cultural-educativo y sin motivación para la lucha. ¿Creés que la música y el arte audiovisual sean lo posibles rescatistas de los pibes en el 2024?
-Creo que la música y el cine son rescatistas para los jóvenes de hoy, sin duda, el cine y la música, el baile, la literatura, la pintura, todo tipo de arte te rescata, como se suele decir es el alimento para el alma, es algo que necesitamos.
-¿Qué película fuiste a ver la primera vez que pisaste un cine?
-Mira sinceramente no recuerdo cuál, pero la que más me impactó fue Buenos días Alexander, que era una película francesa de un hombre que se quedaba en la cama todo el día que no quería salir a la calle y que tenía un perro que le hacía todo y se había armado todo un sistema de vida alrededor de una cama, una gran película, esa la tengo como tal vez la película que más me impactó en mi infancia.
-¿Qué imagen se te viene cuando digo «Gimme the Power» de Molotov?
-Es una canción que adoro, me encanta desde el día uno. Yo tengo un amplio espectro musical, que me gusta y esa canción si bien tal vez no sea el ritmo que más escucho particularmente me moviliza, me saca de mis casillas y sale mi lado más comunista y las imágenes que se me vienen. Mira, te voy a hacer muy sincero muy claro, así lo más rápido que se me viene a la mente es un videoclip que filmé con mi yerno que se llama Pedro peligro palacios, que es el papá de trueno, hace muy poco filmé un videoclip, que se llama vamos por todo, se me vienen esas imágenes a la cabeza, contra el desmedido poder policía, contra la corrupción política contra los políticos ladrones de todos los partidos políticos, dame a mí el poder que con la música y el cine te transformo al mundo, así que dámelo a mí al poder que lo voy a saber manejar, eso se me viene a la cabeza.