Tomás Moschion fue el primer jugador surgido de tierra frutillera en ganar un título en la máxima categoría del fútbol argentino. A principios de año se fue a vivir a Imabari, en la región de Ehime, en Japón, una ciudad de 160 mil habitantes donde consiguió otro logro deportivo.
Tomás Facundo Moschión fue parte de la plantilla de Colón de Santa Fe campeón de 2021, su rostro quedó grabado en la gigantografía que está en la puerta del club. Fue el primer jugador surgido en Coronda que ganó un título en primera división.
Sin embargo, tuvo muy poco rodaje. Entre 2018, cuando este volante medio debutó frente a Central en un empate 1 a 1 en Rosario, y 2022, disputó solamente 4 partidos como titular. Luego una lesión lo complicó demasiado y en 2023 prácticamente no jugó, salvo 7 partidos en Reserva para ir recuperándose.
El Imabari ascendido, con arquero español, un volante brasileño y un corondino.Foto: gentileza
El ciclo en el sabalero se agotó entonces y fue cuando su representante, el también corondino, Andrés Taberna, de la agencia Dgfootball, consiguió un contacto en Japón y tras dejar Colón en condición de libre, el 31 de diciembre de 2023, firmó contrato por un año con el Football Club Imabari de Japón, de la ciudad homónima nipona, equipo que milita en la división J3 de ese país de Oriente y tiene camiseta azul con vivos amarillos como uniforme oficial. Militaba, porque luego de varios intentos el equipo de la ciudad se consagró campeón y ascendió a la J2, dos fechas antes.
El día que se estaba desarrollando la Fiesta Nacional de la Frutilla en su pueblo de origen, “Tomi”, a miles de kilómetros, pero junto a su papá y su hermana que viajaron especialmente para verlo, le daba la estrella esta vez a un equipo nipón, el Imabari FC al golear por 5 a 0 al Tottori y conseguir subir de categoría por primera vez en su historia.
Un inolvidable recuerdo: Moschión con la Copa de la Liga, la estrella sabalera, el logro más importante en la vida de Colón.Foto: gentileza
Moschión, hoy de 24 años, jugó en la temporada 28 partidos, fue reemplazado tres veces, no hizo goles, le sacaron 8 amarillas, estuvo suspendido dos fechas y sufrió una lesión que lo dejó un par de semanas afuera luego de una patada con planchazo incluido.
“La plaza de Japón fue buscada por Iniesta al final de su carrera, por ejemplo”, ya que “el ascenso aquí es muy importante, en lo estructural y futbolístico, el club quería ascender y no podía, lo lograron dos fechas antes, jugó casi todos los partidos” en una liga en la que “se corre mucho, los jugadores no son tan grandes de cuerpo y son buenos técnicamente. Estamos negociando si sigue o no ahí, estamos analizando un par de detalles y estamos en eso” contó Taberna.
Es de destacar que el futbolista se casó antes de viajar y se mudó con su flamante esposa a una tierra tan lejana, que está a 18.746 kilómetros de su Coronda natal. “El club tiene traductor, hay compañeros españoles y brasileros, se la jugó pero está contenido y bien atendido” abundó el manager.
Etapas que se fueron dando: desde aquel tierno niño que jugó en las inferiores más chicas del Club Atlético General Belgrano, al pibe que pasó al Sabalero para ir ganándose un lugar, al debutante en el Gigante de Arroyito, al campeón histórico el 4 de junio de 2021, dos días después de su cumpleaños, a este muchacho que con una adelantada madurez, se fue a Oriente para seguir trabajando de lo que más le gusta: el fútbol.